sequia valle caujeri1. Actualmente, en el Valle acarrean agua para la población tres carros cisterna y 10 medios de transporte de formas productivas. Las personas, como este campesino de El Aeropuerto, también buscan sus propias alternativas. Fotos: Lorenzo Crespo Silveira

Las hierbas y los arbustos silvestres no se han enterado, pero las plantaciones de granos y frutales de El Valle de Caujerí ya se sienten el estrés hídrico típico de los tiempos de seca.

En ese emporio productivo, más bendecido por un clima favorable que por tierras de gran fertilidad, la falta de precipitaciones se vuelve preocupante luego de un año y medio sin lluvias de significación. Este semestre es, aseguran los especialistas del Centro Agrometeorológico del Valle, el más seco de los últimos cinco años.

Y eso se traduce en plantaciones marchitas, con hojas que se retraen para reservar la escasa humedad y en frutos que no llegan a ser o son la mitad de su tamaño y calidad, y finalmente los espera la muerte.

Campos con boca seca

Las autoridades de San Antonio del Sur, ahora mismo, tienen ante sí un dilema complicado. Con la presa Pozo Azul muy cercana a su nivel muerto, desde hace unos 15 días en Caujerí se prohibió el riego y las operaciones en la Fábrica de Conservas y Vegetales.

Se prioriza el abasto a la población con los 800 mil metros cúbicos almacenados en la presa que, desde hace un mes, no recibe ni una gota de agua del trasvase desde el río Sabanalamar, hoy con cauce casi seco.

Y eso está claro, aunque sea difícil aceptarlo.

Miles de pesos para vivir, pagar créditos y otras deudas están en juego si la lluvia no cae y no se encuentra una solución menos restrictiva para la compleja ecuación de la sequía donde el Comandante en Jefe soñó un Jardín Productivo.

Ramiro Cobas, dueño de la finca La Ofelia y delegado de la circunscripción 17 del Consejo Popular Guaibanó, el más afectado, ya empieza a sentirse los rigores de la falta de riego.

En lo personal, teme por la guayaba. En dos hectáreas de esa fruta, solo en posturas, invirtió unos 30 mil pesos. La guayaba enana, variedad por la que apostó, se caracteriza por un complejo sistema de raíces horizontales que aprovechan al máximo el agua del riego, pero sin una raíz vertical profunda, es incapaz de sobrevivir a una sequía prolongada.

Los frutos se gotean sin estar maduros y algunos de las plantas en los sitios más altos se han endurecido como piedras aferradas a los tallos.

En la CCS Mariana Grajales, de la que es miembro y a cuyos campesinos responde en calidad de delegado municipal del Poder Popular, preocupa, además de la suerte de las 24 hectáreas de la fruta, el maíz, el sorgo y el boniato.        

A Israel Samón Samón, también de la Mariana, se le malograron tres hectáreas de maíz, y por lo pronto nada puede sembrar, ni siquiera suficiente alimento animal como para enderezar su economía con algún ingreso seguro a corto plazo.

Conforme se avanza hacia la montaña, todavía en el llano y en el Consejo de Guaibanó, la sequía pone su cara más fea.

sequia valle caujeri22. Aprovechar el agua subterránea, como ya hicieron vecinos de La Dalia, es la alternativa para garantizar el abasto a la población por la que apuesta el Estado. Fotos: Lorenzo Crespo Silveira

En la CCS José Luis García, de El Manguito, su presidente Tomás Londres hace cuentas: “Los ingresos se sustentaban en las 75 toneladas de maíz que no pudimos sembrar o se perdieron, las 40 de boniato y 80 de yuca que no se plantaron y los tres mil litros de leche de los que, hasta la fecha, no hemos acopiado ni uno solo”.

Dificultades que, desde el Centro Agrometeorológico local, confirma el técnico Yanel Machado: “La sequía ha provocado estragos en las plantaciones de maíz, sorgo, boniato y yuca en las zonas donde no hay riego para satisfacer las necesidades hídricas de las plantas.

“El maíz, por ejemplo, se dañó, pues en julio, justo cuando necesitaba agua para el crecimiento de las mazorcas y los granos, no tuvo. En general, agrega, todos los cultivos están muy deteriorados. Se observan marchitos permanente y temporalmente en muchos terrenos y afectaciones por plagas como la palomilla del maíz, favorecida por la falta de agua y las altas temperaturas.

