Emilio juristaMáster en Ciencias Jurídicas Sergio Emilio Castillo Torres, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Guantánamo

El proceso de reforma constitucional en marcha, recientemente iniciado con la creación de una comisión de 33 diputados que actualmente redacta un anteproyecto, dotará al país de una nueva Constitución de la República de Cuba, adecuada a los cambios económicos y sociales que se han producido en él, para su ordenamiento político y jurídico en el presente y en el futuro.

Es de gran importancia que los ciudadanos conozcan la Constitución, por tratarse de la ley fundamental del país, cuya reforma en proceso será sometida a referendo de la población para poder ser aprobada, destaca el Máster en Ciencias Jurídicas Sergio Emilio Castillo Torres, entrevistado a propósito del tema por Venceremos.

El profesor principal de la asignatura de Derecho Constitucional, en el departamento de Derecho de la facultad de Ciencias Sociales y Humanísticas de la Universidad de Guantánamo, subraya la necesidad de la reforma para atemperar el documento a los cambios económicos y sociales producidos en el país, en los últimos 43 años desde la promulgación de la actual constitución en 1976.

La misma ha sido reformada parcialmente en tres oportunidades, pero los cambios producidos en la vida de la nación demandan una reforma total en correspondencia con esas transformaciones.

De antecedentes y razones para el referendo

La Constitución se ha denominado por la doctrina jurídica Ley de leyes, Ley fundamental, Carta magna (carta grande), porque es el documento jurídico y político más importante que regula de forma general la vida económica, política y social de una nación, comienza definiendo el también presidente del capítulo de Derecho Constitucional y Administrativo de la Unión de Juristas de Cuba en la provincia.

Recuerda que en Cuba han regido diferentes constituciones, aún desde la época colonial española, con la constitución de Cádiz (1812); luego estuvieron las constituciones mambisas en Cuba Libre (Guáimaro, Baraguá, Jimaguayú, La Yaya), republicanas (1901, 1940), la Ley fundamental de 1959 con la Revolución que rige durante 17 años, hasta que en 1975 se redacta y al año siguiente se establece la actual Constitución Socialista, aprobada por referendo popular.

“El derecho es dialéctico. Cuba no es la de hace más de 40 años: en los años 90 desapareció el campo socialista del que formábamos parte, se produce una crisis económica, hay necesidad de acudir a inversiones extranjeras, empresas mixtas y otras alteraciones que transformaron las formas de propiedad y por ende la política y la sociedad.

“Esos cambios desde el punto de vista social, económico y político no estaban previstos en este documento, de modo que la reforma parcial sirvió para atemperarlo a la inversión extranjera, en 1992, por ejemplo. Ante las peligrosas amenazas del gobierno de los Estados Unidos a la soberanía nacional, otra reforma parcial en 2002 refrendó la irrevocabilidad del socialismo en Cuba, que es una cláusula de intangibilidad”, detalla el especialista.

“Además de la justificación doctrinal para la reforma, que es la atemperación de la Constitución a la realidad, está la jurídica, que se contiene en el único artículo 137, del capítulo XV, que también establece, en su segundo párrafo, que al tratarse de una reforma total, como es el caso, debe recurrirse al procedimiento del referendo popular.

“Hasta el momento se habían hecho reformas parciales, para las cuales sí está facultada la Asamblea Nacional del Poder Popular, que tiene atribuciones legislativas y constituyentes. Pero ahora se trata, repito, de una reforma total, que requiere el mencionado procedimiento”.

ConstituciónLa constitución actualmente vigente fue aprobada por el pueblo en 1976.

Contenido y momentos del proceso

Continúa explicando el jurista que, aunque en el anteproyecto deben mantenerse artículos como el papel del Partido y la irrevocabilidad del socialismo, entre otros definitorios, en esta etapa se introdujeron y son cada vez más protagónicas las formas, por ejemplo, del trabajo por cuenta propia ampliado, y también se tiene en cuenta la necesidad de precisar derechos y deberes de los ciudadanos.

“Como se ha informado por todos los medios a la población, en este momento la comisión de diputados, encabezada por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, trabaja en la redacción del anteproyecto que debe presentar a la Asamblea Nacional para su consideración. Luego viene la continuación del proceso que es la discusión de ese anteproyecto por el pueblo, al que el presidente Díaz-Canel ha definido como una gran asamblea constituyente, pues serán todos los ciudadanos los que darán sus criterios, sugerencias y opiniones durante el gran debate que seguramente generará.

“Será un proceso de varios meses, a partir de julio; luego la comisión redactora tendrá que valorar y hacer las modificaciones al anteproyecto resultantes de la discusión popular, presentará después la nueva versión a la Asamblea Nacional que deberá aprobar ese anteproyecto enriquecido, y disponer la realización del referendo, es decir, la votación para la Constitución por todos los ciudadanos legalmente facultados.

“El visto bueno es del pueblo. Para considerar legítima una Constitución entre los requisitos está ser resultado de una asamblea constituyente, que en nuestro caso es el pueblo cubano, y su aprobación por referendo, que es una votación directa del mismo pueblo, para que se convierta en un documento de consenso, aprobado por la mayoría. Por eso, la importancia del proceso en que estamos.

