cucho guantanamero centenarioLlevo siempre a mi Guantánamo en el corazón, dice Cucho

Poseedor de una vitalidad envidiable y carisma peculiar el guantanamero Rafael Suárez Rojas, se sumó recientemente a la honrosa lista de cubanos y cubanas con 100 años o más.

Se admirable memoria le permite recordar su fecha de nacimiento el 31 de octubre de 1918, en el pueblito de Palizada, entonces jurisdicción de Tiguabos, y territorio perteneciente en la actualidad al municipio de El Salvador.

Rafael, a quien todos conocen por “Cucho” nos habla de sus padres, la señora Felipa Rojas y el mambí Rafael Suárez Castellanos, quienes tuvieron cinco hijos.

“Era una época de vacas flacas – dice sonriente Cucho- y por eso, aunque el viejo tenía una finca propia, muy duro tuvimos que trabajar desde muchachos”.

Es en ese entorno y siendo todavía adolescente, que escucha hablar por vez primera de justicia social, del derecho a la tierra para los campesinos que la trabajaban, pues su padre compartió los ideales de luchas que entonces defendían Lino de las Mercedes Álvarez y los labriegos de la cercana zona del Realengo 18.

Entonces Rafael para subsistir tuvo lo mismo que recoger café, o cortar caña, sembrar la tierra y aserrar madera. Por dicha razón el estudio quedó relegado, y no estuvo presente hasta el triunfo de la Revolución cuando, con la Campaña de alfabetización, logró aprender a leer y a escribir.

Junto a su inseparable esposa Gertrudis o mejor dicho “Tula”, se trasladó a la ciudad de Guantánamo, donde forja lo que él llama su gran orgullo: una familia compuesta por sus siete hijos, más nietos y bisnietos.

En pleno auge del proceso revolucionario se incorporó a las milicias y a cuantas movilizaciones productivas fuera llamado; méritos por los que en 1963 se le otorga la condición de militante del Partido Comunista de Cuba (PCC), en el que se mantiene activo y mes tras mes participa en la reunión de su núcleo de jubilados.

Este reportero tras sorprenderse al conocer que el padre de Cucho vivió 107 años y su madre poco más de 100, le pregunta si hay algún secreto genético en esta longevidad familiar.

Vuelve sonriente Cucho a Cucho: “Secreto, no sé, creo que la respuesta está en tener una vida tranquila en lo posible, y hábitos sanos, eso sí, alimentarse bien, con una dieta balanceada, no tomar ni fumar, esa es mi fórmula”.

Cerca de 75 años años vivió en Guantánamo, y aunque hace algunos pocos vive en La Habana, su Guaso querido lo lleva en el corazón. Y antes de finalizar la entrevista me repite varias veces “yo soy y seré siempre un guantanamero de ley”.

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