Libreta

Hilarante cada lunes el programa humorístico Vivir del cuento, de Cubavisión. La gente lo espera… lo disfruta. Pánfilo, con su afilada crítica y sugerente reflexión… Ruperto, anclado al ayer, desde el accidente que lo dejó en coma por 28 años, cuando la Libreta de Abastecimientos (hoy Control de ventas para productos alimenticios) igualaba a los cubanos y protegía los intereses de la población consumidora.

El documento cumple oficialmente 56 años el próximo 23 de julio. Data de la época de John F. Kennedy, presidente de los Estados Unidos de América, quien siguiendo los pasos de su antecesor (Dwight Eisenhower) -impotente ante una nación que se declaraba libre y soberana, nacionalizaba, abrazaba el Socialismo y le infligió vergonzosa derrota militar en Girón-, el 7 de febrero de 1962 ponía en vigor el bloqueo total a Cuba, como hoy el desequilibrado Donald Trump activa el título III de la Helms-Burton.

El maleficio fue exorcizado en parte por Nikita Jruschov, presidente de la desparecida Unión de República Socialistas Soviéticas, mano amiga encontrada por la Revolución, que, junto al entonces campo socialista y el Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME) estableció justas relaciones de intercambio comercial.

En tal coyuntura nacieron el 12 de julio de 1963 las Oficinas de Control y Distribución de Alimentos (OFICODA) y la Libreta de Abastecimientos entregada a cada núcleo familiar como necesaria medida del Gobierno Revolucionario para seguir adelante frente a las criminales acciones de Estados Unidos para rendir al pueblo por hambre y necesidades.

Ruperto cayó en coma en 1989, el año de mayor prosperidad de la economía cubana antes del Período Especial. Se durmió con lindos sueños, cuando la libreta garantizaba equitativamente aquellos vivitos pollos blancos de ceba; carne de res “de primera y de segunda” cada quincena, latas de “carne rusa”, de span; merluza, sardina… en la bodega diversidad de alimentos y productos industriales considerados de primera necesidad… y también el pan nuestro de cada día, con yagüita y todo.

Si bien el “librito” fue inducido por el genocida bloqueo contra Cuba, ahora atizada por Washington y Miami, la libreta, a pesar de sus exiguas páginas, recobra valores fundacionales en momentos que el país enfrenta un déficit financiero-comercial en el plano internacional, mientras a lo interno oportunistas con diferenciado poder adquisitivo acaparan, trafican y especulan lucrando con las necesidades del pueblo.

Producir diversificadamente en magnitudes que satisfagan la demanda interna es el mejor antídoto contra especuladores y acaparadores, pero mientras el país lo consigue es imperativo que las autoridades correspondientes y especializadas encabecen activa y de manera sostenida el enfrentamiento y jalonen a la ciudadanía y sus organizaciones de masa.

Huevos, pollos congelados, arroz, galletas, frazadas de piso… hacen por estos días crecer la lista de objetivos de oportunistas que luego revenden en el mercado informal: léase bolsa negra.

Por estos días se incrementa el inventario de las mercancías para comercializadores no tan subterráneos, quienes revenden medrando a un más el contraído bolsillo de una parte significativa de la población, entre quienes se cuentan pensionados, subsidiados y trabajadores incapaces de encarar los leoninos precios del mercado informal, sin obviar que los últimos carecen también de oportunidad presencial cuando el Estado vende a precios asequibles, pero “al por mayor”.

El mercado negro, donde muy pocas veces falta el producto, impone tarifas: huevos de 27 a 50 pesos el file; los paquetes de muslos de pollo en CUC se abren y vale 25 pesos cada pieza; el paquete de galletas dobla su precio; las frazadas de piso por la misma ruta… y no para. La tendencia es al incremento y diversificación de surtidos y costes.

La práctica no es nueva, es la filosofía mundana de que El Vivo (acaudalado) vive del Bobo (población necesitada) y el bobo del… y a eso hay que ponerle coto. ¿Cómo? Con mayor producción y diversificación; con exportaciones y sustituciones de importaciones; pero también con enfrentamiento represivo a especuladores, y con la Libreta, prestando oído a Pánfilo y a Ruperto.

De igual forma que la carnicería suma a las ventas de huevos de 15 centavos, las de 90; esas entidades y las bodegas pueden comercializar de manera racionalizada y a los precios de “mercado paralelo” otros productos que hoy son presas de especulación.

La población agradecería que los decisores gubernamentales y comerciales sigan pensando en la Libreta, como medio regulador; está ahí y nació para tales fines. Es una decisión ya en curso aplaudida por los miles de trabajadores en desventaja competitiva por carecer de tiempo y oportunidad para colas, y saludada por los grupos más vulnerables de la ciudadanía, entre ellos los abuelos, quienes ayer hicieron y nos regalaron esta Revolución.

Comentarios   

+1 #1 Guajira Guantanamera 20-05-2019 15:22
Totalmente de acuerdo con este artículo, en la década de los 80 todo era normado y poseiamos una economía muy buena, pienso que ahora con tantas carencias no existe otra forma de equidad en los productos básicos ya sean alimenticios como de aseo que no sea a traves de la libreta. El cubano trabajador y de a pie está pidiento que todo sea normado por nuestra libreta.
Citar
0 #2 Yanines Pérez Martínez 23-05-2019 17:04
Totalmente de acuerdo con la decisión gubernamental para regular los productos de necesidad que adolecemos su abastecimiento en estos momentos, se debía llebar a otros productos de alimento y aseo.
Citar
0 #3 Yanines Pérez Martínez 23-05-2019 17:15
De este tema no comprendo, la realidad no coincide con lo informado por los ministros, la de Comercio Interior informó que se estabilizaba el pollo por 6 meses, por qué aquí se saca un poquitico un día en la semana en una sola tienda, la necesidad es grande y somo muchos, se trata de una provincia, los municipios no tienen nada, deberían sacar un día, pero en todas la red, aunque sea 1 vez al mes.
Citar

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar

feed-image RSS