construcción 2La huella dejada por el huracán Matthew, hace poco más de dos años, dejó claro para los guantanameros, que la única alternativa posible para ir paleando la deplorable situación del fondo habitacional, era la de construir más, con unidad e inteligencia, lo que se traduce en aprovechar, junto a los recursos que pueda bridar la industria nacional de materiales, todas las potencialidades existentes en los territorios, que propulsen terminar un mayor número de viviendas.

Tomando las mejores experiencias del todo el país, el objetivo es edificar hogares de diferentes tipologías. Con la máxima de acercar los recursos a los más necesitados y utilizar las reservas de estos existentes, en Guantánamo se multiplican las minindustrias de materiales de la construcción, las que en la actualidad suman 40, y es propósito lograr una en cada Consejo Popular de la provincia.

En estas minindustrias, algunas de las cuales ya cuentan con molinos para áridos y otros equipos, se logran la fabricación de elementos de pared, techos, pisos, carpintería de hormigón, mesetas, lavaderos, tanques para agua y otros genéricos, para el logro de, al menos, una vivienda diariamente, siempre que las materias primas estén disponibles.

A pesar de dificultades como la sostenibilidad en la entrada de cemento y otros materiales, en el recién concluido año 2018 se terminaron unas 2 mil 70 viviendas, cifra muy superior a los mil 540 planificadas.

A estos resultados mucho contribuyó la ejecución de los módulos de montaña y casas levantadas con el esfuerzo combinado de sus moradores y diferentes entidades, fundamentalmente de la Agricultura.

El recién iniciado 2019 será año de consolidación del movimiento Construyendo con Todos, que persigue propulsar la edificación de nuevos inmuebles y la adaptación de locales estatales para casas, por medio de la unión entre las direcciones y los trabajadores de más de 30 empresas y unidades presupuestadas.

La ejecución de más módulos de montaña, viviendas tradicionales, mixtas, biplantas de tipología Sandino, y la construcción de edificios con tecnología Forsa o tradicionales, el cambio de uso de locales, entre otras, son valiosas iniciativas que deben multiplicarse en todos los territorios de la provincia, y que, sin dudas, contribuirán a impulsar el programa de la vivienda en el Alto Oriente cubano.

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