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galleta dulce Gtmo 3El acaparamiento de las galletas dulces y su reventa se practica a la vista de todos. Foto: Lilibeth Alfonso MartínezLa mujer sentada a mi lado me mira. El hombre a su diestra me mira. Se unen otros dos y hacen lo mismo. Se comunican entre ellos, lo sé por el aire, por el aleteo que hacen sus manos mientras se dicen algo que no llego a entender letra por letra pero intuyo. Quieren que me vaya. El gesto, como la música, también es universal.

Insisto. Desde hace días es noticia que los mercados ideales bullen con la llegada de la galleta dulce, que filas y filas de revendedores pujan con el resto de los consumidores, y que ganan en la inverosímil porfía por alcanzar los paquetes de un kilogramo (kG) de pequeñas piezas de harina dulce que luego venderán al doble de su precio…, así que me quedo.

Es viernes en la tarde en Guantánamo, y sentada a escasos metros de El Zun Zun, compruebo lo publicado en Venceremos, lo que el sistema de la Radio denunció, lo que escucho en la calle. Mujeres y hombres de mediana edad, algunos con apariencia saludable y otros impedidos físicos, creando un perfecto sistema para acaparar la confitura, y la venta a sobreprecio, a escasos metros.

Quien tiene ojos, ve.

Agria multitud

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Lo que pasa alrededor de la galleta dulce que se vende en los mercados ideales no tiene que ver con los mercados ideales, sino con el exterior, está en manos de las instituciones que cuidan la legalidad y el orden, y un poco más lejos, en las entrañas de una línea confitera ubicada en la zona industrial alimentaria de la ciudad.

“Regulamos la venta, a dos paquetes por persona, vendemos primero a nuestros trabajadores la misma cantidad para evitar transacciones internas mientras se atiende a la población, pero no podemos organizar la cola, ni vender lo que no tenemos. Sencillamente, la demanda está por encima de la oferta”.

Quien habla es Alexis Babastro Cascaret, administrador del mercado ideal La Creación, sito en Los Maceo entre Crombet y Emilio Giró, adonde llegan cada día, asegura, 500 paquetes de la confitura, “que se agotan en menos de tres horas”; más igual cantidad de galletas de sal, con mucha menos demanda.

Dos veces al mes, también reciben y venden 0,2 toneladas (t) de galletas dulces de la Empresa Mayorista, el principal abastecedor de esos establecimientos, con unos 37 surtidos a su cargo. “Pero no es suficiente, y eso, junto a la indisciplina que arman los revendedores, crea situaciones muy difíciles”.

Detrás del mostrador donde se venden los productos liberados de la industria alimentaria, Karel Fraga me muestra signos recientes de arañazos en su antebrazo, resultantes de una venta que se fue de control. Más de una vez, ha sido necesario convocar a la policía.

En El Zun Zun, ubicado en Crombet entre Calixto García y Los Maceo, Hernando Burgos Velázquez, dependiente y jefe de turno, el viernes 31 de marzo me cuenta lo que ocurrió un día antes. “Las compañeras (merecen tal calificativo) que revenden galletas, se mantuvieron con ofensas y desorden en la puerta, y llamamos a la policía, pero esta vino, vio la situación, y se fue, así que nosotros y el portero asumimos los resultados”.

Las consecuencias, además de la situación de estrés, algún que otro golpe que se cuela entre el gentío y los agravios verbales, incluye en el caso de El Zun Zun, una puerta rota hace menos de un mes.

Desde el otro extremo, entre las personas que aspiraban a comprar la confitura, Yaimara Leliebre, asegura que el propio 31 empezó a hacer cola desde las 10 y media de la mañana, y había “tres personas, pero cuando inició la venta, aparecieron varias mujeres diciendo que ellas iban delante, y ya ve, me quedé sin galletas para mis hijos”.

Cuestión de capacidad ¿solamente?

galleta dulce Gtmo 5   La tecnología de origen chino redujo además las pérdidas notablemente, entre 10 y 12 kg al día. Foto: Leonel Escalona Furones

Albis Hernández Díaz, jefa del área técnica productiva de la UEB Industrial de la Empresa provincial de la Industria Alimentaria, con seis establecimientos a su cargo, asegura que la nueva línea, que produce desde mediados de febrero y es parte de un proyecto de colaboración que aportó medio millón de euros para mejoras civiles y la instalación de tecnología de origen chino, incrementó la calidad y la cantidad de las confituras.

“Con la fábrica antigua, vendíamos a los mercados ideales 800 kg, y ahora producimos unos mil 200 kg –igual cantidad de paquetes de un kg o el doble de medio kg- en un turno de ocho horas de lunes a sábado, que garantiza la venta de mil al día, incluyendo los domingos”, asegura.

