Otra guerreraYasminia recoge feliz a su hijo en el círculo Soldaditos de la Frontera.Todos los días, a las siete y media de la mañana, Anthony Rodríguez Castellanos va de camino al círculo. Casi siempre es el primero en llegar, porque dice su mamá, Yasminia Castellanos Matos, enfermera del consultorio médico número dos del municipio de Caimanera, que el centro de salud donde ella trabaja tiene que abrir justo a las ocho.

Revela que ha sido muy difícil, en tiempos de coronavirus, cuidar y llevar a su pequeño de dos años al círculo y continuar para el trabajo en el consultorio. "Mi mamá y el papá del niño no han podido regresar a casa por la paralización del transporte y entiendo no son momentos de viajar y exponerse. “He tenido que enfrentar la situación sola y en ocasiones con temor al contagio, aunque Caimanera está libre de caso confirmado a la COVID-19.

"Ahora no es momento para el descanso, hay que trabajar para enfrentar y prevenir a esta peligrosa enfermedad que se ha propagado rápidamente cobrando la vida de miles de personas en el mundo".

"En el consultorio prestamos los servicios básicos, aunque desde que iniciaron las medidas de aislamiento social son pocos los pacientes que llegan. Continúa como prioridad la atención al Programa Materno Infantil, con seguimiento por consultas a niños y embarazadas.

Además, a las personas que arriban con cualquier sintomatología las atendemos, las orientamos y les damos seguimiento durante las visitas en el terreno. También les explicamos e insistimos sobre las medidas preventivas contra el Sars-Cov-2: lavado de las manos, uso del nasobuco, aislamiento social… reglas de oro en estos momentos, y la importancia de acudir al médico ante manifestaciones de Infecciones Respiratorias Agudas u otro síntoma asociado a la COVID-19.

El consultorio, continúa la enfermera, también acoge a los estudiantes de Medicina que realizan la pesquisa activa en los barrios; los preparamos para que los datos recogidos sean lo más veraces posible, y los instruimos sobre las medidas de seguridad durante las visitas a las viviendas.

"Son tiempos difíciles, y aunque no estoy en la llamada zona roja, directamente al cuidado de los pacientes diagnosticados con el nuevo coronavirus, mi trabajo sigue siendo importante, desde la atención primaria de salud.

"Conozco a los más de mil pacientes en el área y a los que son de mayor riesgo: diabéticos, hipertensos, a quienes damos seguimiento diferenciado".

Yasminia asegura que lo primordial en estos momentos es evitar la propagación del virus y preservar la vida de sus pacientes. "Formo parte de ese grupo de padres que no pueden quedarse en casa, porque tienen que cuidar la vida de otros, por eso cada mañana, al dejar con nostalgia a Anthony en el círculo infantil, voy confiada a cumplir con mi deber, pues sé que mi pequeño está a buen resguardo".

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