varicocele

Es muy común el diagnóstico, en edades pediátricas, de anomalías testiculares congénitas como testículos no descendidos, hernia o hidrocele, entre otras que se detectan más adelante, pero “el varicocele, raro en menores de 10 años, en Guantánamo cada vez es más frecuente en niños de cinco a seis años”, expresa la doctora Yuliet Martínez Someillán, uróloga del Hospital Pediátrico de la ciudad cabecera.

La especialista de Primer Grado en Urología explica que el varicocele es la dilatación anormal de las venas testiculares causada por reflujo venoso, porque la sangre de dichas venas a lo largo del cordón que sostiene los testículos (cordón espermático) no circula adecuadamente. Suele aparecer la mayoría de las veces en el lado izquierdo del escroto. No es una enfermedad en sí, sino una de las manifestaciones clínicas de la insuficiencia venosa espermática.

Argumenta que el padecimiento es frecuente en adolescentes y el adulto joven, causado por la poca producción y baja calidad del esperma, lo cual puede provocar esterilidad, sin embargo, se puede reparar quirúrgicamente.  

“Por lo general, no produce síntomas, pero puede causar dolor y variar de agudo a una molestia leve; ante el esfuerzo físico durante largo período de tiempo puede recrudecerse”.

Sin embargo, su verdadera prevalencia en la adolescencia puede ser mayor, porque en estas edades la mayoría son asintomáticos, y solo se descubren incidentalmente en exámenes rutinarios como el correspondiente al Servicio Militar Activo.

Se aconseja que ante la aparición de cualquier masa o alteración en la bolsa escrotal del menor o el adolescente, se debe acudir a la revisión médica, ya que en ocasiones se puede confundir con alguna otra enfermedad, incluida los tumores malignos, y, en caso de tratarse de varicocele, recibir el tratamiento indicado.

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