sequia72015El Instituto de Recursos Hidráulicos (INRH) en Guantánamo proyecta invertir más de 7 millones 500 mil pesos, en obras emergentes para mitigar los efectos de la sequía que afecta a la provincia desde hace más de dos años, sobre todo, en las demarcaciones de Niceto Pérez, Caimanera y Guantánamo.

La mayor parte de las obras están destinadas a reducir pérdidas y a minimizar las entregas de La Yaya, hoy a un 14 por ciento de llenado, y de cuyas aguas dependen más de 75 mil habitantes de los tres municipios mencionados y la zona industrial alimentaria de Guantánamo.

Esvillel Ferrer Pozo, subdelegado técnico del INRH, detalló que la estrategia actual incluye la conductora Bano Sur, que implica la construcción de una estación de bombeo, mejoras en la obra de toma y ampliación del muro de contención del río, y una tubería de 5,3 kilómetros que inyectará al Acueducto Guanta con 300 litros por segundo (l/s).

También se prevé el montaje en Caimanera de una de las cinco plantas desalinizadoras destinadas a la provincia, esta con una capacidad de entrega de 40 l/s a partir del proceso de ósmosis inversa con agua de mar, y que además de quitarle “responsabilidad” a La Yaya, mejorará ostensiblemente la calidad del líquido.

Un tercer proyecto consiste en la construcción de una conductora de siete kilómetros entre Cayamo y Malabé, y una estación de bombeo, que reducirá las pérdidas en alrededor de 18 millones de metros cúbicos y mejorará la distribución a las poblaciones de Ullao Nuevo y Viejo, Mártires de la Gloria y Hatibonico.

Mientras, como alternativa para el abasto de comunidades intrincadas de Niceto Pérez, Imías, El Salvador y San Antonio del Sur, se propone la perforación y acondicionamiento con bombas que funcionan con energía solar de seis nuevos pozos y la instalación de esos equipos en igual número de oquedades ya existentes.

Otras de las medidas para garantizar el suministro a la población incluyen la regulación de las entregas de las presas Faustino Pérez y La Yaya, con la reducción del gasto y el alargamiento de los ciclos de entrega, el programa de metraje del agua, la supresión de salideros, y el alistamiento de obras alternativas ya existentes.

La provincia acumula en sus embalses unos 112 millones de metros cúbicos, el 32 por ciento de su capacidad de llenado y el volumen más bajo de los últimos nueve años.

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