El flujo de personas y mercancías entre ambas márgenes del Toa, colapsado tras la destrucción del puente sobre el río más caudaloso de Cuba, quedó restablecido de manera segura y estable con la introducción de dos patanas, una de las cuales, con motores fuera de borda, ya presta servicio regular entre ambas orillas.
Al destruirse totalmente el viaducto de 225 metros de largo, 11 de ancho y siete de alto, incapaz de soportar la furia del río provocada por el huracán Matthew, las poblaciones de ambas riveras quedaron incomunicadas y sólo pequeños botes a remos hacían durante todo el día unas 25 extenuantes travesías con muy pocos viajeros, mientras cientos esperaban en ambas cabezas del fenecido viaducto.
Bucanero se nombra la balsa autopropulsada, enviada por la sucursal santiaguera del Grupo Empresarial de Marinas y Náuticas, Marlin S.A., cuyos marineros y patrón subrayaron la voluntad de contribuir a la recuperación de esta conmocionada zona hasta tanto tenga solución definitiva la transportación por el nuevo puente que se proyecta por especialistas venezolanos y cubanos.
A solicitud del Consejo de Defensa en Holguín, los trabajadores de la Ceproníquel, en Moa, encabezados por el ingeniero Rafael Borges Borges (jubilado) construyeron una patana con capacidad para 40 personas, montada sobre tubos de titanio que garantizan su flotabilidad y que se moverá por cables desde un atracadero actualmente en construcción en la margen Este del Toa.
En declaraciones a Venceremos Borges Borges comentó que el atracadero cumplirá la doble función de punto de embarque y resguardo de la nave cuando el río protagonice otra de sus salvajes avenidas y dispondrá de un mecanismo reductor que mueve los cables conductores de la moderna balsa.
En auxilio de los pobladores de ambas riveras se sumaron también pescadores moenses con sus embarcaciones de motor, en tanto las Fuerzas Armadas se instalaron en el lugar con un transportador anfibio para el traslado de materiales, equipos y personas mientras sea necesario, afirmó el Coronel Rafael Batista Nicles, jefe de Campamento de Viviendas e Inversiones del Ejército Oriental.