Al momento de esta foto, comenzaba el vaciado o fundición de la última losa de hormigón (losa de tablero), que mide 75 metros.
Caminar de un extremo a otro los 225 metros del puente sobre el río Toa, en el municipio guantanamero de Baracoa, será una realidad a partir de este viernes, cuando se realice la fundición de los últimos 75 metros de las losas de hormigón que conforman la pasarela.
Esa estructura, también denominada “losas de tablero”, agrupa 564 “losetas” de concreto reforzadas con acero, que se sostienen sobre vigas metálicas entrelazadas por un sistema de arriostramientos, cuyo peso total es de 533,4 toneladas, más otras 340 de acero de refuerzo, según cálculos de ingeniería de esa obra.
El material utilizado para su fabricación (ASTM A709) es antioxidante y anticorrosivo, idóneo por la cercanía del puente al mar; y está calculado para resistir intensos movimientos telúricos.
A cargo de la Brigada internacional cívico-militar de rescate y asistencia humanitaria Simón Bolívar, de Venezuela; la ejecución marcha al 95 por ciento de ejecución – informó el Mayor Germaín Veloz Camacaro, comandante de la misión de ayuda humanitaria.
En estos momentos –precisó- se trabaja en la colocación de las barandas de hormigón armadas previamente y las aceras de 1,5 metros de ancho, así como un sistema de drenaje de aguas pluviales.
El vaciado se realiza de manera constante, sin pausas en el vertimiento y distribución de la mezcla, para dar lugar a una estructura de concreto monolítica.
A la par, brigadas constructoras de las provincias cubanas de Holguín y Guantánamo, laboran en la conformación de los terraplenes de aproximación en los estribos Baracoa y Moa, respectivamente, con el objetivo de elevar la carretera hasta la altura del puente, que es de 11, 8 metros.
El posterior asfaltado del vial también corresponde a la parte cubana.
Para evitar la formación de palizadas durante las crecidas del río más caudaloso de Cuba (causa principal del derrumbe de su antecesor, en octubre de 2006, ante la embestida provocada por el huracán Matthew), las luces o separación entre sus columnas de apoyo son de 50 metros.
La construcción, iniciada en abril de 2017 y pactada inicialmente para entregar en diciembre pasado, se vio afectada por el bloqueo económico impuesto por los Estados Unidos a la República Bolivariana de Venezuela, que indujo dificultades en la producción de la estructura metálica del puente, lo que obligó aplazar la terminación, precisó Veloz Camacaro.
Finalmente, la inauguración está prevista para julio de 2018.
El vaciado se realiza de manera constante, sin pausas en el vertimiento y distribución de la mezcla, para dar lugar a una estructura de concreto monolítica.