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aniristasA conflictos propios, soluciones propias. Así decía nuestro Apóstol cuando algo debía ser resuelto de inmediato sin contar con ayuda externa.

Hoy, cuando el mundo no escapa de la crisis financiera internacional y el panorama comercial tiende a cerrarse por las diferentes tensiones económicas, la innovación y la racionalización juegan un papel cimero en la vida del país.

El ingenio innovador lo vemos a diario en empresas, talleres, centros de investigación y servicios, resolviendo los más disímiles problemas tecnológicos que se presentan o buscando mayor eficiencia o eficacia.

No en balde, al referirse a esa avanzada integrada por más de 12 mil 700 hombres y mujeres en Guantánamo, con aportes de siete millones de pesos por conceptos de ahorro de recursos y ganancias, Luis Hugo Negret Pérez, su máximo representante, se manifestó muy optimista: "Con una adecuada atención a esta actividad en la base se pueden multiplicar increíblemente los resultados. Nos espera mucho trabajo, que saldrá de las propuestas que hagamos en esta Primera Conferencia Nacional".

"Llegamos en un momento muy importante, tras un proceso que abarcó la convocatoria al evento, la renovación o ratificación de mandatos de los comités de innovadores y racionalizadores (CIR), las conferencias municipales y provincial y las reuniones de trabajo realizadas en septiembre para constituir la delegación a la magna cita anirista".

A lo largo de la etapa preparatoria del cónclave. ¿Cuáles han sido los planteamientos y expectativas de los aniristas en las conferencias municipales?

Lo más relevante ha sido la voluntad de los innovadores de incrementar su contribución al avance de la economía del país. Enfatizo en esto porque se puso de manifiesto durante todo el proceso.

Los principales planteamientos estuvieron concentrados en las debilidades del funcionamiento en las organizaciones de base, el insuficiente apoyo institucional y las dificultades con el aseguramiento financiero y material de los planes temáticos, las entidades incumplidoras de la Ley 38 y la necesidad de actualizarla, la falta de reconocimiento y estimulación oportuna a los asociados, la baja remuneración y la ausencia de capacitación sobre las normas que regulan esta actividad.

La Ley 38 reconoce y respalda la labor innovadora y racionalizadora, sin embargo su cumplimiento y vigencia resultan temas polémicos desde hace mucho tiempo. ¿Se avizoran modificaciones al respecto?

La instrumentación de los Lineamientos del VI Congreso del Partido es un proceso gradual que incluye la transformación de un grupo de normativas; se han establecido prioridades y estoy seguro que oportunamente este tema será debidamente tratado.

El XX Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) se propuso la necesidad de actualizar esta Ley vigente desde 1982, y será un asunto a debatir en la Conferencia Nacional. Insisto en que hasta tanto no llegue ese momento, nada justifica incumplirla.

Están identificadas las entidades que incumplen la regulación. Entonces, en una batalla de conjunto con el sindicato y las administraciones, tenemos que buscar estrategias para hacer en cada lugar lo que corresponda. ¿Cuánto no pierde la economía cuando se infringen estas regulaciones y cuánto perdemos de contribuir a dignificar a los aniristas? En la Conferencia nacional deben resolverse esos inconvenientes.

La Asociación tiene que estar presente en la preparación de los planes de la economía para el 2015 y velar porque se incluya la actividad innovadora; lo que no se presupuesta difícilmente se puede aplicar, tiene que ser una política y una prioridad de trabajo nuestra participar antes, durante y después darle seguimiento.

¿Cuáles son las insuficiencias que aún subsisten en el apoyo a la ANIR en la base por parte de algunas administraciones. ¿Qué papel le corresponde al sindicato?

Desde las instancias de gobierno se ha incorporado el análisis del tema y en algunos lugares se ha comenzado a relacionar la labor de los innovadores con los resultados económico- productivos.

Aquí el papel de la CTC y los sindicatos fue muy notable desde nivel provincial hasta la base. Todos hemos ido ganando en conciencia de la prioridad que reviste atender esta cuestión.

En primera instancia los innovadores son afiliados a un sindicato, por tanto le atañe a la organización sindical evaluar este tema en las asambleas de afiliados y de representantes, así como ante los organismos correspondientes y en los consejos de dirección.

Actualmente se trabaja en busca de fortalecer las organizaciones de base y superar los formalismos que en una etapa propiciaron el crecimiento masivo de afiliados, sin determinar quiénes eran realmente los que buscaban soluciones a los innumerables problemas presentados en todos los sectores de la economía.

En no pocos informes de las administraciones a las asambleas de afiliados se soslaya la repercusión del aporte de los innovadores y racionalizadores en la economía del colectivo. ¿Cuál es su opinión al respecto?

Los innovadores y sus soluciones están ahí, constituyen la parte más vital de la asociación. En torno al funcionamiento de nuestras estructuras cometimos errores que las fueron apartando de los sindicatos y se dejó de analizar este tema con la profundidad y periodicidad que requería. Hoy estamos erradicando esos errores.

Con la rectoría de la CTC, la ANIR viene dando pasos encaminados a fortalecer su funcionamiento en cada sindicato. El quehacer de los innovadores irá tomando su espacio.

¿Qué limitaciones objetivas y obstáculos subjetivos presentan hoy la elaboración de los planes temáticos y la generalización de las innovaciones?

Nada justifica que no se planifiquen los recursos financieros y materiales que necesitan los aniristas.

La práctica nos dice que la causa fundamental es subjetiva, está en los cuadros. El plan temático es la herramienta de la planificación que permite dirigir la innovación hacia aquellas cuestiones que limitan el proceso productivo o de servicio y necesita un aseguramiento financiero y material para su consecución. Así ocurre también con los planes de generalización. Ambos son responsabilidades administrativas. El innovador siempre hace la parte más difícil: la solución del problema.

Resulta difícil entender que existan directivos con escasez de mira y no potencien la innovación que constituye una herramienta que tenemos para hacer más con poco dinero. Es más difícil comprar que recuperar.

Expectativas con esta conferencia...

Espero que se tomen acuerdos sólidos y no nos quedemos en pronunciamientos; que cuando regrese pueda decirle a los aniristas: de ahora en adelante habrá cambios positivos para bien de la ANIR y de la economía del país.