Tras más de diez días de incesante combate contra las llamas del incendio forestal de grandes proporciones en una zona del Parque Nacional Alejandro de Humboldt, ubicado entre las provincias de Guantánamo y Holguín, este jueves se logró controlar el siniestro.
Aunque aún los daños están por calcularse se estima que se quemaron entre mil 500 y 3 mil hectáreas de bosques, principalmente coníferas y charrascales, donde suelen habitar diversas especies de la fauna cubana.
Para controlar el fuego se movilizaron fuerzas del Cuerpo de Guardabosques y del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), que con la colaboración de la población de las zonas afectadas laboraron incansablemente para erradicar el peligro mediante helicópteros, buldóceres, camiones cisterna y el trabajo manual.
Gerardo Begué Quiala, subdirector de la Unidad de Servicios Ambientales, rectora del área protegida, informó a la prensa que el incendio inició el 16 de abril entre las localidades de Cayo Probado y Alto de Cruzata, en Moa. Avivado por la fuerza del viento (de 25 a 50 km por hora) y la existencia de material combustible natural como las hojarascas, el fuego se extendió hacia el suroeste, a la cuenca del Río Yarey, retornó a los parajes moenses y avanzó hacia la localidad de Tres Fiebres y la altiplanicie del Toldo.
No obstante el control del incendio se mantiene y su monitoreo en diferentes puntos, debido a las altas temperaturas, la sequía, los fuertes vientos favorables en este periodo para la gestación de siniestros, además todavía quedan raíces y árboles soterrados que arden.
Desde el 2017 no se registraba un hecho similar en el Parque Nacional Alejandro de Humboldt, zona protegida por su rica biodiversidad, donde se concentran unas 905 especies endémicas de la flora, casi el 30 por ciento de las reportadas en el país.
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