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feu presidenta encuentro ugJunto a Jennifer Bello, de izquierda a derecha: Yeiniel Sayú, presidente de la FEU en la UG y Yuniel Lolina, miembro del Buró Provincial de la Unión de Jóvenes Comunistas. Foto: de la autora

Para evaluar el inicio del curso escolar, el ingreso a la organización de los alumnos de primer año y el estado de cumplimiento de los acuerdos del pasado Congreso, la Presidenta Nacional de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), Jennifer Bello Martínez, visitó este martes la Universidad de Guantánamo (UG).

Cómo lograr que la organización sea útil para sus estudiantes fue la interrogante que movió la conversación entre Bello Martínez, miembro del Consejo de Estado de la República de Cuba, el Consejo FEU de la UG e integrantes de los movimientos estudiantiles artístico y deportivo, así como los proyectos Mochila al hombro, Catalejo y Contarte.

Se habló además sobre la necesidad de trabajar de conjunto con la institución y sus factores, en la búsqueda de que la FEU se parezca cada día más a sus miembros y a su tiempo.

“Cuba no es la misma de hace cinco años –comentó- la sociedad ha cambiado y por supuesto, la Universidad con ella. Cada uno de nuestros centros es distinto, está lleno de matices, y la FEU tiene que enamorar, convencer, ganar en poder de convocatoria”; explicó Bello Martínez.

“Nuestra organización no es selectiva –agregó- es voluntaria y por eso, hay que explicar al estudiante lo que significa pertenecer, participar, asumir la responsabilidad de aportar a través de la generación de ideas, del pensamiento y cumplimiento de tareas, de aportar a la organización; pero para eso, la organización debe aportarle al estudiante”.  

Y en volver a la base parecen estar las respuestas. En acercarse y hablar con los jóvenes, en debatir y reflexionar sobre los tiempos que corren, en utilizar el acceso a Internet y particularmente las redes sociales para contar la verdad de los estudiantes cubanos. No importa cuán espinosos puedan ser los temas, en los Centros de Educación Superior se impone la heterogeneidad de las opiniones como el valor más importante para encontrar soluciones exitosas.

“La FEU debe ser medular en lo que se debate, dónde y cómo se hace, y utilizar cada uno de los espacios, fundamentalmente la Brigada –subrayó- para dialogar e interactuar con todos sus miembros. Hay que preguntarle a nuestros estudiantes cuáles son sus proyectos de vida, y sobre esa base construir los proyectos colectivos”.

Como quien hace notar, pero enfatiza; Jennifer Bello se refirió además a los desafíos que corresponden a los miembros de la Federación, por pertenecer a una generación que biológicamente hablando, tiene ante sí la puesta en práctica de los documentos que hoy se discuten entorno a la conceptualización del modelo cubano y los planes de desarrollo hasta 2030.

“Por eso tenemos que hacer proyectos de brigada, propuestas colectivas que tributen a la materialización del modelo de país que necesitamos y aspiramos”, explicó la líder estudiantil.

Para que la FEU vaya al ritmo de sus estudiantes, dicho en versos, hay que tomar el cielo por asalto. Siempre, no solo en tiempos de campañas o Congresos. Hay que hacer política desde el entendimiento, el corazón y la creación joven. Es preciso atender las dificultades y resolverlas de manera particular, sin prisa pero sin pausa.

No puede una Casa de Ciencia y Progreso temer al debate político, a los desafíos de la tecnología, a la búsqueda de conocimiento. Más allá de los espacios fijos, el debate debe formar parte de la vida cotidiana, la beca y los pasillos, el comedor, las aulas.

La Universidad cambia como cambian las generaciones de estudiantes que la integran, y esa que vivieron padres y profesores ya no es la de hoy, o por lo menos no la de sus miembros. Se trata, en definitiva, de volver a las esencias, de volver a hacer de la FEU el centro, porque es su razón de ser, de la vida estudiantil en los centros de enseñanza superior.