mariana grajales

Sentido homenaje a Mariana Grajales Cuello, al cumplirse 200 años de su natalicio este domingo 12 de julio, constituyó en Guantánamo el taller reflexivo también dedicado al aniversario 30 de la inauguración de la Plaza de la Revolución que lleva su nombre.

Con una ofrenda floral al pie del monumento, Denny Legrá Azahares, primer secretario del Partido en la provincia, y demás participantes iniciaron las actividades de la jornada, coauspiciada por esa institución cultural inaugurada el 26 de julio de 1985, el Centro provincial de Patrimonio, la dirección de Cultura y la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), aquí.

El Premio del Barrio, que otorga la coordinación nacional de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), y la condición de Distinguido, del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura, fueron entregados a la Plaza en la ocasión, por Octavio García Lescaille, coordinador en la provincia de la mayor organización cubana de masas, y Susana Orphee, secretaria general del colectivo sindical en Guantánamo, estímulos recibidos por Yaline Almenares Pérez, directora de la institución cultural.

La presentación del libro Mariana Grajales Cuello: 200 años en la historia y la memoria, de la editorial Oriente, por la Doctora en Ciencias Lídice Duany Destrade, profesora de la Universidad de Oriente, una de sus coautoras, y los testimonios del arquitecto Rómulo Fernández Villoldo y el escultor Enrique Angulo Castro, dos de los integrantes del proyecto ganador del concurso nacional para la Plaza guantanamera, destacaron en los paneles.

Las novedosas contribuciones contenidas en el texto acerca de la personalidad de Mariana y sus valores patrióticos, y la participación destacada de esta y de las mujeres guantanameras en la lucha por la independencia nacional, centraron la primera parte del encuentro teórico, a cargo de la Doctora Duany Estrada y el Master en Ciencias José Sánchez Guerra, Historiador de la Ciudad, en el coloquio La Cubanísima, moderado por Jorge Andrew Thomas.

El tiempo transcurrido ha mejorado la obra, apreciaron con placer, por su parte, el arquitecto Fernández Villoldo y el escultor Angulo Castro, quienes integraron el equipo multidisplinario que concibió el proyecto de la Plaza, junto al también escultor José Villa Soberón y el pintor Ernesto García Peña.

Ambos recordaron que al proyecto se sumaron luego otros artistas, como Frank Fernández en la música y Lázaro Enríquez en la caligrafía de los textos inscritos, así como dieron soluciones en su ejecución otros especialistas, constructores, artistas de la localidad, pueblo en general y autoridades, encabezadas por Raúl Michel Vargas, entonces primer secretario del Partido en la provincia.

Los valores artísticos, visuales y ambientales contemporáneos, además de históricos y simbólicos, del monumento y sus demás componentes, su empleo en diversas actividades culturales durante estos años, las conveniencias del trabajo en equipo con profesionales para lograr uno de los más hermosos monumentos perennes de homenaje a Mariana en Cuba, fueron resaltados por los invitados, entre ellos Lesbia Vent Dumois, presidenta de la Asociación Nacional de Artistas de la Plásticas de la Uneac, y Jorge Núñez Motes, presidente de la organización en la provincia, quien moderó el coloquio Una obra hecha con amor, en la segunda parte del encuentro teórico.

Mariana y la Plaza de la Revolución que lleva su nombre nos siguen siendo más necesarias en la labor patriótica y cultural, transcurridos dos siglos del nacimiento de la primera y tres décadas de trabajo de la segunda, subrayó Arturo Valdés Curbeira, director provincial de Cultura, al resumir la jornada reflexiva y agradecer a los participantes.

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Comentarios   

0 #1 victor 14-07-2015 15:45
el libro, presentado un día antes en santiago de cuba, incluye artículos novedosos sobre la vida de la familia heroica, reseñas historiográficas, esclarecimiento sobre la polémica repatriación de los restos mortales de Mariana, entre otros textos de autores como el periodista Joel Mourlot Mercaderes; la Dra Jean Stubb, de Gran Bretaña, la Dra Lídice Duany y Lilia Sánchez Fujichiro.
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