Foto: Lorenzo Crespo Silveira
Osmara Arias Tomasén, presidenta de la Cooperativa de Créditos y Servicios Fortalecida René Gamboa Cobas, ubicada en Los Hoyos de Sabanilla, es una de las 32 mil mujeres de Baracoa que ejercerán el próximo 19 de abril el derecho al voto, en los comicios parciales para elegir a los delegados que constituirán la Asamblea municipal del Poder Popular.
Ella forma parte del nutrido grupo de féminas integrantes de organizaciones como la Federación de Mujeres Cubanas y la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, que apoyan el desarrollo de las asambleas de nominación de candidatos e integran comisiones de trabajo a nivel de municipio y circunscripción, para garantizar las bases organizativas y materiales del proceso eleccionario en el segundo municipio más importante de la provincia de Guantánamo.
¿Como mujer campesina, qué significa para usted participar en las venideras elecciones?
“Será un acontecimiento muy importante, en el que expresaré mi apoyo incondicional al sistema democrático cubano, que garantiza al campesino humilde la posibilidad de ser dueño de un pedazo de tierra y trabajarla para producir cada día mayores volúmenes de alimentos para el pueblo, el principal llamado que nos hizo la Revolución.
“Al votar ejerceré plenamente el derecho que tenemos las mujeres a participar activamente en todos los sectores de la vida política, económica y social del país.
“Significará también continuar el ejemplo de Engracia Blet Plumier, quien el 30 de noviembre del año 1959 recibió el primer título de propiedad de la tierra entregado por el Instituto Nacional de Reforma Agraria, firmado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
“En ese momento se materializó la frase del Líder histórico de la Revolución, cuando sentenció que por aquí comenzamos a dar la tierra a los campesinos, por donde mismo empezaron a quitársela los conquistadores a los indios, por Baracoa.
“Recuerdo que mis padres contaban que antes del triunfo de la Revolución la vida no era fácil, pues por mucho que los campesinos se esforzaban, no veían los resultados del rudo trabajo en los campos, duramente golpeados por la vida miserable de aquella época.
“Hoy es diferente, somos dueños de lo que producimos y disfrutamos de muchos beneficios, entre ellos, el disponer en nuestra comunidad de consultorio del médico de la familia, farmacia, escuela y un círculo social donde realizamos diferentes actividades”.
¿Cuáles son los retos que enfrenta como dirigente cooperativista?
“El principal desafío es mantener los resultados de una cooperativa que desde hace 11 años consecutivos ostenta la condición de Vanguardia Nacional. El próximo mes de mayo, elegiremos a nuestro delegado directo al XI Congreso de la ANAP.
“Disponemos de 522 hectáreas de terreno donde cultivamos nuestro reglón más importante: el cacao, rubro en el que durante la pasada cosecha logramos un record productivo de 516 quintales, de 322 planificados.
“También fomentamos otros como coco, café, cultivos varios, ganado mayor y menor. Ya disponemos de una minindustria en la que procesamos diferentes tipos de frutas, entre ellas, el mango y la guayaba.
“Me siento muy orgullosa de mi trabajo, de ocupar responsabilidades de dirección, por eso he sabido ganarme el cariño de los 120 integrantes de la cooperativa, de ellos 90 hombres y 30 mujeres, siempre dispuestos a cumplir cualquier tarea a la que se nos convoque, pues de esa manera continuamos haciendo Revolución”.
