El secretario norteamericano de Estado, Rex Tillerson, manifestó que su país está comprometido con la creación de un clima positivo para la inversión privada y el crecimiento económico en Centroamérica.
Al intervenir en la jornada inaugural de la Cumbre sobre Prosperidad y Seguridad en Centroamérica, con sede durante dos días en la ciudad de Miami, Florida, el titular comentó que lo que pasa en esa área geográfica afecta directamente la economía y la seguridad de su país.
En opinión de Tillerson, el sector privado es clave para aliviar la migración que se dirige de los países centroamericanos hacia Estados Unidos, y solucionar problemas de corrupción y seguridad.
Con una retórica nacionalista, opinó que la reunión propiciará avances en la agenda del presidente Donald Trump sobre sus prioridades de proteger al pueblo norteamericano y defender sus intereses económicos.
Dicho encuentro es copatrocinado por Estados Unidos y México, y asisten representantes de alto nivel de estos países, y de El Salvador, Honduras y Guatemala (integrantes del llamado Triángulo Norte centroamericano).Según los organizadores, también se hallan presentes delegados de Belice, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, la Unión Europea, Nicaragua, Panamá y España.
Buscar un aumento de las inversiones en el Triángulo Norte y promover el crecimiento económico forman parte de los propósitos principales del cónclave, que sesiona este jueves en la Universidad Internacional de Florida.
El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Alberto Moreno, anunció ayer que esa entidad aportará 750 millones de dólares para proyectos en energía, transporte, agua y turismo.Tal cantidad se sumará a los mil 750 millones de los gobiernos de El Salvador, Guatemala y Honduras y los inversionistas privados durante los próximos cinco años, agregó el titular, citado por reportes periodísticos.
Comentó que la inversión, "sin precedentes", complementa la financiación que brinda el Plan de la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte, lanzado en 2014 por la administración del entonces presidente norteamericano, Barack Obama.
Esa iniciativa, surgida por una oleada migratoria hacia Estados Unidos que incluyó a miles de menores sin la compañía de sus padres, pretende dinamizar el sector productivo para crear oportunidades económicas, impulsar el capital humano y mejorar la seguridad ciudadana.
