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obelisco martires 4 agosto

Nuevas evidencias acerca de la posibilidad de que la explosión de la fábrica de bombas del Movimiento 26 de Julio en Guantánamo, el 4 de agosto de 1957, haya sido provocada por agentes represivos, y no accidental como hasta ahora se considera generalmente, es sostenida por el investigador José Sánchez Guerra, Historiador de la Ciudad.

“He encontrado documentos oficiales de la época pertenecientes al Ejército de la tiranía, referidos a un soldado herido en una pierna el día de los hechos, coincidentes con tempranas declaraciones de combatientes revolucionarios acerca de que la deflagración del polvorín fue causada por una granada lanzada por un soldado al pasar frente a la vivienda”, declaró Sánchez Guerra a Venceremos.

obelisco fabio rosell

El reconocido investigador abordaría esta tesis en una conferencia en vísperas de cumplirse, este viernes 4 de agosto, 60 años del estallido en que, aproximadamente a las 2:30 de la tarde de aquel domingo, murieron los revolucionarios Fabio Rosell del Río y Gustavo Fraga Jacomino en el interior de la fábrica y luego por las heridas recibidas Enrique Rodríguez Picazo, mientras que los esbirros de la tiranía quienes asesinarían más tarde a los vecinos y colaboradores Jesús Martín Leyva y Abelardo Cuza Navarro, tras encontrarlos en el sitio en auxilio de sus compañeros.

 

En este aniversario cerrado, la convocatoria a la solemne conmemoración fue realizada por el Consejo de la Administración Municipal, la Casa de la Historia y la Asociación Hermanos Saíz, de jóvenes escritores y artistas, que organiza la Jornada de la Canción Política en su edición 41, conmemorando el Día de los Mártires Guantanameros, instituido desde los primeros años de la Revolución en el poder.

 

Un hecho guerrero

 

obelisco gustavo fraga

Acción intencional de los batistianos o accidental por un descuido en la manipulación del material explosivo, lo cierto es que en aquella jornada se evidenció la disposición de lucha de los guantanameros contra la tiranía y el sacrificio de sus mejores hijos en pos de la libertad de la Patria.

 

La creación de la fábrica de material de guerra para proveer a las fuerzas de acción clandestinas tanto en Guantánamo como en otros lugares del país, también nombrada “el laboratorio” por los combatientes, había sido orientada por Frank País García, jefe de acción y sabotaje del Movimiento 26 de Julio e integrante de su dirección nacional, y supervisada por él.

 

Desde un experto pirotécnico, como Fraga, veterano de las luchas insurreccionales y sociales, nacido en 1902, seguidor temprano de las ideas y la acción de Antonio Guiteras Holmes, hasta un bisoño insurgente como Rosell, quien aún no había cumplido 20 años, ejemplificaron el compromiso de los guantanameros en la lucha, a través de su accionar en el laboratorio, situado en la casa de los revolucionarios Enrique Rodríguez y Berta Cuza Blanco, en la calle Aguilera número 751 entre San­ta Rita y San Gregorio, en esta ciudad.

obelisco abelalardo cuza

Allí se resguardaban tanto armas como explosivos y municiones y otros útiles para preparar artefactos, luego suministrados al Ejército Re­belde y a los luchadores clandestinos de otras partes del país. También podría compararse con un polvorín.

 

La febril actividad en el espacio subterráneo se recrudeció como resultado del asesinato de Frank País en Santiago de Cuba pocos días antes, cuando, perseguido, fue sorprendido el 30 de julio de 1957, junto a Raúl Pujol, y ametrallado por las fuerzas represivas.

 

Acerca de la noticia de su muerte, Fidel dejó escrito: “¡Qué bárbaros, los cazaron en la calle cobardemente, valiéndose de las ventajas que disfrutan para perseguir a un luchador clandestino! ¡Qué monstruos, no saben la inteligencia, el carácter, la integridad que han asesinado!...”

Como es conocido, las honras fúnebres a Frank y su entierro el 31 de julio de 1957 en el Cementerio de Santa Ifigenia, fueron en Santiago una manifestación popular de duelo y de rebeldía, con hondas repercusiones en Guantánamo.

 

Inolvidables acontecimientos

obelisco jesus martin

Resulta evidente que la céntrica ubicación urbana y la frecuencia con que era visitado el laboratorio por diferentes compañeros para llevar y traer materiales, a pocas cuadras del cuartel de las fuerzas represivas, lo hacía más conocido de lo que debiera, a merced de las consecuencias de indiscreciones o del acceso de la información por eventuales delatores (chivatos).

 

Precisamente, Demetrio Montseny Villa, jefe de acción y sabotaje del Movimiento 26 de Julio en Guantánamo, es herido por la explosión tras haber abandonado el arsenal de armas y explosivos, y haber conversado con Fabio, Gustavo y Enrique en el subterráneo.

 

A ellos les reconoció su esforzado trabajo, pues lo hacían desde hacía casi una semana sin salir del sótano. Los exhortó a que mantuvieran esa digna actitud, aportando medios de combate para la causa revolucionaria.

 

Tras subir del depósito, testimonió Villa en diversas ocasiones, en la casa contigua conversa con Berta Cuza y Nelsa Pérez, y al salir lo sorprende la fuerte explosión, uno de cuyos fragmentos lo hiere.

obelisco enrique rodriguez

Villa es recogido y llevado en vehículo al cercano Centro Benéfico por uno de los chivatos, luego ajusticiado por los revolucionarios, revelan diversos testimonios publicados.

 

Lo devastador de la explosión motivó el derrumbe de la casa de Enrique Rodríguez y Berta Cuza. Jesús Martín y Abelardo Cuza acuden de inmediato a auxiliar a los revolucionarios. En eso, llegan los soldados que los detienen y conducen a las afueras de la ciudad, en la carretera hacia Santiago de Cuba, donde los asesinan. El herido Enrique Rodríguez no sobrevivió a las magulladuras en su cuerpo.

    

El tributo eterno

 

Muchos mártires aportó el pueblo guantanamero a la causa de la lucha revolucionaria que culminó con la victoria del Primero de enero de 1959.

 

Pero los caídos aquel 4 de agosto ejemplifican la valentía de los hijos de esta tierra enfrentados en lucha a las fuerzas represivas de Batista, que no cedieron hasta lograr la victoria.

 

Durante esos años de sacrificio muchos realizaron sabotajes, cortes de electricidad, explosiones de petardos, entre otras manifestaciones para apoyar al movimiento revolucionario cubano, o combatieron como integrantes de las fuerzas del Ejército Rebelde en el Segundo Frente Oriental Frank País.

 

Gustavo Fraga, Fabio Rosell, Enrique Rodríguez, Jesús Martín y Abelardo Cuza, como los demás caídos en la lucha revolucionaria reciben el homenaje cotidiano de su pueblo, pues sus nombres identifican para siempre escuelas y centros de salud, instituciones culturales y deportivas, centros económicos y sociales.

 

El sacrificio de su sangre está vivo en la obra de la Revolución. También, como parte de esa obra de desarrollo humano, en las realizaciones personales de las nuevas generaciones que acuden cada año, con gesto agradecido, ante el sitio memorable del monumento a los mártires del 4 de Agosto.

 

Este año, en el aniversario 60 de la explosión del laboratorio y la muerte de aquellos revolucionarios, canciones y poemas, ofrendas florales y reflexiones son especial  momento patriótico y de eterno compromiso ante los inolvidables mártires del pueblo guantanamero.