Foto 1 1“Orientamos no talar los árboles huecos a favor de su resguardo y preservar los arbustos preferidos por las jutías para su alimentación”, afirma Yamilka Joubert Martínez, directora de la UPSA.La caza furtiva de la jutía, escasos sondeos sobre su bienestar e insuficiencias en los estudios ecológicos de esa especie amenazada de extinción, son identificadas entre las principales causas de la reducción poblacional de esos roedores en el Parque Nacional Alejandro de Humboldt (PNAH), según revela una investigación promovida por la Unidad provincial de Servicios Ambientales (UPSA) en Guantánamo.

Evaluar el estado de la población silvestre de la familia zoológica Capromydae (jutías), y la influencia humana en su protección, son objetivos cardinales de las pesquisas que apuntan a una metodología de conservación de esos mamíferos endémicos de Cuba en el núcleo principal de la Reserva de la Biosfera Cuchillas del Toa.

Sobre la estrategia de preservación, Venceremos dialogó con Yamilka Joubert Martínez, directora de la UPSA, quien destacó la urgencia de incrementar el personal técnico dedicado a las pesquisas sobre las jutías conga (capromys pilorides) y andaraz (mesocapromys melanurus), en aras de mejorar las gestiones en el área protegida más importante del archipiélago cubano.

¿De qué manera los habitantes de las comunidades asociadas al Parque Nacional inciden en el descenso progresivo de las poblaciones de jutía?

“Se comprobó que los moradores de las comunidades ubicadas en la subregión Sagua-Baracoa usan frecuentemente a la jutía como alimento. En la medicina, su grasa es utilizada para combatir la otitis (inflamación del oído), la sordera y el asma bronquial, tradición antiquísima en esos lugares.

“Sus intestinos secos se emplean como cuerdas para instrumentos musicales rústicos, mientras que los huesos y la sangre se manejan en rituales religiosos sincréticos.

“La cría en cautiverio, elemento importante para disminuir la presión sobre las poblaciones silvestres, es baja en los pobladores de la zona de amortiguamiento y en el interior del área protegida. Como mascota escogen exclusivamente a la jutía conga, más domesticable que la andaraz, de conducta huidiza”.

En la cadena alimenticia, la jutía también es víctima de depredadores naturales y de especies exóticas invasoras que menguan sus poblaciones ¿Cómo revertir este problema desde la ciencia?

“Entre los depredadores naturales de la jutía figuran el gavilán de monte, la lechuza y el majá de Santamaría. De las 18 especies de mamíferos identificadas en el PNAH, la mitad de ellas son exóticas invasoras que fueron introducidas en Cuba por los colonizadores españoles.

“Aún no disponemos de información precisa sobre los daños de la rata negra, perros y gatos jíbaros, y la mangosta sobre las jutías, con las que comparten nexos, hábitats, refugios... condición que puede desencadenar epizootias o enfermedades contagiosas caracterizadas por su rápida propagación, al atacar a un número inusual de animales en el mismo lugar.

“Hasta el momento, las pesquisas arrojan que no existe manifestación clínica de brucelosis, leptospirosis y rabia en las jutías examinadas ni en las comunidades humanas del Parque Nacional.

Foto 2 1La jutía conga es la de mayor tamaño y la más popular de las especies de jutías que habitan en Cuba.

“Sin embargo, se comprobó que su caza furtiva es más nociva que la acción de los depredadores naturales y exóticos. De ahí la importancia de fortalecer la educación ambiental en las comunidades del interior y próximas al PNAH, con la óptica de que la conservación biológica y el bienestar social son opciones complementarias, no contrapuestas.

“Por ello, motivamos a los jóvenes de la zona para que se formen como profesionales y técnicos en materias afines a las actividades de conservación del Parque Nacional, para que en el futuro sean ellos quienes manejen los recursos naturales del lugar.

“Creamos Círculos de Interés con los niños en las escuelas, para inculcar el amor a la naturaleza y socializar el conocimiento sobre la jutía. Para ello se colectaron algunos ejemplares para que los infantes los caracterizaran, dibujaran y aprendieran a identificar.

“Los animalitos fueron liberados en su medio natural, como gesto de conservación y protección. Los resultados y logros de nuestras investigaciones sobre la especie se divulgaron entre los maestros y miembros de las comunidades.

“Hoy enfrentamos el desafío de aumentar el conocimiento sobre las complejas causas y efectos en el hábitat de las jutías, concientizando a la ciudadanía en la necesidad de prevenir el deterioro ambiental y los daños sociales derivados de prácticas nocivas en detrimento de la diversidad biológica”, destacó la dirigente.

Foto 3La andaraz, jutía endémica del oriente cubano, se diferencia de la conga por su menor tamaño y hábitos de vida arborícola.

Comentarios   

0 #1 Elio Antonio 22-05-2018 17:47
Hola:-(

Según Ecured, es majá de Santa María, no "majá de Santamaría".

Me resulta preocupante saber que en una zona protegida, no se tengan controladas las causas conocidas que provocan la disminución de una especie animal.

Saludos.
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