jorge quintana

El cambio de la política de Estados Unidos hacia Cuba constituye un reto más para quienes luchamos por la normalización de las relaciones entre ambos países, consideró hoy el cubanoamericano Jorge Quintana.

Tenemos que buscar nuevas oportunidades para mejorar los vínculos bilaterales, puntualizó el también presidente de Cuba Connections Corp., una organización sin fines de lucro dedicada a ese objetivo.

En una entrevista con Prensa Latina, este abogado residente en Helena, capital del estado de Montana, apuntó que el anuncio realizado por el presidente Donald Trump el 16 de junio último resultó un insulto.

Trump dio un discurso y firmó ese día en Miami, Florida, el llamado Memorando Presidencial de Seguridad Nacional sobre el Fortalecimiento de la Política de los Estados Unidos hacia Cuba.

Dicho documento restringe los viajes de los norteamericanos al país caribeño a partir de barreras burocráticas y la eliminación de visitas educativas a título individual.

También prohíbe las transacciones económicas, comerciales y financieras entre compañías estadounidenses y empresas cubanas vinculadas con las Fuerzas Armadas Revolucionarias y los servicios de inteligencia y seguridad.

Así, y como consideró el gobierno de la isla en una declaración, se imponen trabas adicionales a las ya muy restringidas oportunidades que el sector empresarial estadounidense tiene para comerciar e invertir en Cuba.

Para Quintana, nacido en Estados Unidos en 1965, el ocupante de la Casa Blanca, cuya decisión está considerada un retroceso con respecto a los pasos dados por su predecesor, Barack Obama, habló sin conocimiento y comprensión de la historia y el pueblo cubanos.

A él, expuso, le gusta decir que es amigo de los cubanoamericanos, pero instiga políticas que la mayoría de nosotros hemos rechazado hace tiempo, carecen de sentido y parecen trabajar en contra de sus objetivos declarados.

¿Por qué trata a los estadounidenses como niños en quienes no se puede confiar para la formación de sus propias opiniones sobre Cuba?, se preguntó Quintana acerca de la restricción de los viajes a la isla.

Trump, aseveró a continuación, sabe que esas medidas son impopulares, por lo tanto, agregó, es un presidente impopular haciendo ese mismo tipo de políticas.

No es fácil ver al gobernante republicano tratando de revertir el acercamiento entre Estados Unidos y Cuba, pero me consuela saber que fracasará, recalcó Quintana.

En su criterio, la solución de los problemas de la mayor de las Antillas tiene que estar en manos de los cubanos, quienes, destacó, pueden defenderse de la manera más admirable.

Por otra parte, Quintana se refirió al 'costo tremendo' del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Washington a la nación antillana hace más de 55 años.

Ese cerco se ha interpuesto entre mi país de nacimiento, Estados Unidos, y mi patria, Cuba, expresó Quintana en un tono mucho más personal, antes de lamentar la inexistencia de vínculos normales entre él y familiares en la isla.

A su juicio, el bloqueo, cuyo rechazo a nivel internacional es casi unánime, sólo sirve para dividir a los cubanoamericanos y no logra ningún objetivo estratégico o político.

Interrogado sobre una reciente resolución de Helena, la cual insta al Congreso norteamericano a levantar ese asedio, Quintana la valoró como una muestra del reconocimiento y la solidez de los vínculos amistosos entre la gente de su ciudad y el pueblo cubano.

La iniciativa precisa que Montana está listo para ser uno de los principales abastecedores de productos de consumo interno de Cuba, lo cual daría lugar a un crecimiento significativo de las exportaciones y la creación de más empleos.

Agrega que los envíos al país caribeño representarían nuevas oportunidades para desarrollar más el sector agrícola y aumentar los puestos de trabajos en las comunidades rurales de dicho estado.

Entre varias consideraciones, el documento reconoce los avances cubanos en el área farmacéutica, y refiere que con la eliminación del bloqueo reconocidos productos de la isla pudieran llegar a territorio norteamericano.

He vivido en Montana por más de 20 años, y durante ese tiempo he sido testigo de un gran afecto hacia el pueblo de Cuba, contó Quintana antes de referirse a la alegría con la cual quienes han visitado la isla cuentan sus historias del viaje.

También mencionó la calurosa acogida que recibió en Helena en febrero pasado el primer secretario de la embajada cubana en Washington Miguel Fraga durante una visita de trabajo, en la cual cientos de habitantes de la ciudad acudieron a una conferencia sobre los nexos entre ambos países.

Fue en ese tiempo cuando vi la oportunidad de trabajar para aprobar una resolución que pide también la normalización de nuestras relaciones, sostuvo.

En Montana hay un amplio apoyo bipartidista para lograr ese propósito, y sus dos senadores, el republicano Steve Daines y el demócrata Jon Tester, son copatrocinadores del proyecto de ley en el Congreso para levantar las restricciones de viaje a Cuba, recordó.

No queremos que una minoría de la comunidad cubanoamericana y sus legisladores, quienes se encuentren cada vez más aislados, traten de dictar la política exterior hacia Cuba desde el sur de Florida, aseguró.

Las políticas de Trump, estimó Quintana, harán que el camino sea más difícil, pero creo que el momento para el cambio real ha llegado y no puede ser detenido.

 Fuente: Cubasí

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