“Esta situación implica que, incluso si lloviera en lo adelante, muchos campos permanecerán improductivos durante julio, agosto y parte de septiembre, para no entorpecer la campaña de frío, sobre todo, dedicada al tomate”.

Por si no fuera poco, el final de la zafra del mango puede sumar pérdidas, pues la Fábrica, cumplidos sus planes y con la prohibición de moler a partir de este jueves, dejará de recibir la fruta.

No hay para nadie

El agua que llega desde Pozo Azul, es poca y de mala calidad. El embalse, dicen testigos, parece un pantano, y el trasvase, un túnel vacío. Pero algo, así tenga que ser hervida hasta la saciedad, es algo.

No todos corren la suerte de recibirla. Roelmis Noa, campesino de la zona conocida como El Aeropuerto, en el Manguito, desde hace un mes la carga en un tanque sobre su carreta de bueyes, desde la zona de La Dalia, a unos cuatro kilómetros de su casa.

Justo en La Dalia -a la que casi nunca llega el agua, aunque pase de camino a la Fábrica- los vecinos fabricaron dos pozos artesanales que, aseguran, abastece a todo el barrio con un líquido de mala calidad, presumiblemente contaminado por la laguna de oxidación de esa industria.

Mientras, en el Manguito, la sequía aprieta por partida doble, ya que además de Pozo Azul, el acueducto de Los Letreros, que también lo abastece, se deprimió, de modo que los medios de transporte de las formas productivas se dedican al acarreo de agua para las zonas más afectadas.

A pesar de todo, allí se mantienen los servicios a cuenta de una orientación gubernamental de que cada organismo debe garantizar la sostenibilidad de las actividades económicas básicas como, por ejemplo, la producción de pan.

La situación más complicada la tiene el consultorio médico número 19, con médico y enfermera que atienden a una población superior a las 700 personas, en el cual, a mitad de esta semana, había agua solo para dos días de trabajo.

En general, el Gobierno de San Antonio del Sur estima que unas 3 mil 320 personas estén afectadas por la sequía en El Valle, sobre todo, concentradas en la zona de Guaibanó, en las nueve comunidades que se sirven de Pozo Azul, y otras como El Corojo y El Mije, cuyos acueductos se deprimieron.

sequia valle caujeri33. Con el nuevo sistema de riego, pero sin la posibilidad de regar, el Gobierno estima, si continúa la sequía, se pierdan 300 toneladas de maíz, 200 de boniato, 100 de sorgo, 100 de plátano vianda y 200 de hortaliza. Fotos: Lorenzo Crespo Silveira

Soluciones al centro de la tierra

Para el Valle, la clave parece estar en las potencialidades del agua subterránea y los 45 pozos existentes en la zona, tanto para menguar la actual sequía como para equilibrar el sistema de abasto en lo adelante.

Maribel Martínez Turro, presidenta del gobierno municipal, asegura que se trabaja en el estudio de las aguas de esos reservorios que, de ser aptos para el consumo humano, deberán recibir mejoras para garantizar la seguridad y calidad del líquido.

De un pozo, incluso, podría venir la solución para abastecer a la Fábrica de Conserva de Frutas y Vegetales. Hoy, explicó la funcionaria, se realiza el estudio del agua para decidir si es viable.

De serlo, se requeriría de una electrobomba y unos 350 metros de manguera que, de llegar a tiempo, significaría la continuidad de la zafra de mango.

Entretanto, para las mejoras del resto de los pozos dedicados al abasto de la población, las autoridades locales solicitan cinco electrobombas y unos mil metros de manguera o tuberías plásticas.

Otra de las medidas propuestas es el incremento de llenaderos de agua en los barrios Hospital y Carbonal, de San Antonio del Sur, y Cascajal y Guaibanó, en el Consejo de igual nombre.

Mientras, la autoridad insiste en la organización y la disciplina. “Estamos trabajando para que las personas entiendan que deben respetar las orientaciones de ahorrar y la prohibición del riego y, en las casas, no descuidar el tratamiento del agua para evitar enfermedades”.

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar