familia premio barrioLa familia muestra con orgullo el Premio del Barrio, que otorgan los CDR a personas, colectivos y familias que destacan por su trabajo comunitario y contribución social.

La familia Moreno Labañino es referente en el movimiento cederista en el municipio de El Salvador. En ese núcleo convergen donantes de sangre, líderes comunitarios, jóvenes vinculados a la dirección de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR)… quienes acumulan méritos suficientes para otorgarles este 2022, el Premio del Barrio, máxima condición que confiere la mayor organización de masas del país.

 

Oscar Torres Moreno, el integrante más joven de la familia, es el presidente del CDR 2, en la Zona 8. Un dirigente excepcional, según afirman sus propios vecinos, pues su ejemplaridad en el cumplimiento de los deberes hogareños, el estudio y las tareas cederistas motivan a todo el que lo escucha a participar de lleno en la solución de los principales problemas que afectan a la comunidad.

 

“Somos muy activos en las tareas de la organización. Convocamos a trabajos voluntarios, de higienización de patios o recogida de materias primas, y siempre nuestra gente se vincula masiva y entusiastamente”, afirma Torres Moreno, quien fuera, además, presidente municipal de la Federación Estudiantil de la Enseñanza Media en la tierra salvadoreña.

 

De hecho, con ese dinamismo y frescura característicos del líder juvenil, Oscar asume cada uno de los trabajos que el barrio le asigna, en especial, aquellos que apuestan por la transformación de su comarca: la producción de alimentos, la lucha contra las indisciplinas sociales… a tono con las exigencias de los tiempos actuales, y bajo el principio irrenunciable de defender y continuar haciendo Revolución.

 

Torres Moreno, quien el próximo curso ingresará a la Universidad de Guantánamo, en la carrera de Derecho, agrega que su mayor orgullo es saberse continuador del liderazgo carismático de su abuelo, Evelio Moreno Labañino, quien fue presidente del CDR cerca de 20 años y luego pasó a ser coordinador de la zona.

 

“Pero el Premio del Barrio es más de él que de la familia -agrega Evelio, mientras observa a su nieto, con una mirada llena de orgullo por la encomiable labor que realiza siendo tan joven-, porque desde pequeño se enamoró de la vida cederista, como miembro del CDR infantil, y luego como financista y colaborador en cuantas tareas le asignaran”.

 

De las responsabilidades que ejerció Oscar (nieto), Moreno Labañino (abuelo) recuerda que en los tiempos difíciles de enfrentamiento a la COVID-19, el joven colaboró en la pesquisa activa y en la atención a los enfermos, estuvo entre los que distribuyeron productos de primera necesidad, e incluso fue voluntario a las acciones en los barrios en situación de vulnerabilidad en su natal El Salvador.

 

“En realidad somos una familia muy unida. Todos consideramos como nuestra obligación aportar a la comunidad. Mi esposa, mi hija que trabaja en la farmacia, y mi nieto, a este último los vecinos lo siguen siempre para cualquier actividad que convoca”, reconoce el septuagenario dirigente popular.

 

Los Moreno Labañino destacan también en la producción de alimentos. A pesar de vivir en una zona cuyo suelo es arenoso, prepararon canteros, abonaron la tierra con desechos orgánicos y sembraron tomate, ajo porro, verduras, plantas medicinales, plátano, y condimentos.

 

Esa pequeña finca, modelo de soberanía alimentaria, es otro de los logros que exhibe con alegría Evelio, quien muestra a todos los que pasan por allá, los ejemplares de aguacate cosechados a la entrada del hogar.

 

“Son muchas las tareas que nos quedan como miembros de los CDR -señala-. Entre ellas la más importante ahora es el proceso de votaciones en el referendo del nuevo Código de las Familias, el próximo 25 de septiembre, y la celebración del aniversario 62 de la mayor organización de masas del país. En ambos casos daremos nuestro mayor esfuerzo con la colaboración de todos”.

 

“También seguiremos incentivando a los jóvenes a ocupar cargos públicos desde la base -insiste Oscar-, porque como diría nuestro invicto Comandante en Jefe, ellos son “en esta hora de la Patria, el puñado de semillas que se siembra en el surco de la Revolución para hacer el porvenir”.

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