Imprimir

1seguimos FEU“La FEU de hoy tiene el reto de continuar consagrándose por el progreso de la sociedad, con acciones concretas”, afirma Salas.“La Federación Estudiantil Universitaria (FEU) -que celebra 95 años este 20 de diciembre-, obra de Julio Antonio Mella, es heredera de las mejores tradiciones de lucha por la justicia y la soberanía y constituye la guía del alumnado en las universidades cubanas”, así lo reafirma Reudenis Salas Harteman, ex dirigente guantanamero de esta organización, en conversación con Venceremos.

Incipientes pasos

Corría el 2006 cuando Reudenis ingresó al entonces Instituto Superior Pedagógico Raúl Gómez García –hoy parte de la Universidad de Guantánamo UG-, en la carrera de Licenciatura en Educación especialidad Marxismo-Leninismo e Historia.

“Todo empezó cuando me seleccionaron presidente de brigada, porque como había sido dirigente de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media algunos me conocían. Aquella tarea no fue nada fácil. La FEU demandaba integralidad constante, había que mantener buen rendimiento en el ámbito académico, investigativo y extensionista, sin descuidar ninguno y por cinco años. Claro que al final se logra.

“En segundo hice prácticas pre profesionales en la antigua sede de Niceto Pérez creada en el proceso de universalización de la enseñanza. Allí tuve que presidir la organización en el centro. Una experiencia magnífica aunque más enredada pues había que dirigir los estudiantes desde segundo hasta quinto, en uno de los polos de mayor número de docentes en formación.

“Me vi obligado a conocer, visitar e intercambiar con jóvenes de carreras como Derecho, Medicina y Cultura Física, y trabajadores sociales. Era una universidad extramuros y tenía que dominar las interioridades de cada especialidad para representar los intereses de todos. Recuerdo que participé en reuniones de brigada en policlínicos, donde yo era casi un galeno más.

“Afortunadamente la dirección de la escuela, los profesores, el Partido, la Unión de Jóvenes Comunistas y el estudiantado me apoyaban y ello permitió que durante dos años consecutivos resultáramos Vanguardia en la emulación del trabajo de la FEU.

“Fueron días de fogueo constante, recuerdo que coincidió el séptimo congreso de la organización y hubo que llevar el debate a cada aula. Además junto a los trabajadores sociales se nos encomendaron misiones como el apoyo a la Revolución Energética y hubo que ir a lugares distantes cambiando bombillos incandescentes.

“A finales de tercer año pasé a formar parte del secretariado provincial, para atender la esfera ideológica o sea el movimiento cultural, deportivo, el de los corresponsales e historia, y en cuarto año fui seleccionado presidente provincial.

“De aquel entonces aún me pregunto cómo logré graduarme, porque pasaba más tiempo fuera del aula del que debía. Pero cuando estaba en la clase la aprovechaba al máximo y trataba de sacar las mejores notas. Es cierto que era un reto conjugar la docencia con los procesos de la Federación, pero con sacrificio se logra. Por ejemplo, cuando los demás estaban en casa o de fiesta, estudiaba para estar al corriente con los programas.

“Entre las vivencias que conservo de entonces, está el XVI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes en Sudáfrica, al que fui delegado directo; las reuniones del consejo nacional de la FEU y los activos de los destacamentos Manuel Ascunce Domenech de Pedagogía, Carlos J. Finlay de Medicina, Julio Antonio Mella de Derecho y Manuel Piti Fajardo de Cultura Física.

“También participé como representante de las carreras pedagógicas cubanas en el Primer Encuentro de Estudiantes Latinoamericanos desarrollado en Argentina.

Entonces cursaba el quinto año y era miembro del secretariado nacional en el cargo de coordinador de relaciones con el Ministerio de Educación”.

Momento clave

El 2010 marcó un periodo de cambios estructurales de la Federación Estudiantil Universitaria, pues las nuevas condiciones del país lo demandaban, según lo rememora Reudenis.

“Comenzamos a preparar nuestro octavo congreso y como parte de la comisión organizadora del mismo analizamos modificaciones que implicaban eliminar las estructuras provinciales y municipales, en correspondencia con las novedades del Ministerio de Educación Superior (MES), al disminuir la universalización y centralizar las carreras en las Universidades.

“Aunque existirían las filiales en unos pocos municipios, ya el número de estudiantes no sería el mismo, y la FEU avizoró que debía transformarse. Por eso se tomó como plataforma el 8vo congreso para iniciar el debate, que llegó hasta el entonces ministro del MES Miguel Díaz-Canel.

“Lo traumático fue la implementación porque había sido un logro de la organización estar en la mayoría de los municipios del país y contribuir a la transformación de esos lugares y el desarrollo sociocultural que promovíamos.

“Pero igualmente hubo quienes abrazaron la idea, que deseaban volver a las Casas de Altos Estudios donde se concentraban los grandes catedráticos, porque la formación era distinta cuando se hacían comparaciones.

Así que pese al hecho de que algunos tuvieron que becarse y viajar constantemente, al final lo que primó fue la idea de cambiar”.

¿Una FEU o varias?

Tras decir adiós a la agitada vida de educando, graduado de profesor Salas transitó por el Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas José Maceo Grajales y luego retorna a la UG como secretario del comité UJC, ahí sigue de cerca el trabajo que antes lo apasionó.

“Cada generación que veo pasar noto que le da un matiz distinto a la organización. En mi tiempo, decisiones coyunturales llevaron a grandes movilizaciones y alto protagonismo. A cinco años de dejar la membresía, sé que sigue vivo el espíritu que nos dio razón de ser en 1922. Hay que ver nada más lo que se hace desde los proyectos socioculturales en Guantánamo.

“La FEU de hoy tiene el reto de continuar consagrándose por el progreso de la sociedad, con acciones concretas.

Debe tratar que cada estudiante tenga una tarea que incida en su entorno y en la que actúe no como ente individual, o por una calificación integral, sino por el beneficio de la comunidad.

“Actualmente aquí vivimos la segmentación de la organización entre la UG y la de Ciencias Medicas, resultado de cierta competencia por la calidad, pero que va más allá porque aun no se ha logrado acoplar los intereses de estas instituciones educativas al fin común. Ello ha provocado que procesos que se hacían como organización, se realicen aislados, entre ellos el Carnaval Universitario.

“Pero todo tiene solución. El próximo año será el noveno congreso, habrá que esperar para ver si entonces se gana más en integración y vitalidad de los procesos, al fin y al cabo la FEU es una sola, desde la base hasta el máximo escalón de mando, sin importar más ni menos las estructuras intermedias”.