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reparaciones centralEduanis Tusón García, ingeniero mecánico y jefe de mantenimiento asegura que ha habido garantía de los recursos esenciales para las áreas claves del central. Fotos: Leonel Escalona Furones

Un central en reparaciones tiene la cara fea. Con tantos hierros desarmados a uno le da la impresión de que allí nunca más en la vida sonará el pitazo inicial de una zafra azucarera.

La caldera más potente del central es ahora un cajón de ladrillos varios metros hacia arriba, con puertas, un montón de tubos que la rodean y aditamentos, muchos aditamentos, pero le falta lo fundamental: la flusería. Es decir, cientos y cientos de tuberías que están bien adentro donde todo arde y se produce vapor.

Con el respaldo de una inversión que ronda los 800 mil pesos, todo ha sido desmontado para hacerlo nuevo. Eso nos explicó, antes de acercarnos a las calderas, Eduanis Tusón García, el joven ingeniero mecánico que se desempeña como jefe de mantenimiento en el Argeo Martínez.

Estamos en el patio trasero de la casa de calderas. Los hombres moldean, en una fragua que arde a plenitud, la boca de unos tubos, todos de 76 milímetros. Hay apenas 10 ó 12 terminados y más de mil 200 sobre el piso, esperando entrar en calor.

En las calderas, se dice, comienza y termina la zafra. Es un área priorizada en la asignación de recursos, y en correspondencia con ello ahí se concentran esfuerzos desde el 18 de julio último, cuando comenzó la segunda etapa de las reparaciones e inversiones que deben poner al único ingenio guantanamero activo en condiciones de asegurar una producción de azúcar que sobrepase las 26 toneladas en la zafra que comienza a inicios de diciembre.

Miguel Pérez Rodríguez, jefe del área de generación, da fe de ello: “Cuando aquí falta un recurso, por ejemplo oxígeno y acetileno, que no ha tenido un suministro estable, es porque no hay en todo el central. Esa prioridad es fundamental para que el 30 de octubre quede listo lo que en nuestro argot se conoce como retube, que será total en la caldera retal, de 60 toneladas de potencia”.

“Estamos apretados en cuanto al tiempo -admite el jefe del área- porque el trabajo es sumamente engorroso y acumulamos 12 días de atraso en el cronograma de esta inversión, por déficit de gases, fundamentalmente (consumen diariamente dos balones de oxígeno y uno de acetileno)”.

Sobre ese problema puntual, fuimos a indagar en Azumat, la entidad encargada de suministrar los recursos al central y a todo el sistema de la empresa azucarera de Guantánamo, conocida por las siglas AZCUBA.

Explica su director, José Manuel Crespo Zayas, que si la envergadura de los trabajos está demandando más de lo que se previó y se le ha entregado sin dificultad, hay que buscarle una solución.

Y en efecto, ese problema se saldó casi de inmediato.

De vuelta al central, los 23 hombres de esta área clave continuaban poniendo manos a la obra. El responsable de mantenimiento reconoce el esfuerzo de ellos y destaca que muchos renunciaron a sus vacaciones planificadas para agosto. También que laboran alrededor de 12 horas diarias, ritmo que debe crecer pues el retube de la caldera debe probarse un mes antes del inicio de la zafra, y en eso no puede haber casualidad.

“En la zafra pasada, dice Tusón, que fue en general muy eficiente, no cumplimos el plan de generación de electricidad y en eso influyó precisamente esta caldera, con 14 años de explotación y sin una reparación de esta envergadura desde entonces. Generó solo unas 40 toneladas de vapor, de 60 que es su capacidad de diseño. Esta inversión la pondrá al máximo y ello posibilitará al central autoabastecerse en un 99 por ciento”.

reparaciones central2Ha sido determinante el trabajo de los obreros de este taller, el de maquinado de la industria azucarera de la provincia. Fotos: Leonel Escalona Furones

Todo bajo control

Si no fuera dicha por los que tienen que ejecutarla, pudiera dudarse de que allí, como ellos alegan, todo está bajo control. En el área de las centrífugas del ingenio, que son de la marca ASEA, como las de casi todos los ingenios del país, todo está en el piso y desarmado.

De los dos tanques mezcladores con la materia prima lista para convertirse en azúcar, uno está siendo desmontado porque zafra tras zafra da mucho bateo. Han debido eliminarlo pues, además, su ausencia no influye en nada negativo. Casi era un estorbo esa mole de hierro que en algún tiempo fue imprescindible.

Entonces hay que rehacer la estructura donde quedará definitivamente el otro. Y en eso se trabaja ahora mismo, soldando entre tubos enormes por donde corre la dulce mezcla.

El jefe de la brigada que acomete esta, la otra inversión más importante y costosa en marcha en el Argeo Martínez, valorada en más de 500 mil pesos, detalla que dicha inversión abarca también la modernización de las centrífugas. Su nombre es Pablo Cristian García, y es quien afirma que allí todo está bajo control.

Ya tenemos, nos comenta al pie de un montón de metales que asegura es una centrífuga, todos los equipos desmontados preparando las condiciones para cuando entren los especialistas de Holguín a realizar la parte mecánica, de neumáticos y eléctrica, ya que más de la mitad de los componentes se modernizarán.

No solo el manejo será más cómodo y efectivo, las centrífugas quedarán prácticamente nuevas y eso, sin dudas, repercute directamente en la calidad del crudo, agrega.

También dicen tener todo en orden en los molinos, otra área en la que no era muy grande el ajetreo a inicios de esta semana, pero en las que están por venir si lo habrá, pues se acaba de incorporar el grueso de los obreros dedicados a las reparaciones.

Donde si hay mucho trabajo, incluso desde mediados de julio pasado, es en el taller de maquinado. Allí se fabrican o recuperan partes y piezas fundamentales que sufren anualmente mucho desgaste tanto en el área de molinos como en el centro de acopio del ingenio.

Pedro Beltrán Avilés, jefe de esa fábrica, habla visiblemente satisfecho, por la puntualidad en la entrada de los recursos y se refiere en especial a las complejas labores en la fabricación de las cuchillas que triturará la caña de la zafra que está por llegar.

Informa que ya fabricaron la tercera de las cuatro cuchillas centrales de los molinos que deben montarse. Esta es la parte más compleja de todo lo que tenemos que garantizar y en eso no hay ninguna dificultad, dice.

Aunque estos son los trabajos más “gordos” no hay un área del central donde no se esté moviendo un hierro. Se mueve allá adentro más de un millón 200 mil pesos que sin dudas podrán a la industria en mejores condiciones. Y eso, sin contar que ya está lista toda la documentación y trámites legales para el inicio de la construcción y montaje en las inmediaciones del ingenio de una planta para producir alimento animal a partir del empleo de miel, urea, bagacillo y, subproductos de la fabricación de azúcar.

Todo ello es parte de los propósitos de seguir ampliando capacidad, eficiencia y calidad en el único central nuestro que hace zafra. Ese es precisamente la brújula de estas inversiones y reparaciones en el Argeo Martínez.

reparaciones central3Allí donde todo es candela pura, en las calderas, se acometen ahora mismo las más complejas y costosas inversiones. Fotos: Leonel Escalona Furones