La restauración del Palacio Salcines -una de las edificaciones más emblemáticas del patrimonio material en Guantánamo- iniciará a partir de la primera quincena de julio con el propósito de conservar e incorporar este monumento local a recorridos de turistas foráneos y nacionales.

Las tareas constructivas, en el casi centenario edificio, estarán a cargo de la Cooperativa no agropecuaria Segunda Villa, de la provincia de Bayamo, que trabajará junto a especialistas del Centro Nacional de Patrimonio, la Oficina del Conservador de Santiago de Cuba y restauradores del la Oficina del Historiador de La Habana, declaró a Venceremos Alberto Brauet del Pino, arquitecto y asesor de restauración de la obra.

Los trabajos de la primera fase se realizarán en el nivel superior del edificio, donde se recuperará la cubierta y se instalará un nuevo sistema de evacuación de las aguas, para evitar estancamiento. También se levantará el piso actual, para restituirlo e incorporar mantas impermeabilizantes que darán fin a las filtraciones que dañan las pinturas murales del segundo nivel de la edificación.

En posteriores etapas se rehabilitará la parte más dañada del inmueble, como es el caso del Museo de Artes Decorativas, además de la renovación de la carpintería, cenefas, la limpieza de la fachada y la reproducción con moldes de yeso o silicona de piezas que se han caído tras el paso del tiempo.

Para esta intervención se dispuso de 580 mil pesos cubanos, a lo que se agregará un presupuesto en moneda convertible por parte de la Dirección Nacional de Monumentos –todavía sin definir- que también estarán destinados a moderadas transformaciones en el sistema expositivo del Centro de arte Palacio Salcines y convertirá la tercera de planta en un mirador.

“Esta no es una reconstrucción maratónica, la recuperación de lo invertido no será por fechas de terminación sino por la calidad de lo realizado”, recalcó Brauet del Pino.