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1poligráfico Juan MarinelloComo cada año las mayores tiradas que desde Guantánamo se tributan a la Feria Internacional del Libro de La Habana provienen de las prensas del Poligráfico Juan Marinello, inaugurado en 1977 por el Comandante en Jefe Fidel Castro.

De un programa especial seleccionado y editado por varios sellos nacionales de renombre, como Letras Cubanas, Unión, José Martí y Gente Nueva, la gráfica guantanamera imprimió esta vez más de 90 mil ejemplares de una veintena de títulos, la mayoría de literatura infantil, uno de los sectores que habitualmente más se consume en la Feria.

Ese total de tributos abarca además textos encargados por la casa editora guantanamera El Mar y la Montaña, incluidos cuatro millares de ejemplares de dos obras de intelectuales femeninas cubanas: el texto de corte investigativo Raíces profundas, de la Doctora en Ciencias Históricas Ivette García, y la novela Nadie es profeta, de Laidi Fernández de Juan.

Yoerlandis Góngora, especialista de producción del Poligráfico Juan Marinello, señaló que junto a esas impresiones la entidad también consuma sus compromisos con el Ministerio de Educación, cerrando enero con un sobrecumplimiento del 50 por ciento, con respecto a lo proyectado para el mes.

Esta industria es tradicional garante de buena parte de los textos para la educación en el país –argumentó- y esperamos en el primer semestre de este año concluir lo pactado para ese sector, y ratificar lo rubricado por Fidel tras dejar oficialmente abierta la gráfica, el primero de julio de 1977: “…Con el fruto del esfuerzo de ustedes se educarán nuestras nuevas generaciones…”.

La inauguración de esta imprenta hace casi 40 años fue un gran acontecimiento para Guantánamo y el país, no solo significó un importante paso en el desarrollo industrial de la provincia, sino además el aumento de la producción de libros, principalmente para la enseñanza, y la ampliación y mejora de la base poligráfica de toda Cuba.

En aquella jornada el máximo Líder de la Revolución recorrió las instalaciones de la planta, considerada una de las mayores de su tipo en América Latina, y dialogó con sus trabajadores.

Lo acompañaban el Comandante Juan Almeida Bosque y Armando Hart Dávalos, entonces Ministro de Cultura, a quien ahora también se dedica la XXVI Feria Internacional del Libro de La Habana.