A 84 años de la firma del Acta de La Lima, los miembros de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) rememoraron la fecha en acto político-cultural.
A 84 años de la firma del Acta de La Lima, mediante la cual el gobierno de Caffery-Batista-Mendieta concedió las demandas del campesinado del Realengo 18, los miembros de la Asociación de Agricultores Pequeños (Anap) rememoraron la fecha en acto político-cultural en el propio sitio donde se suscribió el histórico documento, el 11 de noviembre de 1934.
Por entonces un grupo de campesinos encabezados por el veterano de las guerras de independencia, Lino de las Mercedes Álvarez, escribió una de las más importantes páginas de la historia de resistencia y valor frente a las ambiciones de los latifundistas que querían quitarles las tierras a quienes en verdad la trabajaban.
Fue el joven periodista cubano Pablo de la Torriente Brau, quien visitó esa localidad del municipio guantanamero de El Salvador justo en medio del conflicto, el que mejor logró retratar la determinación de aquella gente humilde de hacer cumplir la consigna de “¡Tierra o sangre!”.
Con el Acta de La Lima el campesinado logró que el gobierno aprobara el aumento del precio del café de cuatro a ocho pesos el quintal, la retirada del ejército de la periferia del Realengo 18 y que reconociera el derecho de los labriegos de mantener las armas con que se defendieron contra terratenientes, compañías nacionales y extranjeras, el ejército y la Guardia Rural.
La lucha de esas familias permitió que la sociedad tomara conciencia de un problema vital para el país, la tenencia de la mayor parte de las tierras en manos de geófagos nacionales y extranjeros en detrimento del hombre del campo, destinado a sobrevivir trabajando fincas ajenas o de dudosa propiedad.
“La Lima marcó un momento crucial en la radicalización de la lucha por la tierra en Cuba” expresó en las palabras centrales Armando Creagh Dupuig, presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) en la provincia.
“La Lima marcó un momento crucial en la radicalización de la lucha por la tierra en Cuba” expresó en las palabras centrales Armando Creagh Dupuig, presidente de la Anap en la provincia, quien reconoció que hoy la mejor manera de homenajear a esos héroes del Realengo 18 es incrementar la producción de alimentos.
Remarcó que Lino de las Mercedes, constituirá siempre ejemplo para el campesinado cubano, empeñado en continuar cultivando los valores de la razón y la honestidad y la intransigencia revolucionaria.
“Antes del triunfo de la Revolución los pobladores apenas tenían acceso a la salud, la educación y la participación política. Hoy las mujeres del campo tenemos derechos iguales que los hombres y contribuimos al progreso económico del país”, remarcó en su intervención Maidelín Chivás Rodríguez, presidenta de la asociación de base de la Anap en la Cooperativa de Producción Agropecuaria Jesús Menéndez.
La celebración, presidida por Juan Enríquez López Rodríguez, funcionario de la Anap a nivel nacional, contó con varios momentos culturales a cargo de la Brigada Artística 60 Aniversario de la firma de la Ley de Reforma Agraria, perteneciente al elenco de Palmas y Cañas, y la agrupación local Rumores del Guaso, quienes estuvieron antes en Manuel Tames, San Antonio del Sur y la Brigada de la Frontera.
La celebración contó con varios momentos culturales a cargo de la Brigada Artística 60 Aniversario de la firma de la Ley de Reforma Agraria, perteneciente al elenco de Palmas y Cañas, y la agrupación local Rumores del Guaso.