Ante la amenaza del huracán Irma a la zona norte de la provincia de Guantánamo, se ajustan medidas para garantizar el abasto de agua potable a la población y controlar los afluentes y embalses, de cara a las abundantes precipitaciones que se pronostican.
El delegado en funciones de Recursos Hidráulicos Juan Carlos González Dalmau, declaró que, teniendo en cuenta la disponibilidad actual, se aumentó la distribución del vital líquido para que las personas puedan acopiarlo, en tanto se refuerzan con carros cisternas (pipas) y motobombas a los municipios donde se prevén mayores afectaciones.
Hacia allí, partieron también brigadas de respuesta rápida, con el equipamiento necesario para atender emergencias y solucionar posibles daños a los acueductos.
El directivo advirtió que por la intensidad del meteoro, las inundaciones pueden ser superiores, por lo tanto, se sugiere a quienes viven en zonas bajas, cercanas a ríos y playas, que permanezcan evacuados, y se abstengan de cualquier actividad que pueda poner en peligro sus vidas.
Aunque la provincia más oriental atraviesa una situación de sequía hace tres años – 32 % de su capacidad de llenado, hasta el día hoy- debe controlarse el estado de embalses como Pozo Azul y Los Asientos, ambos en San Antonio del Sur, pues presentan acumulados significativos en relación con su capacidad, peligroso para la población que vive aguas abajo.
Las restantes presas de la provincia pueden asimilar millones de metros cúbicos de agua.
González Dalmau llamó a la población a hervir y tratar el agua con hipoclorito, para evitar riesgos epidemiológicos.
