juego futbol y la calle

“Luis! no ves que casi te choca un carro”: grita su madre, para “evitar” que a su hijo lo choque un vehículo. Esa situación es común en las calles guantanameras desde iniciadas las vacaciones.

 

Y es que el fútbol de barrio se ha convertido en el entretenimiento de estos tiempos. Lo cierto es que desde el amanecer hasta el anochecer permanecen los infantes en la vía, quienes además de correr riesgos de ser atropellados también pueden romper parabrisas de autos o, como ha ocurrido, darle un pelotazo a las personas que pasen por allí o estén cerca.

 

Existe un programa para el disfrute de los niños durante la temporada veraniega en áreas seleccionadas, en las que trabajadores del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación y Cultura, además de cuidarlos, amenizan las actividades, pero ello solo satisface a los más pequeños, sin embargo, urge pensar en cómo lograr que adolescentes y jóvenes encuentren motivaciones y sitios adecuados y suficientes para el entretenimiento.

 

El béisbol pierde fuerza entre los más jóvenes, sin embargo, los insuficientes campos de pelota se llenan con los residentes más cercanos; los demás optan por jugar en la calle, porque dicen no contar con un beisbolito cerca. Es hora de que entidades responsables analicen y pongan en práctica también la creación de otros espacios atractivos para tras, finalizar cada curso escolar, encuentren, además, aprendizaje.

 

Mientras, la familia debe desempeñar su rol en la protección de los hijos, en tanto, a los choferes le corresponde garantizar la seguridad vial con mejor control del vehículo, disminuir la velocidad, respetar las señales del tránsito y no ingerir bebidas alcohólicas. La precaución es poca cuando se trata de prevenir accidentes y sus consecuencias.

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