Cada ciudad puede ser otra
cuando el amor la transfigura
cada ciudad puede ser tantas
como amorosos la recorren.
Mario Benedetti

Con el verso de Benedetti, despide la urbe de Guantánamo, junto al Guaso, a quienes la transitan por Crombet, y les presenta ipso facto un empobrecido vivero, divorciado del proliferante arbolado de una ciudad donde cada vez más la floresta atenta contra la seguridad vial.

Como Autoridad Administrativa define la Ley 109 (Código de Seguridad Vial) al ente gubernamental encargado, junto a los ministerios del Interior y Transporte, de las arterias de circulación, tanto urbana como rurales, la cual, a tenor con el Articulo 42, “elimina todo aquello que afecte la vía o impida su visibilidad…”.

En la urbe esa autoridad es el Consejo de la Administración Municipal y en particular su dependencia de Comunales, “dueña” física de las calles, aceras, parterres y jardinería, que en muchas arterias deviene “bosque” que levantan aceras e imposibilitan, en no pocas intersecciones, la visibilidad de los conductores de equipos automotores.

Aplausos merecen –hay que reconocer- por la poda regulatoria en la entrada de la ciudad, desde la autopista hasta las inmediaciones del parque infantil Elpidio Valdés, donde la altura de las plantas ornamentales a las puertas de Guantánamo hace muy poco impedía la visibilidad en tramos pletóricos de vacunos y equinos sueltos por negligencia y desidia de sus propietarios o “tutores”.

A la compleja situación de la circulación, agravada por la indisciplina vial de ciclistas contra el tráfico, motoristas violadores o “voladores”; peatones que desafiantes y hasta agresivos le quitan el derecho de vía a los vehículos y hacen moda del transitar por la calle; cocheros irresponsables, violentos y bebidos… se suma la indiferencia en la regulación arborícola de los parterres o canteros.

En tiempos de Constitución hay que hacer valer las leyes, en este particular la 109, que en su Artículo 43 inciso 14, prohíbe sembrar árboles o arbustos en las áreas verdes entre el contén y la acera dentro de los diez metros anteriores y posteriores de la intersección de las calles y a igual distancia en las vías férreas y pasos a nivel.

Como añadidura el inciso 15 prohíbe “mantener árboles, arbustos o yerbas cuyo crecimiento rebase los 10 centímetros de altura en los lugares señalados en el apartado anterior”, y es concluyente en su Artículo 46:

“La Autoridad Administrativa es responsable del control del crecimiento de cualquier tipo de plantaciones que puedan dañar la vía o limitar la visibilidad”.

Desconocer la ley no exime la responsabilidad de su cumplimiento y tanto los trabajadores de jardinería, como sus directivos de Comunales, deben revisar estos temas inherentes a su trabajo, cuyo cumplimiento permitirá la visibilidad y contribuirá a evitar accidentes del tránsito.

La práctica de la autopista es menester extenderla a las vías urbanas para que la urbe, parodiando a Benedetti, sea tan bella y segura para los amorosos que la recorren.

jardinería Guantánamo 1Ahogados y 10 Norte: una pared vegetal.jardinería Guantánamo 2Ahogados y Avenida Camilo Cienfuegos: caótico el tráfico cuando los fines de semana se interrumpen los semáforos.jardinería Guantánamo 3Luz Caballero y Prado: los árboles hasta se “tragan” la señal de Pare.jardinería Guantánamo 4Crucero en la avenida Che Guevará… ¿y si viene el tren?jardinería Guantánamo 5Aguilera y Cuartel: otra muestra de invisibilidad.jardinería Guantánamo 6Los conductores y la ciudad agradecen el tratamiento inter-sendas a las plantas ornamentales en la avenida 26 de Julio, compactas, pero podadas a un metro de altura lo cual permite la perfecta visibilidad.

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