En la historia reciente del desempeño olímpico de los atletas de Guantánamo, uno de los nombres dorados es el de la balista Yumileidi Cumbá Jay -conocida como La bala de ébano-, quien logró su consagración al subir de forma singular a lo más alto del podio en los Juegos de Atenas, Grecia 2004.

Yumileidi nació el 11 de febrero de 1975 en la ciudad de Guantánamo, y se dice que desde pequeña dio muestras de aptitudes para el deporte, lo que demostró con la práctica de varias disciplinas durante los estudios primarios y secundarios, hasta finalmente terminar en el atletismo, específicamente en el área de la bala, con la que participó con buenos resultados en los Juegos Escolares Nacionales.

Solo tenía 16 años cuando ingresó en la preselección nacional, y de ahí comenzó su navegar internacional por lides juveniles, Juegos Centroamericanos y del Caribe, y Juegos Panamericanos, en estos últimos atesoró una medalla de oro (Santo Domingo, República Dominicana 2003), dos de plata (Winnipeg, Canadá 1999, y Río de Janeiro, Brasil 2007) y una de bronce (Mar de Plata, Argentina 1995).

Participó en cuatro Juegos Olímpicos (Atlanta 1996, Sydney 2000, Atenas, 2004 y Beijing 2008), pero solo logró alcanzar el podio en la versión griega, donde con un registro de 19,59 metros en su último intento vistió de oro sus sueños “bajo los cinco aros”, premio que recibió posteriormente tras darle positivo con stanozobol la prueba antidoping a la rusa Irina Korzhanenko (21,06), coronada al momento de la competencia.

Por desgracia, Cumbá nunca logró alcanzar preseas en los campeonatos mundiales al aire libre -estuvo en cinco-, aunque logró plata en la versión bajo techo de Budapest, Hungría 2004, y oro y plata en Mundiales Universitarios.

Aquejada de múltiples lesiones en su larga carrera deportiva, en octubre de 2008 decidió retirarse de forma activa y dedicarse a formar a las nuevas generaciones. En diciembre de 2013 fue exaltada al Salón de la Fama, de la Confederación Centroamericana y del Caribe de Atletismo.