hotel guantanamo proteccion ambiente“Nuestras acciones para proteger el ozono están dirigidas al control del manejo del cloro y el empleo de gases refrigerantes menos agresivos”, indica Pastor Ortiz Imbert, Jefe de Servicios Técnicos.

Considerables reducciones en el uso de sustancias agotadoras de la capa de ozono (SAO) exhibe el hotel Guantánamo, establecimiento de la cadena Islazul aspirante a declararse libre de clorofluorocarbonos (CFC) e hidroclorofluorocarbonos (HCFC), gases que dañan al manto que protege la vida en la Tierra.

El mayor complejo hotelero de la provincia mantiene estrictos controles en el almacenamiento y uso del cloro empleado en la desinfección del agua en la piscina, pues la radiación solar y las actividades con elevado número de bañistas contribuyen a la evaporización del elemento químico que luego se desprende hacia la atmósfera.

El Máster en Ciencias Pastor Ortiz Imbert, Jefe de Servicios Técnicos, subrayó que “en el hotel almacenamos el cloro en un lugar cerrado, con mucho cuidado, para evitar derrames accidentales.

“En el territorio, cuatro de los seis establecimientos de Islazul disponen de piscinas que consumen 30 kilogramos al mes, con una disolución acorde a la norma cubana de salud, indicativa de que el agua debe contener hasta tres miligramos por litro (concentración máxima)”, explicó el Ingeniero en termoenergética.

También agregó que “desde el año 2005 sustituimos paulatinamente el gas Freón 12, actualmente prohibido en Cuba. Ese tipo de refrigerante, sustituido por otros mucho menos agresivos al ozono, lo usaban más de un centenar de equipos en los diferentes unidades turísticas.

“Faltan por sustituir algunos aires acondicionados de ventana que utilizan el Freón 22, el cual estaba previsto a eliminarse en el 2010, pero esa tarea debe concluirse cuando lo permita la difícil situación económica y financiera del país”, recalcó.

Tales acciones apuntan hacia una toma de conciencia por los directivos, técnicos y trabajadores del Turismo sobre la necesidad de desechar el uso de gases nocivos para la vida y promocionar tecnologías alternativas, amigables con el medio ambiente.

Inaugurado el 28 de enero de 1980 con 124 confortables habitaciones, el hotel Guantánamo es un ejemplo de cuanto puede lograrse cuando existe voluntad para cumplir el mandato de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), entidad que en 1995 instituyó el 16 de septiembre como Día Mundial para la conservación de la capa de ozono.

El manto, ubicado en el anillo exterior de la Tierra, entre 15 y 50 kilómetros de la estratosfera, sirve de escudo al planeta contra las emanaciones solares de rayos ultravioletas.

El agujero de la capa de ozono, según imágenes satelitales recientes, abarca más de 20 millones de kilómetros cuadrados. El mayor debilitamiento se concentra cerca de Chile y Argentina, aunque Australia también es otra de las zonas más afectadas.

Según estimados de la ONU, con la reducción o eliminación gradual de los CFC y HCFC, se puede lograr que millones de personas se salven de padecer cáncer en la piel, cataratas y otras enfermedades relacionadas con la visión y el sistema inmunológico.

En ese sentido, en Cuba se reduce cada año el consumo de bromuro de metilo, tetracloruro de carbono y metilcloroformo (también degradantes de la franja protectora), según el compromiso establecido sobre la base de los acuerdos del Convenio de Viena y el Protocolo de Montreal, ratificado en 1992.

piscina hotel guantanamoLa piscina del hotel libera el dañino cloro hacia la atmósfera en momentos cuando hay elevadas cifras de usuarios.

Otras acciones locales

Para reducir las emisiones de gases agotadores, en el Complejo educacional José Maceo Grajales funciona un aula-taller especializada en buenas prácticas de refrigeración donde se imparten cursos de capacitación a estudiantes de la enseñanza politécnica, especialistas, mecánicos y cuentapropistas de la provincia de Guantánamo.

El recinto, dotado con nuevos equipos, herramientas y otros recursos técnicos necesarios, contribuye a la preparación del personal vinculado a las tareas de mantenimiento y reparación de refrigeradores y climatizadores.

Los cursos se encaminan a sentar las bases del conocimiento teórico y práctico para la reconversión gradual de equipos obsoletos que funcionan con HCFC, y el trabajo con refrigerantes y tecnologías alternativas que permitan mayor eficiencia, ahorro de energía, recursos y seguridad.

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar

feed-image RSS