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Catalina 1Catalina Rodríguez Mora, entonces con 14 años, recuerda la madrugada del 14 al 15 de abril de 1961, cuando la Policía Nacional Revolucionaria tocaba a las puertas para evacuar a la población hacia las montañas. Fotos: Richard López Castellanos, Lorenzo Crespo Cisneros y periódico Ahora

A Catalina Rodríguez Mora, por entonces niña de 14 años, le resulta imposible borrar los recuerdos vividos la madrugada del 15 de abril de 1961, cuando Playa Girón era prácticamente un sitio desconocido para el ciudadano promedio cubano.

De repente, ese nombre recorrió el mundo. Y aunque ella lo supo en detalles después, no olvida esas horas antes del amanecer, cuando fuerzas de la policía tocaron a su puerta y demandaron de los pobladores la inmediata evacuación de su ciudad hacia las montañas.

En el horizonte, el lucerío de los barcos americanos presagiaba una invasión. Era abril de 1961 y “la cosa se ponía fea”, rememora. Mujeres, ancianos y niños desalojaron la Villa en busca de seguro refugio en las serranías de El Paraíso, Las Minas y Sabanilla. No había pánico, por el contrario: resolución de luchar y, de ser preciso, convertir en cenizas la primera capital de Cuba antes que entregarla al mercenario.

Eso lo recuerda también con nitidez Elexis Fernández-Rubio, presidente de la Unión de Historiadores de Cubaen la Ciudad Primada: “Teníamos la resolución de incendiar la comarca antes que rendirla a los invasores en 1961”, la Villa por esos días pudo convertirse en el segundo Bayamo, pues la región era potencial punto de desembarco, acción diversionista para encubrir la principal dirección del ataque: Playa Girón, en el centro sur del país.

La invasión mercenaria de la brigada 2506 por Bahía de Cochinos (como foráneamente se conoce), inició el 17 de abril, pero tuvo su preludio el día 15, con los ataques a los aeropuertos de Ciudad Libertad y San Antonio de los Baños, en La Habana, y Antonio Maceo, en Santiago de Cuba.

En Baracoa, se presumía el desembarco de un batallón enemigo, y la ciudad vivía -amparada en la oscuridad de la noche- la masiva evacuación poblacional por las amenazas reales de agresión, operación dirigida por el Ejército Rebelde y las Milicias Nacionales Revolucionarias.

Al comandante Eddy Suñol (Eduardo Suñol Ricardo, 1925-1971), se le recuerda al frente del Batallón de las MNR, al cual se sumaron 400 milicianos baracoenses que cerraron filas con el Ejército Rebelde a lo largo del malecón de la ciudad y el litoral costero. Seis baterías de “cuatro bocas” estaban listas para escupir metralla sobre el enemigo.

La telaraña de operaciones gringas se sucedían, todas dirigidas a destruir a la Revolución Cubana. Para su propósito, utilizaron a algunos mercenarios de la Brigada 2506, con el objetivo de infiltrarlos en el territorio nacional y organizar acciones clandestinas de desestabilización y promoción de levantamientos armados coincidentes con el desembarco de Playa Girón.

Eddy SuñolEl Comandante Eddy Suñol encabezaba las fuerzas del Ejército Rebelde y las Milicias Nacionales Revolucionarias que se aprestaban a repeler el intento mercenario invasor. Fotos: Richard López Castellanos, Lorenzo Crespo Cisneros y periódico Ahora

La Operación Pluto fue concebida como el desembarco naval por tres puntos de la Bahía de Cochinos, acompañado del lanzamiento de paracaidistas. Como acción principal de guerra, en el sitio escogido, la Ciénaga de Zapata, pretendían consolidar una cabeza de playa e instaurar el gobierno provisional, el cual sería reconocido de inmediato por Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos.

