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construccion puente toaLos apoyos (compuestos por cabezales, columnas y dinteles de abajo hacia arriba), se sostienen sobre 8 y 12 pilotes de 36 y 30 pulgadas respectivamente, en dependencia de la necesidad de sostén, los cuales están hincados a 30 metros de profundidad.

El puente que se construye sobre el Toa presagia para la Villa primada un siglo de nuevas luces. Justo ese, 100 años, es el tiempo de vida útil o “retorno” estimado para el nuevo coloso de hormigón y acero que se levanta, desde el mes de abril, sobre el más caudaloso de los ríos cubanos.

 

Cálculos matemáticos lo indican, aunque parezca inverosímil para quienes han visto el efecto devastador de este cauce, cuando sus aguas enfurece la fuerza de la naturaleza.

 

Desde el viejo puente de madera –nunca destruido completamente- todas las pasarelas sobre el Toa habían prometido perdurabilidad.

 

La última de ellas, edificada en 1989 por el pre contingente Pedro Soto Alba de la Brigada de Viales de la Empresa Constructora de Obras de Ingeniería (ECOI) de Moa, sucumbió en octubre de 2016, a sus 27 años, por la arremetida del Toa, embravecido por el huracán Matthew.

 

Entonces redujo a escombros 10 bases, 90 vigas, 972 losas, 800 metros cúbicos de hormigón y 80 toneladas de acero que conformaban la construcción de 225 metros de largo, 7 de altura, 18 de profundidad y 23 mil 957 toneladas de peso, maravilla de la arquitectura civil cubana.

 

En su lugar, para espantar con rapidez el recuerdo del deceso, 53 integrantes de la Brigada Internacional Cívico Militar de Rescate y Asistencia Humanitaria Simón Bolívar, edifican un puente totalmente nuevo, donación de la República Bolivariana de Venezuela al pueblo baracoense.

 

La gente lo agradece, y como siempre, deposita esperanzas en la nueva ejecución. Cada pilote, soporte y estribo, desnuda la silueta de una comunicación perdurable con “el otro lado”. Mientras, la construcción avanza según lo previsto.

construccion puente toa2El estribo Baracoa demandó alrededor de 200 metros cúbicos de hormigón.

A buen ritmo…

 

El mayor Germaín Enrique Veloz Camacaro, comandante a cargo de la misión humanitaria, nos acompaña en el recorrido para constatar el avance de la obra. Es pleno mediodía y “hay un sol que raja piedras”, como se dice en buen cubano, pero los trabajadores no se detienen.

 

A este ritmo, y a pesar de los contratiempos por lluvias que impuso el clima en los meses de abril a junio, estaban listos el día 4 de agosto el estribo Baracoa y el apoyo número tres, mientras soldaban las estructuras interiores del siguiente, proceso comenzado a las 4 de la tarde y seguido durante veinte horas interrumpidas.

 

Y no es la primera vez que estos constructores ven unirse un día con el otro a pie de obra, a juzgar por lo que explica el mayor Veloz. “Las jornadas empiezan a las 7 de la mañana –dice- pero la hora de salida nunca se sabe, puede ser a las 8 ó 9 de la noche, o extenderse hasta la madrugada, no importa si es sábado, domingo o Día feriado.

 

 

“Por ejemplo, cuando se inicia un vaciado (rellenar con concreto la estructura encofrada en metal) tiene que hacerse de manera continua para asegurar la posterior solidez de la estructura monolítica, y eso sí que se tarda”, agrega.

 

No obstante, fundir semejante volumen es apenas un punto en el cronograma de trabajo. Antes de ello, ha sido preciso limpiar la zona de los residuos del puente anterior, represar el río en el lugar donde se ejecutan las labores, bajar con una máquina de drenado el nivel de las aguas dentro del estanque creado, hincar pilotes de acero de 36 y 30 pulgadas de diámetro a 30 metros de profundidad, luego rellenarlos con hormigón y, sobre estos, soldar las más de doscientas barras de cabilla que forman el esqueleto de un cabezal.

 

De manera que, a 4 meses de iniciada la construcción, andar al 40 por ciento de la ejecución, advierte un cumplimiento del tiempo pactado para materializar el proyecto, cuya fecha de culminación debe ser el 22 de diciembre de este año.

construccion puente toa3Hasta el momento se encuentran listos los apoyos 1, 3 y 4, además del estribo Baracoa, mientras en el Moa ya se hincaron los puntales, y se realizan excavaciones para edificar el soporte número 2.

Más hormigón, más acero, un puente mejor…

 

Si bien estas cifras suponen fortaleza –por lo menos a nuestros ojos inexpertos- cada respuesta de los especialistas induce nueva pregunta ¿qué ventajas tiene este puente con respecto a su predecesor?

 

“Mucho”, contesta Veloz Camacaro, mientras nos muestra el grueso libro que detalla el proyecto. “En principio, el nuevo puente está conformado por dos estribos y cuatro apoyos, separados por luces (espacios) de 50 metros entre sí, 25 más que antes; y también es más alto en 4,5 metros.

 

“Esto va a permitir –continúa- que de existir una crecida, puedan pasar todos los sedimentos, palizadas o desechos que antes hubieran represado el río; y además con esta altura sería muy difícil que las aguas lleguen a las vigas”.

