La remodelación del basculador permitirá al central procesar el 65 por ciento de la caña fresca llegada directamente del campo, con lo que elevará el rendimiento y la eficiencia industrial.

La remodelación del basculador, “puerta de entrada de la gramínea al ingenio”, donde se construyen tres nuevos viradores para caña larga y corta, sustitutivos de la mesa alimentadora, lo cual incrementará la capacidad de molida de tres mil 300 toneladas (t) a tres mil 500 diarias, clasifica como la obra de mayor envergadura.

De acuerdo con Violeta Mesa Castillo, directora de la Empresa Azucarera de Guantánamo, los trabajos en esa área permitirán al central procesar el 65 por ciento de la caña fresca llegada directamente del campo, con lo que elevará el rendimiento y la eficiencia industrial.

También propiciará mayores facilidades operacionales y posibilidad de descarga de camiones y carros ferroviarios en menor tiempo, apuntó.

En el basculador el ritmo de trabajo aumenta a medida que se aproxima la fecha de terminación fijada para el 30 de octubre:

“La tensión es fuerte y se debe al atraso provocado por las lluvias, días de paralización por el huracán Irma y demora en el suministro de gases, fundamentalmente, para realizar diferentes labores”, subrayó Eduanys Tusón García, jefe de mantenimiento del central.

No obstante, el día de la visita de estos reporteros al ingenio -miércoles 11 del presente mes- esperaban por la incorporación de 25 obreros más para incrementar la fuerza de montaje a medida que terminaran los distintos objetos de obra.

Eduanys Tusón García, jefe de mantenimiento del central, aseguró que la tensión es fuerte por el atraso pero aprovechan el tiempo para avanzar en las áreas que lo permiten.

Al decir del directivo, la inversión (a un 49, 52 por ciento de ejecución) la asumen trabajadores especializados de la Empresa de Servicios Técnicos Industriales (Zeti) de Santiago de Cuba, aunque se incorporarán, en su debido momento, fuerzas subcontratadas de la parte mecánica y eléctrica del central.

“Llevamos dos días sin poder hacer nada por causa de las lluvias, hoy reiniciamos las labores pero primero debemos extraer el agua empozada en las diferentes áreas, y obviamente ello aumenta el atraso que rebasa los 30 días”, abundó Aníbal Cisnero Calzado, jefe de obra.

Por esa situación, se pronostica terminar para el 15 de noviembre, es decir una quincena después de la fecha programada, a pesar de extenderse las jornadas laborales, incorporarse dos brigadas y adoptarse otras medidas encaminadas a acortar el tiempo perdido.

“Ahora lo más imperioso es trabajar aceleradamente y con seriedad, sin afectar los parámetros de calidad”, comentó.

Otra inversión es el montaje de una nueva planta para la producción de miel, urea y bagacillo, que multiplicará los volúmenes de alimento para la ganadería vacuna.
Valoradas en más de cuatro millones pesos, ambas obras propiciarán además elevar la calidad del azúcar, renglón exportable aportador de ingresos en divisas al país.

Aunque la mayoría de las combinadas y alzadoras están listas para entrar a los campos, a la Jefa de la Dirección de Atención a Productores le preocupa el deplorable estado de los caminos cañeros.

Avanzar donde es posible

En el Argeo Martínez, único central de la provincia en activo en los últimos años, tras concluir las reparaciones realizarán pruebas y ejercicios en seco que permitirán corregir posibles imperfecciones antes del 11 de diciembre, fecha marcada para el inicio de la molienda.

Sin embargo, el jefe de mantenimiento explicó que dicho proceder, iniciado el primero de julio después de aplicar la norma técnica 52 (limpieza, desarme y conservación), también presenta atraso por inestabilidad en el suministro de gases y amianto, que impide avanzar a las brigadas.

“La turbina de la planta eléctrica llegó tarde y con problemas mecánicos que obligaron a interponer reclamación a Zeti, encargada también de tales reparaciones, por el mal trabajo realizado, y tampoco hemos recibido el rotor del turbo generador, que se repara en La Habana.

“Ese equipo, el que mayor tiempo perdido (10 días) aportó en la pasada zafra, se trasladaba a nuestra provincia y en el camino sufrió una avería que obligó a regresarlo nuevamente a la capital, por lo que habrá que esperar más tiempo”, advirtió.

“Pero no estamos de brazos cruzados y aprovechamos al máximo las jornadas laborales extendidas a más de 12 horas, con sábados incluidos, para avanzar en las áreas que lo permitan”, afirmó Tusón García.

La zafra se decide también en los campos

La maquinaria agrícola y el transporte son claves para la zafra por cuanto se encargan del corte, alza y tiro de la materia prima. En la pasada contienda las constantes roturas de alzadoras y combinadas, junto a las lluvias, impidieron cumplir el plan de azúcar, declaró la directora de la empresa.

“Este año hemos ido al detalle en la reparación de esos equipos para evitar los problemas más frecuentes, y pudimos avanzar gracias a la oportuna disponibilidad de piezas de repuesto y recursos”, explicó Nioby Iznaga Jarrosay, jefe de cosecha en la Dirección de Atención a Productores.

Además del mal estado de los caminos a Rogelio García Moreno (El Guajiro), operador de combinada, lo inquietan problemas organizativos que les impidieron aportar más caña por falta de camiones en la pasada zafra.

“Esa garantía ha permitido alistar la mayoría de las 13 combinadas, 22 alzadoras y 64 camiones que intervendrán en la venidera contienda. Los equipos que faltan se repararán sin dificultad antes de que termine octubre”, apuntó el especialista.

El deplorable estado de los caminos cañeros constituye la principal preocupación para Laritza Pérez Beltrán, jefa de la referida dirección, porque fueron los causantes de las mayores roturas de camiones en la pasada zafra.

“En la venidera debe repetirse la historia, con pasajes más críticos, porque las vías que no pertenecen al patronato de la Empresa Azucarera ni siquiera fueron incluidas en los planes de reparación para el presente año”, alertó.

Sin embargo, a Rogelio García Moreno (El Guajiro), operador de combinada, además de las maltrechas vías lo inquietan también problemas organizativos que les impidieron aportar más caña por falta de camiones, después de planificarse la cantidad que debía cortar en la Unidad Básica de Producción Cooperativa Vidal Megret, en El Caró, intrincado sitio de El Salvador.

Pero tal dificultad, que deben tener en cuenta los responsables para que no se repita, ni las que quedan por resolver, amilanan a los agroindustriales guantanameros, cuyo compromiso es prepararse bien para moler con calidad y eficiencia las 324 mil 448 toneladas de caña planificadas en los 132 días de zafra y cumplir el plan de azúcar.

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