Operación Puma, otro engendro, se denominó al preludio de la agresión tras el intento desarticulador de la defensa aérea cubana con la destrucción en tierra de los aviones taxeados en los aeropuertos de San Antonio de los Baños y Ciudad Libertad, en La Habana, y el aeródromo Antonio Maceo, de Santiago de Cuba. Marte, dieron por nombre a las acciones diversionistas en la actual provincia de Guantánamo.

John F. Kennedy, presidente de los Estados Unidos, había autorizado el 10 de abril de 1961 la Operación Pluto, heredada de su antecesor Dwight Eisenhower, pero desconocía que otro grupo especial dirigido por el anterior vicepresidente, Richard Nixon, había echado a andar paralelamente otra acción, denominada Marte, concebida contra la zona de Baracoa por la Agencia Central de Inteligencia.

El tenebroso centro de espionaje reclutó una fuerza élite de 160 hombres que, bajo el mando del traidor Higinio Nino Díaz Arce, tendría la misión de desembarcar el 14 de abril de 1961 por Macambo, municipio de Imías, y apoderarse de la ciudad de Baracoa.

Esos mercenarios debían entrar en combate, simultáneamente, con el primer golpe aéreo para atraer sobre ellos la atención del mando cubano y distraerlo de la dirección principal de la agresión: Playa Girón.

Paralelamente, simularían el ataque de tropas cubanas a la ilegítima base naval de Estados Unidos en la bahía de Guantánamo, para justificar la agresión militar directa a la Isla.

General Sixto BatistaBaracoa aquella madrugada hubiera sucumbido a las llamas antes que ser ocupada por invasores, aseguró el General de Cuerpo de Ejército al rememorar en 2011 aquellos acontecimientos. Fotos: Richard López Castellanos, Lorenzo Crespo Cisneros y periódico Ahora

Durante un entrevista concedida a este redactor en 2011 por el desaparecido General de Cuerpo de Ejército Sixto Batista Santana (1932-2014), en ocasión del aniversario 50 de los acontecimientos de Girón, el inolvidable combatiente rememoraba: “Eddy Suñol, sobre quien el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruzhace reiteradas referencias en su libro La Victoria Estratégica, era responsable de la plaza y preparó la comarca para la defensa”, y aseguraba que “la noche madrugada del 14 para el 15 de abril de 1961 fue la de máxima tensión.

“En el horizonte la armada enemiga, en tierra la ciudad levantaba barricadas, se evacuaba a mujeres, niños y ancianos a las montañas y ocupaban sus puestos de combate el Ejército Rebelde y fuerzas de las Milicias Nacionales Revolucionarias movilizadas desde Moa y toda la región de Baracoa, que entonces incluía Maisí e Imías.

“Eddy -que era un gato viejo, subraya el General- apagó las luces de la ciudad e Higinio “Nino” Díaz, un traidor que Raúl Castro había degradado en el II Frente Oriental Frank País, percibió lo que le esperaba si intentaba desembarcar y puso proa a Vieques, Puerto Rico, demostrando lo que era: ningún traidor es valiente, le faltaron pantalones.

“Estoy seguro de que si en abril de 1961 hubieran desembarcado los mercenarios, aquí hubiera existido otro Girón. Baracoa sucumbiría a las llamas, pero nunca al invasor”, convencido entonces subrayó.

La Revolución, con la colosal fuerza del pueblo, detuvo a los invasores, y en 64 horas en Girón los derrotó; para entonces los acobardados mercenarios, frente a Baracoa, pusieron proa hacia las instalaciones militares de Vieques, Puerto Rico, y cargaron por siempre el estigma de su frustrada Operación Marte. Más les valió.

Sixto y combatientes de los días de Girón en baracoaSixto Batista, durante la conmemoración del aniversario 50 de Girón, comparte en Baracoa con combatientes que participaron de aquellas jornadas durante las cuales esa ciudad estuvo amenazada con un desembarco diversionista. Fotos: Richard López Castellanos, Lorenzo Crespo Cisneros y periódico Ahora