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flor crombetMayor General Flor Crombet.

Francisco Adolfo Crombet Tejera nació en El Cobre, Santiago de Cuba, el 17 de septiembre de 1851. Su padre, dueño de una dotación mantuvo relación con una esclava de la cual fue fruto Flor, quien criado por sus tíos paternos recibió una esmerada educación.

Durante la Guerra Grande formó parte de las huestes mambisas. En esta etapa sufrió, en el combate de El Naranjo el 10 de febrero de 1874, una herida en el labio superior que lo marcó para siempre. Participó junto a Maceo en la Protesta de Baraguá y por sus méritos militares fue ascendido por el Gobierno Provisional al grado de general de brigada.

 

Culminada la guerra e insatisfecho con los resultados de la revolución, se vinculó a los nuevos intentos independentistas y regresó a Cuba como parte de las fuerzas que se enrolaron en la Guerra Chiquita. En esta ocasión, fue víctima del racismo; traicionado y detenido sufrió veintitrés meses de prisión en el destierro español, de donde se fugó para incorporarse a la emigración.

 

En esos quince años de calma turbulenta Flor realiza un periplo en función de sus actividades revolucionarias: desempeña un papel aglutinante y decisivo, recoge fondos, organiza expediciones, media entre líderes y no deja de estudiar la logística militar. Se preocupa por conocer la situación internacional, mientras trabaja en lugares inhóspitos sin abandonar su levita y su chaleco.

 

Malogrado el Plan de la Fernandina por la desafortunada e inoportuna delación, y escasos de recursos para el arribo a Cuba de los jefes revolucionarios, Crombet dice en carta a Martí que puede sin dilación enfrentar el reto. La posibilidad de poder adquirir embarcación en menos costo, hace a Martí, en consulta a Gómez, determinar ponerlo al frente de la expedición.

 

Después de vencer serias contradicciones y desacuerdos, iniciada ya la guerra en Cuba, embarcan en el navío alemán Adirondack a las seis de la tarde del día 25 de marzo desde Puerto Limón, Costa Rica. Alistados iban Antonio y José Maceo junto a Crombet, jefe de la expedición y otros veinte entre los que estaba el valiente Arcid Duverger.

flor crombet homenajeEl general de brigada Flor Crombet encabezó la expedición de la goleta Honor que desembarcó en Duaba, Baracoa, el primero de abril de 1895, y cayó en combate en Alto de Palmarito, Yateras. (Foto de Archivo)

Con la goleta Honor a Cuba. Caída en Alto de Palmarito

 

La travesía los llevó a Kingston, Jamaica, donde permanecieron dos horas en puerto acosados, ya por las autoridades españolas alarmadas por el embarque de Antonio Maceo, razón que atemorizó al capitán del navío que determinó llevarlos hasta Isla Fortuna en Bahamas y ponerlo en contacto con el vicecónsul norteamericano Farrington, quien dijo en negociaciones a Crombet: “[…] señores, me voy a jugar mi reputación y mi fortuna por la causa de Cuba”, y puso en sus manos la goleta “Honor” y una tripulación.

 

A las cuatro de la tarde del día 30, salieron hacia Inagua bajo los embates de una tormenta y navegando con las luces apagadas por la amenaza española que recorría la zona marítima en su búsqueda. Finalmente, con un mar embravecido divisaron a la una de la mañana las luces del faro y sin poder lanzar los botes al agua, la opción fue sacrificar la goleta contra la costa.

 

Mal armados y desorientados se pusieron en marcha. Pronto supieron que habían arribado a tierra cubana por la desembocadura del río Duaba en Baracoa. Era la madrugada del 1ro de abril de 1895. Después de días de terrible y agotadora marcha bajo la persecución implacable del enemigo, el día cinco se produce el encuentro con los feroces e inhumanos Voluntarios de Yateras comandados por el bárbaro teniente Pedro Garrido Romero.

 

Delatados por el práctico Desiderio Lara y conocedor Garrido del interés de España por acabar con los Maceo y Crombet, inició sin descanso la persecución. El ocho en La Alegría la derrota cubana dispersó las fuerzas que ante la jauría humana, sin descanso, con los pies sangrantes y hambrientos trataron de burlar el cerco.

 

El 10 de abril oye el general Maceo un nutrido tiroteo proveniente de la zona del Alto de Palmarito y exclamó “Ese es Flor que se bate”. Fue su último combate. Muerto Flor, el afán de los voluntarios se centró en Antonio Maceo. Quedó para la posteridad su gloria independentista y su determinación inclaudicable de hacer a Cuba libre.

 

El 30 de junio de 1899, la comisión ejecutiva de la Asamblea de Representantes de la revolución cubana, expidió su grado de Mayor General con antigüedad primero de abril de 1895.