 

Las medidas exactas, corrobora el Ingeniero residente Armando Lugo Cobich, “son de 224, 83 metros de largo y 11, 88 de altura sobre el nivel del mar, y podrá soportar unas 160 toneladas de peso en movimiento”.

Procedentes del país suramericano, los recursos para hacer esto posible, tocan tierra cubana cada mes por el puerto de Moa.

 

Vigas metálicas de hasta de 50 metros, armazones de acero, andamios y encofres han llegado por esta vía; la misma por la que en poco tiempo, arribarán nuevas dotaciones de la aleación metálica junto a cerchas, mayas electrosoldadas y equipos necesarios, entre otras labores, para el montaje del tablero del puente, cuya nueva estrategia será por medio de grúas que realizarán un izamiento combinado para colocar la losas en el lugar indicado.

 

Solo de acero, detalla Lugo Cobich, “se ha calculado un peso de 536 toneladas (cada cabezal pesa aproximadamente 12), a las que se suman 340 en estructuras metálicas de refuerzos y posteriormente, el peso del hormigón.

Con todo esto se estima una resistencia total entre todos los elementos estructurales del puente, de 300 kilogramos por centímetro cuadrado.

construccion puente toa4Sobre el tiempo de fundición de cada apoyo, el mayor Germaín Veloz explicó que, una vez fraguados los cabezales, se retira el encofre a la semana, cuando debe haberse solidificado al 80 por ciento, proceso que termina veintiún días después.

Ayuda compartida

 

Orientada por empresas proyectistas de la nación bolivariana, la brigada internacional de rescate y asistencia humanitaria –experimentada en este tipo de tareas en su país- es la encargada de la ejecución total de la obra.

 

Para ello cuenta, además del comandante, con otros ingenieros, así como personal técnico calificado: dos topógrafos, planificadores, maestros de obra, equipos de hincas, cabilleros, montadores, operadores de maquinarias, un grupo de seguridad industrial, otro de primeros auxilios y personal militar.

 

“Por la parte cubana –detalla el jefe de la misión- se trabaja de conjunto con la Empresa de Construcción Integral (ECI) número 3 y la Empresa de Construcción de Obras de Ingeniería (ECOI) número 17, ambas de Holguín, en tanto la ENIA controla lo relativo a la calidad de los materiales de construcción y GUANCO suministra el concreto desde una industria situada en Cabacú, dentro del propio municipio de Baracoa”.

 

Si bien cada uno de estos trabajadores conoce al dedillo sus tareas, las necesidades van imponiendo nuevas funciones, y mucha ayuda mutua.

 

De lejos se constata la avenencia entre la tropa, cuyos miembros se declaran “motivados y orgullosos de cumplir con esta misión presidencial y ayudar a los hermanos cubanos dañados por el ciclón”, criterio en el que coinciden soldados y civiles venezolanos con quienes dialogamos.

 

“Estamos gracias a Dios en un pueblo muy noble, que nos ha tratado bien, así que el agradecimiento es mutuo”, destaca el Comandante, “y aunque las intensas jornadas impiden la vinculación directa en la vida de la comunidad, la brigada ha sido recibida de la mejor manera posible en cada espacio donde hemos estado”.

 

Desde este enfoque, la ejecución del nuevo y robusto puente, no se valora en materia de presupuesto, sino por el bien que realizan a un pueblo amigo. Así lo recalcan todos los directivos interpelados al respecto, quienes son renuentes a dar detalles sobre el costo de la inversión.

construccion puente toa5En su interior, un cabezal contiene más de doscientas cabillas de acero soldadas entre sí.

Los recuerdos, una obra, desafíos…

 

De todas formas –y aunque sospecha que es mucho dinero- la baracoense Yuleidis Matos prefiere, más que de valores monetarios, hablar del saldo funcional del puente, del cambio que significará para su vida. Tiene poco más de 20 años y en su recuerdo no registra las veces que el puente se vino abajo, y lo rehicieron.

 

Solo cuentan para ella los días de incomunicación tras Matthew, imagen que prefiere desdibujar con las escenas de vaivenes constructivos que, cada día durante 8 meses, dan lugar a una estructura más firme y consistente que la anterior, por lo menos según el proyecto. “Siento cerca la solución”, resumió la joven.

 

A su alrededor, recelosos ante las dudas que inevitablemente generan las experiencias vividas, otros lugareños de mayor edad todavía se debaten en quien puede ser más dominante: la furia del Toa o la desafiante obra ingeniera.

 

Estos son impresiones compartidas entre los más de 6 mil pobladores de las comunidades de Canes, La Sigua, Cayo Güin, Maraví, Maguana, La Cueva, Báez, Camarones, Santa María y Nibujón, situadas, rumbo Moa, “al otro lado del río”. De manera que, por si acaso, no hay que dejar atrás las patanas y balsas tiradas por güinches que tras los sucesos de octubre pusieron fin a la incomunicación.

 

No hay verdades absolutas, pero las probabilidades indican, en balance positivo, que a finales del año en curso Baracoa tendrá puente para rato, o por lo menos para un siglo… Aunque, para medir fuerzas con la naturaleza –en realidad- es mejor que no exista una próxima ocasión.