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agua uso racional Prácticamente en su volumen muerto estuvo La Yaya a principios de este año. Ahora almacena 72,8 millones de m³. Foto: Lorenzo Crespo

Usar el agua de manera racional continúa siendo una prioridad para esta provincia, sometida periódicamente a fuertes y prolongadas sequías.

Así lo develan los 188,5 millones de metros cúbicos (m3) embalsados (54 % del almacenamiento posible) con que inició el territorio el periodo seco, el cual se extiende en Cuba desde noviembre hasta abril.

De manera que las precipitaciones reportadas en varios meses del presente año y abundantes sobre todo en septiembre, si bien favorecieron las presas, no las beneficiaron con el volumen deseado.

Los 188,5 millones de m3 acumulados al término del periodo lluvioso, representan apenas 30 millones de m3 más que los disponibles al comienzo de la etapa seca precedente y sitúan al territorio, junto con Las Tunas, como el de más bajo acumulado en el país.

El más beneficiado de los embalses fue La Yaya, que salió de su volumen muerto y ahora acumula 72,8 millones de m3, de 160 posibles, para el 46 % de llenado.

El restablecimiento parcial de La Yaya, mayor presa de la provincia, permite retomar de manera inmediata la entrega de agua para el riego agrícola y disponer de mayor cobertura para el abasto a la población del municipio de Niceto Pérez, el poblado de Caimanera, comunidades como Ullao y Malabé, así como al sur de la ciudad de Guantánamo.

Esa habitada urbe tiene además garantía plena de suministro desde la presa Faustino Pérez.

Como medida preventiva frente a las precipitaciones extendidas en la provincia hasta el actual mes de noviembre, en ese embalse se han aplicado en los últimos días acciones hidrorreguladoras para evitar su vertimiento y las posibles avenidas aguas abajo, donde se concentran importantes núcleos poblacionales.

Una estrecha vigilancia se mantiene sobre esa obra hidráulica, construida a principios del actual siglo y dotada de un aliviadero de compuertas para desaguar gradualmente su contenido e impedir inundaciones.

Fuente: Periódico Granma