Con la entrega de carnés a nuevos militantes del Partido, tras una peregrinación popular desde el centro de la ciudad y el depósito de una ofrenda floral por niñas y mujeres de la generación mayor en el monumento a los caídos el cuatro de agosto de 1957, los guantanameros rindieron homenaje a sus mártires de la lucha revolucionaria.

La muerte ese día de los combatientes Gustavo Fraga Jacobino y Fabio Rosell de Río, en la explosión accidental de una fábrica de bombas del Movimiento 26 de Julio; aprehendidos, torturados y asesinados por sicarios de la tiranía Enrique Rodríguez Picazo, herido en el estallido, así como Jesús Martín Leyva y Abelardo Cuza, vecinos y colaboradores, fue rememorada en la ocasión.Los hechos acaecieron en un “laboratorio” subterráneo en el hogar de Rodríguez Picazo y Berta Cuza, en Aguilera número 751, entre San Gregorio y Santa Rita, en el contexto de la huelga revolucionaria por el asesinato en Santiago de Cuba de Frank País García, el 30 de julio anterior, con intensas acciones en Guantánamo, recordó Rafael Pérez Fernández, miembro del Buró provincial del Partido, en las palabras centrales.

Guatnameros y su legado para las nuevas generaciones, en la continuidad de la obra y el perfeccionamiento actual de nuestra sociedad, al estimar los logros e insatisfacciones.

El acto fue presidido también por la también integrante del Buró provincial del Partido Odalis Fuentes Córdova; Nancy Acosta Hernández, presidenta de la Asamblea provincial del Poder Popular; José Duvergel Rodríguez y Henry Rodríguez Terrero, primer secretario del Partido y jefe del gobierno en el municipio cabecera; Gilberto Argüelles Rodríguez, presidente de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana (ACRC) en la provincia, otros dirigentes de organizaciones de masa y del Estado aquí, y familiares de mártires de la Revolución.