“Considero que se está trabajando para que sea una buena Constitución, inclusiva, de derechos y deberes, tomando en cuenta que estos son progresivos, es decir, se han ido ampliando por las generaciones en el mundo a lo largo de la historia, en la actualidad muy marcados por el desarrollo científico técnico, las nuevas tecnologías de la informática y las comunicaciones, y deben ser tomados en cuenta en la nueva Constitución.

Máxima expresión jurídica y política del socialismo próspero y sostenible

En ese sentido, el entrevistado concuerda en que la nueva Constitución debe ser la máxima expresión jurídica y política del socialismo próspero y sostenible que proyectó el VI Congreso del Partido.

Aprecia el profesor que, ya desde el punto de vista técnico, se trata de un tema complejo de tratar y exponer. “Como constitucionalista yo supongo que en la nueva Constitución que se apruebe deben mejorarse la expresión de las garantías de los derechos, no solo reconocerse como tales y que exista condicionalidad material para su ejercicio, sino que se precisen mecanismos a los cuales el ciudadano pueda acudir cuando considere que se han vulnerado sus derechos.

“Las garantías –detalla Castillo Torres- dentro del ordenamiento jurídico deben funcionar como sistema. En la nueva constitución deben perfeccionarse los sistemas de garantías existentes, pues no basta solo el reconocimiento, y existencia de condiciones materiales para su ejercicio.

“Además de que existe la voluntad política del Estado en el respeto a los derechos se precisa que el texto constitucional esté dotado de instrumentos o mecanismos para que el ciudadano pueda acudir a ellos cuando de alguna forma considere que estos le han sido vulnerados.

“Esos mecanismos están ausentes hoy como un sistema de nuestro texto constitucional, pues a excepción de la Fiscalía como garante no jurisdiccional de los derechos ciudadanos, el artículo 63 refrenda el derecho de queja, ambos con  determinadas  limitaciones y  algunos procesos por la vía jurisdiccional que pueden utilizarse de manera indirecta para la defensa de los derechos.

“Por eso, las mencionadas garantías necesitan perfeccionarse y sistematizarse dentro del texto constitucional, pues se encuentran dispersas tanto dentro como fuera de la Constitución. No es que no existan sino que tienen que perfeccionarse”.

Castillo Torres aprecia que la divulgación del proceso de reforma entre la población es primordial, sobre todo conocer el anteproyecto en su momento, a partir de ser aprobado por la Asamblea Nacional, para lograr una participación consciente, activa y potenciada en su discusión, que es una forma de ejercer poder.

“Para que el país sea estable y creíble necesita que su pueblo participe en este proceso de reforma constitucional con el mayor protagonismo”, concluye.

¿Por qué procede la REFORMA CONSTITUCIONAL?

La actual y vigente Constitución de la República de Cuba fue aprobada en referendo popular, mediante el voto libre, directo y secreto, en el que votó el 98 por ciento de los electores, de los cuales el 97,7% lo hizo afirmativamente, el 15 de febrero de 1976.

El 24 de febrero de 1976 fue proclamada esta Constitución en acto solemne y público.

La ley de Reforma Constitucional aprobada el 26 de junio de 2002 ratificó en todas sus partes la Constitución de la República e introdujo la modificación de que el carácter socialista y el sistema político y social contenido en ella sean declarados irrevocables, como digna y categórica respuesta a las exigencias y amenazas del gobierno imperialista de Estados Unidos.

Esa modificación estipula en su Capítulo XV: Reforma constitucional:

“ARTICULO 137. Esta Constitución sólo puede ser reformada por la Asamblea Nacional del Poder Popular mediante acuerdo adoptado, en votación nominal, por una mayoría no inferior a las dos terceras partes del número total de sus integrantes, excepto en lo que se refiere al sistema político, social y económico, cuyo carácter irrevocable lo establece el artículo 3 del Capítulo I, y la prohibición de negociar bajo agresión, amenaza o coerción de una potencia extranjera, como se dispone en el Artículo 11.

“Si la reforma se refiere a la integración y facultades de la Asamblea Nacional del Poder Popular o de su Consejo de Estado o a derechos y deberes consagrados en la Constitución, requiere, además, la ratificación por el voto favorable de la mayoría de los ciudadanos con derecho electoral, en referendo convocado al efecto por la propia Asamblea”.

El presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al presentar la comisión encargada de la redacción del anteproyecto de la nueva Constitución, subrayó que en la misma “se tendrán en cuenta los principios humanistas y de justicia social que configuran nuestro sistema político, y considerar como pilares inconmovibles la irrevocabilidad del sistema socialista que soberanamente adoptó nuestro pueblo; ratificar hoy más que nunca, la unidad nacional y el papel del Partido Comunista de Cuba, como vanguardia organizada y fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado”.

Igualmente, instó a que, durante el proceso para crear la nueva Ley de leyes, “trabajemos en lograr una norma constitucional que refleje la perdurabilidad de una nación soberana, independiente, socialista, democrática, próspera y sostenible, a la vez, más inclusiva, donde se fortalezca la institucionalidad del Estado revolucionario y prevalezca la prédica martiana de que la ley primera de nuestra república sea el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre”.

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