Cómo es posible que personas que deben interactuar con otras durante su desempeño laboral, se conviertan en “sordas” por un par de audífonos.

Traigo el tema a colación porque hace apenas unos días, un trabajador de la campaña antivectorial (fumigador) a quien traté de orientar para que no dejara sitios sin fumigar en el patio de mi vivienda, sin escuchar, por usar audífonos, arrancó el ruidoso aparato en las inmediaciones, sin tener en cuenta mis indicaciones.

La anterior es una entre tantas situaciones que se generan por esos aditamentos que, acompañados por los celulares como dispositivo fundamental, convierten a seres humanos en sordos y, por supuesto, desencadenan ineficiencias en el trabajo.

Quién no ha sido maltratado, alguna que otra vez, por esa causa también en establecimientos comerciales, tiendas recaudadoras de divisa, centros culturales y hasta de salud…, donde responder a una pregunta de un usuario, un cliente, un paciente, es casi imposible.

Pero la historia va más allá, pues los “dichosos” aparatitos hacen vulnerables a niños bajo la tutela de padres, madres o familiares irresponsables que los usan a toda hora. Se les ve con los pequeños en ciclos, arriesgando la vida de los infantes y la propia (he sido testigo de posibles accidentes por esa causa).

Un por ciento elevado de estudiantes de secundaria básica permanece con los audífonos puestos desde que salen para la escuela;otros los usan incluso dentro del aula.

Y pensarán que estoy en contra del desarrollo tecnológico, por el contrario, apruebo su uso racional y que el mencionado medio sea utilizado en los lugares adecuados y con un volumen que no supere los 65 decibeles para que les permita escuchar música y lo que ocurre a su alrededor.

Según expertos de la OMS, la potencia de los audífonos de reproductor de audio Mp3 puede alcanzar hasta 100 decibeles, lo que es excesivo. Consideran que la exposición diaria al ruido puede ocasionar daños auditivos graduales e irreparables, estrés, ansiedad o alteraciones en el sistema nervioso, afecciones cardíacas, dificultades en el aprendizaje, alteraciones del sueño y hasta el denominado autismo social, por lo que recomiendan utilizarlos audífonos como máximo 30 minutos al día.

Del tema se ha hablado, pero amerita recalcarlo y que el liderazgo lo tengan Educación, Salud, Cultura, entre otros sectores, que cuentan con las herramientas necesarias para cambiar comportamientos y, sobre todo, empezar el trabajo educativo desde edades tempranas de la vida.