A su juicio, el disparo de la demanda responde a la calidad del producto –se redujo la humedad y mejoró el diseño y el sabor, y se replantearon las fórmulas de la galleta saborizada y de chocolate- , y a la sensación de vacío que dejaron dos años sin producción, a los que se suma un problema en el horno que paralizó la industria durante varios días en marzo, y fue solucionado por los fabricantes como correspondía a la etapa de puesta en marcha.

Desde las últimas reparaciones, asegura por su parte el jefe de planta, Carlos Robert Camajuaní Machado, no hay interrupciones, y se mantiene un “piso” en el almacén de 690 paquetes de un kg y mil 200 de medio, que garantizarían poco más de un día de distribución en caso de fallo”.

Un día de repartición, empero, no es un día de venta, por lo menos literalmente. Hasta ahora, no se ha logrado que la golosina permanezca en las estanterías de los ocho mercados ideales de la ciudad de Guantánamo donde se expende, que además de los ya mencionados, incluyen los del Sur, los repartos San Justo, Caribe y Rubén López Sabariego, Cuartel y el 4 Norte, y el Guararey de Pastorita.

Una solución lógica, ante la imposibilidad manifiesta de que las empresas Mayorista, responsable de la distribución en el mercado paralelo, municipal de Comercio, que atiende los mercados ideales, y la propia industria Alimentaria, adquieran el dulce en otras provincias; es incrementar un turno de trabajo en la línea guantanamera.

“Doblar el turno, refiere Tomás Lario Albelo, director de la UEB Industria, se está valorando pero depende de la aprobación de un nuevo plan de energía pues el consumo de la línea es de casi un megaWatts hora en una jornada, pero eso depende de otros ministerios”.

Por su parte, Mariolis Gómez García, subdirectora comercial de la Empresa municipal de Comercio, refiere que ante el incremento de la demanda se orientó regular la venta, entre uno y dos paquetes por persona, y se contacta con la Alimentaria para acumular producciones de varios días que posibiliten estabilidad en los mercados.

La distribución, reafirma la directiva y lo confirma René Rigondeaux, director de la UEB Mercado Paralelo de la Mayorista, prioriza los mercados del centro de la cuidad, que se abastecen diariamente con hasta 500 paquetes, en tanto los del resto del municipio se benefician con unos 200, en días alternos.

La otra carta

DSC 0020El acaparamiento de las galletas dulces y su reventa se practica a la vista de todos. Foto: Lilibeth Alfonos Martínez

Mientras llega la solución productiva definitiva, la regulación de la venta y el trabajo para garantizar el orden parecen ser la única carta a la mano para proteger a la población del acaparamiento y la especulación.

Sin embargo, el enfrentamiento es débil. Consumidores y trabajadores de los mercados ideales del centro de la ciudad –donde el fenómeno es más notable-, por lo general cuestionan la labor de las fuerzas del orden público en el enfrentamiento a los hechos de violencia y el desorden y la prevención social, y los inspectores.

En la oficina de la Dirección Integral de Supervisión (DIS) del municipio, su directora Xiomara Vegué Quiala, reconoce que el trabajo no ha sido todo lo preciso que se requiere, a pesar de que asegura disponer de 10 efectivos en el centro, y otros en el resto de los barrios.

“Existe la orientación de que la DIS esté presente en los horarios en los que se comercializa la galleta en los mercados, y luego, cuando empieza la reventa en la misma área, pero es posible que los supervisores se encuentren en otras labores”.

Conspira también “la tendencia de que, sobre todo los impedidos, no porten su carné de identidad o digan no portarlo, ante lo cual los inspectores no pueden hacer nada. Cuando se coordina el trabajo con la Policía, ellos los conducen a las estaciones y logramos accionar, pero eso no siempre es posible”, explica la directiva.

Igualmente, detalla, “recordamos a los directivos de los mercados que tienen la responsabilidad, según la circular 4, de enfrentar las ilegalidades en las inmediaciones de su instalación, hasta un metro a partir de la puerta, y los alertamos cuando retienen productos; mientras, estamos coordinando con la industria, para que las producciones se acumulen y sea posible garantizar un abastecimiento estable.

Los resultados concretos de los trabajos de supervisión, empero, son cuestionables: en más de un mes de quejas y tumultos, la DIS impuso seis multas de mil 500 pesos en los mercados del centro, Rubén López Sabariego y Cuartel y el 4 Norte, realizó un decomiso que incautó cuatro paquetes de la golosina, y una denuncia por amenaza, hace un par de semanas.

A estas alturas, Vegué Quiala parece ver lejos una solución definitiva: “Los revendedores son muy difíciles de controlar, cuando llegué aquí hace 10 años estaban, y están todavía, pero igual nos corresponde enfrentarlos”.

galleta dulce Gtmo 4Albis Hernández Díaz, asegura que la nueva línea produce más y mejor que la anterior. “Para aumentar la calidad, estamos recalculando la fórmula de la galleta de chocolate, aún un poco dura, y estamos probando nuevos sabores en la fórmula de la otra variedad”. Foto: Leonel Escalona Furonesgalleta dulce Gtmo 2