maisi viviendas solucionesEl barrio de Limones, donde se proyecta la construcción total de 70 petrocasas, incluye también instalaciones de servicios y parques.

Tras las millonarias pérdidas provocadas por el huracán Matthew al municipio de Maisí, la estrategia de recuperación aprobada por el Estado cubano fue reponer, primero, los techos derrumbados parcial y completamente, luego las viviendas con afectaciones leves en paredes y por último, atender los derrumbes totales.

En ese orden, de lo menos a lo más complejo, 5 mil 143 familias habían solucionado las afectaciones a sus viviendas al cierre de 2017, o estaban en vías de lograrlo; mediante las distintas formas de pago aprobadas para facilitar la adquisición de materiales de la construcción.

Además de la bonificación del 50 por ciento del valor de los productos otorgada por el Gobierno revolucionario a los damnificados, estos pudieron acceder a créditos bancarios, subsidios u otras formas de obtención de dinero y recursos, otorgamientos concentrados desde finales del pasado año en la construcción de viviendas para aquellos que perdieron todo, como parte de la segunda etapa de la restauración.

maisi viviendas soluciones2La vivienda combinada de Jesús Ricardo Rodríguez, residente en Jobo Claro, es una muestra de la utilización de tablas de palma en puertas y ventanas.

De palma

En la comunidad de Jobo Claro, perteneciente al consejo popular de Sabana, se sienten los ruidos de la construcción.

Allí, como en todo el municipio, familias que perdieron sus hogares edifican nuevos, apoyados por brigadas de Comunales, Cultura, Hidrología y las empresas Alimentaria, Agroforestal y de la Construcción, así como otras entidades inmersas en el proceso de recuperación.

Tal es el caso de Jesús Ricardo Rodríguez, a quien poco le falta para terminar.

La suya es una de las que llaman “combinadas”, porque tienen un metro paredes de bloque y luego completan su altura con madera –en su caso recuperada de la casa anterior- o tablas de palma, este último material usado también para puertas y ventanas.

El techo de zinc, tradicional por estos lares, cubre los 25 metros cuadrados de la célula básica habitacional, repartidos en una sala continua con cocina, dos cuartos y un baño.

De esa tipología se levantan quince en el territorio, explica Miguel Samón Toirac, director municipal de Vivienda, quien asegura que es menester de ese ente pagar a las empresas constructoras, para luego convenir con los moradores el precio.

No obstante, explica Dayana Ricardo Gómez, se han presentado problemas para la adquisición de la tornillería y el acero, necesarios para fijar la cubierta y fundir la meseta de la cocina, respectivamente.

Lo reafirma Ramiro Montero Miret, presidente del Consejo Popular de Sabana, quien asegura que los damnificados que concluyeron la documentación están recibiendo los materiales, pero hay problemas con la entrega de cabillas, puntillas y áridos, estos últimos procedentes del molino local.

Otras personas con los recursos en la mano, carecen de fuerza de trabajo por irresponsabilidad de las instituciones que deben prestar ayuda.

Por otra parte, ya están terminadas las dos viviendas hechas totalmente con tablas de palma por la Agroforestal, esas de menor costo, pues tienen apenas cuatro metros de largo por seis de ancho, dos habitaciones, sala pequeñas y baño.

maisi viviendas soluciones3En Jobo Claro, dos viviendas de 4 metros de largo por 6 de ancho fueron levantadas totalmente con tablas de palma.

Peñascos

Los techos rojos y casas pintorescas de Barrio Nuevo, Barrio Tricolor, en Punta de Maisí y Santa Marta, o las casas reparadas que se avistan desde la carretera, son apenas un asomo de algo mucho mayor, un programa de recuperación de viviendas que, además de sanar las heridas de Matthew, se extenderá por varios años a fin de mejorar el fondo habitacional del municipio más oriental de Cuba.

Dicho en números, de los 3 mil 398 derrumbes totales ocurridos en ese territorio, mil 56 están en vías de solución o han concluido, para lo cual se otorgaron 863 bonificaciones y 760 módulos de montaña, que incluyen 20 bolsas de cemento, techo, 30 kilogramos de puntillas, medios de alumbrado y cables eléctricos.

Los subsidios para la construcción de células básicas habitacionales (25 metros cuadrados) ascienden a 304, en tanto otras familias recibirán 85 mil pesos para la reconstrucción por esfuerzo propio, cifra que incluye el pago de la mano de obra.

En la Máquina, a su vez, se hicieron 3 edificios construidos con tecnología Forsa, mientras las nombradas petrocasas llegarán a la Punta y Los Llanos, además del asentamiento de Limones, donde se declararon listas 32 de las 70 proyectadas.

En este último, 21 viviendas ya están ocupadas por familias provenientes del antiguo barrio de igual nombre, mientras el resto de los beneficiados esperan por la gestión de Emplomat, empresa especializada en el manejo de explosivos, que creará las condiciones para la cimentación de una laguna de oxidación para el tratamiento de aguas residuales, pues el tanque séptico instalado ahora es insuficiente en relación al volumen de desechos que supone el aumento de la población del barrio.

En las nuevas casas, firmes, blancas –y dicen que a prueba de ciclones- los contratiempos han sido pequeños y resueltos tempranamente por los propios integrantes de la Brigada 3 de Vivienda, perteneciente a la Empresa provincial de la Construcción, que en estos momentos labora en el montaje de los 38 domicilios previstos a concluir este año.

Lo confirman Yanelis Domínguez y Eulises Pelier, quienes se mudaron hace poco más de un mes, y ahora se enrolan con otros vecinos en la organización para el cuidado de los animales, pues en la nueva comunidad no los pueden tener en casa.

Rosa Elena Matos Hernández, por su parte, advierte sobre la necesidad de construir una cisterna –o por lo menos autorizar que los vecinos hagan la propia- pues el agua potable que llega desde los acueductos no es estable, y a veces, en momentos de lluvias fuertes y crecidas de ríos, se interrumpe el servicio.

Al respecto, Modesto Laffita Cobas, jefe de la obra, dice que el barrio incluye un reservorio de agua colectivo e instalaciones de servicios, parques y espacios comunes. A la vez, adelantó que las residencias en ejecución, disminuyen sus medidas de 78 metros cuadrados a 56, en correspondencia con los recursos disponibles para la ejecución.

maisi viviendas soluciones4De los 3 mil 398 derrumbes totales, mil 56 están en vías de solución o han concluido, aseguró Miguel Samón Toirac, director de Vivienda en el municipio Maisí.

Aprender lo nuevo

Las petrocasas, fabricadas con más de 200 perfiles de Policloruro de Vinilo (PVC) que conforman sus paredes, y reforzadas con 2.5 toneladas de acero y hormigón, están diseñadas no solo para resistir meteoros, sino para mejorar la calidad de vida de sus moradores.

El proyecto urbano del barrio implica un enfoque comunitario orientado hacia la uniformidad y el orden, lo que supone también un comportamiento social distinto asociado a la convivencia y el cuidado de lo transformado, reto que asumen hoy sus pobladores, en el largo pero gratificante camino de la recuperación.

Tendrán que aprender a convivir, también, los residentes en los edificios multifamiliares entregados en La Máquina, donde comienzan a apreciarse –dice Maide Gainza Matos, una de las residentes- las primeras muestras de indisciplina y falta de higiene.

Allí, las microlocalizaciones están hechas para muchos más apartamentos que los actuales, por lo que sus vecinos deben asumir nuevos hábitos de colectividad, algunos perneados de viejas costumbres, pero que son requisitos para coexistir armónicamente en un barrio nuevo, y mejor.

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