enierFoto: Tomada de su perfil en Facebook

Con solo 26 años Eniel Navarro Leyva ha vivido tres ciclones de formas distintas, pero intensas. Ike, mientras cumplía el servicio militar en Puerto Padre, Las Tunas; Sandy, como estudiante universitario en Santiago de Cuba y el devastador huracán Matthew, ahora en el ejercicio del periodismo.

Apenas dos años transcurrieron desde que se graduó y la furia de la naturaleza puso a prueba su audacia. “Esta experiencia cambió mi existencia –comentó- pues era el único reportero de televisión en Maisí durante el evento meteorológico”.

Residente en la ciudad de Baracoa, donde funge como Jefe del Grupo Informativo del telecentro Primada Visión, este joven reportero fue el corresponsal enviado a Maisí ante el aviso de peligro para el extremo oriente cubano.

Aunque dejó atrás su casa y compañeros habituales de trabajo, decidió que su misión como reportero estaba antes que todo. “Cuando salí mi mamá quedó llorando, eso conmueve muchísimo. La mente está en varios lugares al mismo tiempo. Se experimenta entonces una mezcla de sentimientos que solo se canalizan con el trabajo”, describió.

“Durante el paso de Matthew –agregó- viví una experiencia dantesca junto al pueblo maisiense. Mientras la comunicación así lo permitió me mantuve informando sobre cada una de las etapas decretadas por el Consejo de Defensa, y las acciones ejecutadas. No hubo tiempo para corregir detalles de edición ni para tomar respiro alguno”.

Pero la tecnología cedió ante la fuerza de la naturaleza y colapsó cuando era más necesaria, lo cual impidió el relato televisivo minuto a minuto. Al respecto Navarro Leyva comentó:

“Cuando trabajar como reportero de televisión se hizo imposible, me sumé al equipo de trabajo movilizado en la Emisora Municipal. Junto a ellos conocí la gran experiencia de entrar a las casas de los oyentes con esa familiaridad que tiene la radio. Esa noche trasmitimos hasta las dos de la madrugada, cuando la fuerza del viento derribó la antena de la estación”.

“Las personas se preguntan por qué Maisí no ocupó mayores espacios informativos en televisión. Pues la respuesta es simple. Desde las cuatro de la tarde del martes, seis horas antes de que el centro del huracán tocara suelo cubano, nos quedamos incomunicados”.

“El aislamiento no se comprende hasta que se siente -aseguró el periodista- no solo porque perdíamos el contacto con el resto del mundo, sino porque la población no sabría qué estaba pasando. Al amanecer la gran pregunta fue cómo hacer llegar las imágenes a Baracoa o Guantánamo, cómo informar de lo que allí sucedió”.

A Eniel Navarro corresponde el mérito de captar las primeras imágenes en video de Maisí desde tierra, y que junto a las del periodista guantanamero Singh Castillo, desde un helicóptero, fueron las primadas en mostrar la estela de destrucción que dejaba Matthew en este municipio.  

“Este video contiene planos muy cerrados, porque la fuerza del viento no permitía salir de la emisora, también centro de evacuación de vecinos y trabajadores. A pesar de ello tienen el valor de relatar durante y la primicia del después. Aunque la desconexión impidió su publicación inmediata, las pequeñas secuencias provocan gran impacto”, subrayó.

De regreso a Baracoa este baracoense sintió en propia piel las pérdidas materiales. Sin embargo prefiere utilizar estas líneas para agradecer a todas las personas que se preocuparon por él y alentarlos a seguir trabajando.

“Lo importante es seguir pa´lante. Ahora corresponde dar seguimiento a la recuperación, mantener informado al pueblo y buscar historias que confieso, pueden ser estremecedoras.

“Me reconforta, sin embargo, haber servido desde el periodismo a la población de Maisí, población noble y optimista a pesar de lo difícil de la situación. La recuperación avanza a buen ritmo”, concluye.

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