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hospital pedriático Pedro A. PérezNingún servicio de salud pediátrico en Cuba escapa de los efectos del bloqueo económico, financiero y comercial del gobierno de los Estados Unidos contra la Mayor de las Antillas, política que impone severas restricciones materiales y lacera la calidad de la atención médica al paciente.

El doctor Leonides Wilson Chivás, director del hospital pediátrico Pedro A. Pérez de la ciudad de Guantánamo, dijo que la hostil política impacta significativamente en los servicios de cuidados intensivos, donde los equipos que se emplean son muy costosos, entre ellos los de ventilación asistida, algunos inutilizados por falta de piezas de repuesto o componentes, provenientes del mercado estadounidense.

Agregó que de esa unidad, garante del cuidado al paciente grave, se solicitan medicinas que deben transitar obligatoriamente por cuatro o cinco países intermediarios para llegar a la nación caribeña, cuando pudieran adquirirse a menor precio y más rápido en los Estados Unidos.

Precisó que en no pocas ocasiones esos engorrosos y dilatados trámites han costado la vida a un niño, a pesar del esfuerzo del sistema de salud cubano para impedirlo.

Especialista de Segundo Grado en Pediatría, Wilson Chivás recordó que de cada 10 medicamentos comercializados en el mundo, ocho están en manos de empresas o filiales del norteño país, y eso limita su adquisición igualmente para enfermos con padecimientos oncológicos, en ascenso en todo el orbe en edades tempranas, tendencia de la que no escapa esta provincia.

Citó entre esas costosas medicinas a las quinolonas, quimioterapéutico de amplio espectro bactericida que combate, entre otras, las infecciones urinarias, respiratorias y gastrointestinales; las cefalosporinas y la colistina, antibióticos de última generación indispensables en casos de multirresistencia a las bacterias, así como también fármacos más avanzados contra las enfermedades hematológicas.

El servicio de Ortopedia, necesitado de fijadores fabricado por empresas estadounidenses y vitales para los pacientes operados de la cadera, el tomógrafo -inhabilitado por falta de piezas-, y ultrasonidos de baja resolutividad, carentes de transductores para los ecocardiogramas, se resienten de las afectaciones del bloqueo impuesto hace 55 años a Cuba, comentó el galeno.

Explicó que la eficaz organización del sistema nacional de salud, la consagración del personal médico y paramédico del centro y la participación del movimiento de innovadores y racionalizadores, permiten aplicar alternativas para superar los obstáculos y restricciones causadas por el imperio.

La afectación monetaria acumulada por la aplicación de esta política en la salud pública cubana es de dos mil 711 millones 600 mil dólares, mientras que en el periodo de 2016 a junio de 2017 los daños ascienden a más de 87 millones de dólares, según el Informe Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba.

Ese documento será presentado este primero de noviembre en la ONU por vigésimoquinta ocasión, y no incluye el daño real sobre la integralidad del ser humano y el impacto psicológico, que por su naturaleza jamás podrá ser calculado.