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1enamoradosLas relaciones amorosas, como la sociedad de manera general, suele estar salpicada por estereotipos y tradiciones. Hace poco, en un diálogo informal surgió una pregunta que motivó cierto debate: En cuestión de parejas, ¿quién debe dar el primer paso?

El “orgullo” femenino y hasta el masculino de muchas personas podrían dictar que los hombres. En ciertas mentes vive esa imagen de que quienes
usamos pantalones, camisas y a veces bigotes, somos cazadores por naturaleza, guiados por el instinto, el deseo, unas copas de más…, siempre con el propósito de “capturar” una mujer, por lo cual visualizamos la “presa” y vamos a por ella.

Diversas películas, algunas en la cotidianidad, muestran con tremenda frecuencia escenas de ese tipo. Les confieso que estos párrafos intentan ayudar a esos adolescentes, jóvenes y mayores un poco o muy tímidos, y también a las féminas que pierden al ser anhelado por no enviar un mensaje con la mirada, el teléfono celular o un chat ni asumir el protagonismo en el proceso de conquista.

Pienso ahora en aquella que declaró su amor ansiado en la secundaria básica, pero 14 años después, cuando los dos ya tenían su familia, y solo podían recordar la etapa de uniforme, atracción e interés mutuo, y bromear con “el pudo ser”.

Un amigo me dice que algunas se hacen las súper interesantes, las diosas humanas, las súper complicadas..., y no hacen caso o exigen un repertorio demasiado extenso para expresar el “sí” codiciado.

Le respondo que eso también tiene su encanto…, y a partir de ahí se arma otro debate, al cual se suma su novia, con frases, como: “ustedes lo
quieren todo fácil”, "debí ponerte a pasar más trabajo”, “ya no regalan flores ni poemas”… Y ambos tienen algo de razón, pero recuerden: ¡este es un texto para ayudarnos todos!

Otra fémina, una con voz angelical, me recuerda los días en la escuela primaria, cuando recibió un papelito con corazones, versos y aquella pregunta decisiva: ¿Sí o no?, que se convirtió en puente fácil para un noviazgo especial.

La sexóloga y doctora en Medicina Wanda Smith, residente en Puerto Rico, asegura que dar el primer paso cuando se sienten atraídas no es un pecado, aunque recomienda realizar una pequeña investigación antes sobre la otra persona para saber cómo actuar mejor, y entrar luego en una especie de juego con los ojos, los gestos y otros recursos femeninos, que le concedan la seguridad de ser correspondidas.

Aclara que también lo pueden hacer de manera directa, aunque tendrían el riesgo de recibir la negativa de la misma forma.

Un estudio, realizado por la Universidad de Columbia y basado en el comportamiento de diversos alumnos, reafirma que los varones no suelen acercarse sin recibir previamente una señal, sea una sonrisa, un movimiento de cabello, un gesto de amabilidad…

En España, el 75 por ciento de los encuestados como parte de una indagación, opinó que, después de iniciar el noviazgo, las féminas se enamoran primero y son también más rápidas para decir “te quiero”, lo cual también puede ser resultado de más estereotipos.

Según otra investigación, publicada en el sitio digital En pareja, las mujeres decididas y con iniciativas en el amor, tienen más éxitos, pues
saben lo que quieren y luchan por conseguirlo.

Tal vez, en lo vinculado a las relaciones amorosas lo más favorable resulta la mezcla de tradiciones y “contemporaneidad”, siempre con respeto, encanto, ternura y pasión. Cada quien, sin importar el género, es libre para dar la primera señal, conquistar y hasta besar, porque al final lo verdaderamente significativo es experimentar esa sensación indescriptible y estar junto a quien aviva nuestras esencias y ese frío-caliente en las entrañas del alma.