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agricultura recuperacion

Los guantanameros, más que otros cubanos, deben hacer un esfuerzo extraordinario para enfrentar las tensiones financieras que persistirán en el 2017 y los retos que pudieran, incluso, recrudecerse, como alertó el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro Ruz, en la Asamblea Nacional del Poder Popular celebrada en las postrimerías de 2016.

 

A pesar de las tensiones, “prevemos que la economía cubana retome la senda ascendente y que el Producto Interno Bruto crezca moderadamente en el entorno del dos por ciento”, subrayó Raúl tras referirse al plan y presupuesto aprobados para el presente año.

 

Alcanzar ese propósito implica cumplir tres premisas decisivas: garantizar las exportaciones y su cobro oportuno; incrementar la producción nacional que sustituye importaciones, y no menos importante, reducir todo gasto no imprescindible y utilizar racional y eficientemente los recursos disponibles. Al propio tiempo, continuar ejecutando los programas de inversiones en función del desarrollo sostenible de la economía nacional.

 

En Guantánamo, tales prioridades adquieren mayor relevancia, porque cinco de sus 10 municipios fueron fuertemente azotados por el huracán Matthew, hace apenas tres meses, con un saldo significativo de destrucción de viviendas, centros educacionales y de salud, almacenes, instalaciones industriales y hoteleras, así como severas afectaciones a la infraestructura vial, eléctrica, hidráulica y de telecomunicaciones, y la Agricultura, con pérdidas económicas multimillonarias.

 

Aunque el paso a la normalidad avanza en esos territorios y la dirección del país decidió respaldar financiera y materialmente la zona afectada para que nadie quede desamparado, apremia la recuperación de más de 70 mil hectáreas afectadas para incrementar la producción de alimentos y de otros renglones agropecuarios, como café, cacao, azúcar, miel, madera…, exportables o que sustituyen importaciones.

 

Sin embargo, falta mucho por hacer en esa dirección, pues 35 de las 85 producciones físicas planificadas para el año 2016 se incumplían a finales de ese periodo por reiterados incumplimientos de la Agricultura, la Industria Alimentaria, Derivados del Cacao, la Azucarera, Válvulas y Bombas, empresas que en vez de aportar mayores dividendos a la economía y bienestar a la población, quedaron por debajo de sus metas.

 

No en balde Denny Legrá Azahares, primer secretario del Partido de la provincia, cuestionó tales reveses e indicó a directivos, cuadros y trabajadores revertir la desfavorable situación de entonces en el más breve plazo posible, durante el discurso pronunciado a propósito del aniversario 58 del triunfo de la Revolución.

 

Junto al incremento de la producción local para sustituir la importación de renglones que se pueden obtener en el territorio, resulta determinante aumentar el ahorro de portadores energéticos, pues muchas personas todavía no tienen conciencia de esa necesidad y los usan irracionalmente.

 

Otro asunto por limar es la eficiencia en cada puesto de trabajo, la cual se logra con mejor planificación de las tareas, control riguroso de la calidad, seguridad en el uso de los recursos para impedir su desvío; el aprovechamiento de la jornada laboral, entre otros factores, que deben redundar en mayor productividad e incremento salarial de los trabajadores.

 

Hay que romper la inercia, elevar la autoexigencia y conducir esos procesos con cartera de primera para diversificar producciones y servicios y crear otros nuevos que generen mayores ingresos en divisa y, junto con la ejecución en tiempo y con calidad de los programas de inversiones, permitan seguir impulsando el desarrollo del país.

 

Ese será el mejor aporte de los hijos de la Primera Trinchera Antimperialista al invariable propósito de materializar los Lineamientos de la Política Económica y Social del país y construir el socialismo próspero y sostenible que desean los cubanos.