Evangelia de la Caridad Núñez Prevot cumplió 102 años y lo recibió con la mayor de las sonrisas y baile, ese que inspira a todos los que la ven llegar a esa edad, aunque con muchos achaques, rebosante de felicidad por tener una enorme familia que la cuida como la niña más adorable de la casa.
Nacida el 7 de enero de 1916, desde el 2014 reside en el Hogar de ancianos Caridad Jaca, de la ciudad de Guantánamo, y dice que de allí no hay quién la mueva.
Según cuentan las asistentas que la cuidan, años atrás estuvo internada allí (desde 1998 al 2000), hasta que su único nieto la llevó a vivir con él a Ciego de Ávila, pero Evangelia decidió regresar porque extrañaba las anécdotas de sus amigas, el olor de la ciudad que la vio nacer, su casa-hogar.
Pese a su familia pequeña: un hijo que ya falleció, un nieto y una sobrina que es la encargada de las visitas, no se siente sola, disfruta cada momento de estancia en el Caridad Jaca con los más de 15 ancianos de su sala, y el personal médico. Solo añora las largas horas que dedicaba a la costura y que la avanzada edad y la escasa visión, le han quitado. Cosía todo tipo de ropa, relata.
A pesar de los años y la leve demencia que la acompaña cuando le preguntas cuanto cumple, con una pícara sonrisa dice que son 15 desde hace un tiempo, por eso, esta vez Evangelia está como le gusta, bien peinada y maquillada, para verse hermosa y enamorar, como refiere entre risas, a un joven como este periodista que la entrevistó.
Quienes cuidan de ella y buen parte de los 150 ancianos que residen en el Hogar, la ayudan a ejercitar la memoria y músculos, pero ante los intentos de Evangelia por ponerse de pie, y ser la más bailadora del grupo, tratan de mantenerla sentada para que no se caiga.
Los deseos de disfrutar de la fiesta que le han preparado los promotores culturales y el colectivo de trabajadores de la institución, la mantienen entusiasmada, pues junto a las felicitaciones disfruta del acompañamiento del mariachi, que se arrodilla y le canta las mejores melodías.
A sus 102 años recién cumplidos, Evangelia sigue queriendo ser la primera en todo, a la hora de comer, de bañarse, de bailar, de reír o agradecer. Según refiere el personal que la atiende, así lo exige ella, la joya más longeva de Hogar.
Información relacionada:
Comentarios
Tengo Fe de ello. Mi papá está en ese centro en la modalidad de Casa de abuelos y siempre me cuenta de lo feliz que se siente allí, de las amistades que tiene, de los beneficios que recibe y de cuánto lugares ha conocido desde que asiste a esa institución, hasta "noviecitas" ha tenido, sí más de una.
Quién sabe si en el cumple de Evangelia le regaló un tango de los que él canta.
El adulto mayor en nuestro sistema socialista es un ser priorizado, cuenta con sitios como ese en el que cariño, salud y confort van de la mano
Estuve allí, fue gratificante ver a los ancianos pasar un buen momento. Espero que llegado el momento de ser como ellos, pueda recibir tales atenciones.
Saludos;-)
Suscripción de noticias RSS para comentarios de esta entrada.