Con la vista de playa Maguana, la posibilidad de zambullirse en sus aguas y la tranquilidad alrededor parecería haberse encontrado todo lo singular en la zona.

Pero no distante de la playa vive un “pulpo” que insta a conocer, sobre todo si facilita acercarse a Inoldi Pérez Martínez, un joven que tiene 23 dedos, suele andar descalzo y lleva un sobrenombre que lo supera.

Luego de saludos de rutina, Radiobaracoa buscó un diálogo.

Vi algunas personas mirar con detenimiento sus extremidades. Al parecer, no le molesta.

“No, ya es costumbre. La cosa es que tengo 23 dedos y eso es una gran curiosidad para las personas que vienen al restaurante de mi padre, aquí en la casa. Los clientes comentan sobre la curiosidad, me preguntan si estoy bien, si me da pena por tener esta cantidad de dedos".

¿Qué les dice?

“Lo que puedo. Para mí esto es un orgullo, aparte de ser una herencia de una abuela que murió hace cinco años”.

¿Cómo tenía su abuela los dedos?

“Ella tenía 20 dedos normales, como yo, y cuatro más a los lados".   

A usted se le ven dos adicionales en las manos.

“Porque no me ha mirado los pies”.

¿Cuándo usted notó o le hicieron notar esta singularidad en su cuerpo?

“Como a los 10 años ya era una curiosidad para mí. Al principio de la secundaria y del pre me daba un poco de pena".

Su familia pudo haber solucionado el problema con un médico.

“No, porque como le dije, esto de las manos y los pies es una herencia de  mi abuela, y es muy importante para mí. Ella tuvo 8 hijos y treinta y pico de nietos y el único de la familia con los dedos así soy yo".

Además de una herencia es algo sentimental.

“Sí. Mi abuela siempre me pidió que me dejara los dedos como los tenía. Eso no me lo corto jamás en la vida”.

Cuestiones sentimentales aparte, ¿le favorece en algo lo particular de sus manos, y de un pie?

“Yo lo veo a favor, ya que empezaron a decirme El Pulpo, El pulpo, me quede así y ya estoy orgulloso de tener algo distinto a otras personas”.Un “pulpo” que además vive cerca de la playa...“Y que le llama la atención a todo el mundo. El restaurante de mi padre lleva mi apodo”.

¿A qué se dedica usted?

“Trabajo en el restaurante con mi padre. Antes estudiaba, soy graduado de técnico en agronomía”.

¿Cómo les va en el negocio?

“No demasiado bien, pero sí bien”.Tampoco un pulpo puede abarcar mucho.“No, aunque abarca más que Inoldis. Mírelo usted mismo".

Fuente: Radio Baracoa