coco propiedadesCocos nucífera y sus frutos.

Hace unos días internet reproducía una escena de la que fue testigo un cubano residente en Madrid, y cuenta:

Una joven se disponía a saborear un apetitoso helado de coco cuando el padre se lo arrebato, y tajante le dijo: "Esta basura no entra en mi casa: tiene aceite de coco". La esposa atónita, observaba sin chistar.

Fue entonces que el criollo, sin que le dieran “vela en el entierro”, como el mismo precisaba en su crónica, intervino y preguntó: -perdone Usted, ¿es malo el aceite de coco?

Sorprendido por el intruso, el hispano, abrió desmesuradamente sus ojos, aumentados más por los cristales fondo de botella de sus espejuelos y espetó: “Veneno, veneno. ¿Usted no lo sabe?".

El antillano, con cartas vivenciales bajo la manga, pues es oriundo de Moa, municipio holguinero que es casi una extensión de Baracoa por cercanía, costumbres e idiosincrasia, respondió: -No, no lo sé, pero me hubiera gustado saberlo, porque me crié en Cuba comiendo más coco que un mono y aquí estoy, fuerte y saludable”.

La esposa del ibérico, mujer que contemplaba la conservada estampa física del intruso, repentinamente liberada de su mutismo, preguntó con delicadeza: -“Oiga, y Usted ¿qué edad tiene? -68 cumpliré en enero, obtuvo por respuesta.

Tan sorprendida como airada, se viró entonces hacia al desvencijado marido y le endilgó: -"¿tú ves? ¿Tú vesssss? Los años no le han  parido arrugas a este señor" y tú, a pesar de remilgos alimentarios como este del aceite de coco, y solo 60 años de edad hace rato que estás pa´desguace, pa´desguace", y acto seguido, sin pensarlo, reintegró el helado a su hija y dejó plantado en la cremería al detractor del graso vegetal.

El producto, uno entre los que proveen de más de cien usos al cocotero (Cocos nucífera), tiene innegables propiedades: ayuda a perder peso, evita enfermedades cardiovasculares y problemas de tiroides tan extendidos hoy entre las mujeres…

El coco es prácticamente el único alimento que contiene ácidos grasos de cadena corta, que no necesita ni enzimas pancreáticas, ni bilis para ser digerido y como si fuera poco se considera ideal para operados por litiasis vesicular (carecen de vesícula), o presentan problemas hepáticos o digestivos.

Para los cubanos, sobre todo los del extremo oriental de la Isla, resultó una gran alternativa alimentaria cuando en la década del 90 del pasado siglo, desapareció el campo socialista, la Unión Soviética y con ellos el 80 por ciento del mercado exterior de la Isla.

Se hizo presente entonces la cruenta crisis económica bautizada como Período Especial y la población sintió, en toda su magnitud, el criminal bloqueo económico, financiero y comercial con el que Estados Unidos pretendió doblegar a la Isla y matar a su gente de hambre y enfermedades.

No calculó la capacidad de resistencia del pueblo y potencialidades creadoras y de subsistencia, y entonces se popularizó y generalizó el consumo del coco, su leche, copra, aceite, a pesar de que no pocos refunfuñaban por el característico olor al que también hacía frente el ingenio lugareño: fríele un diente de ajo, fríele más cual cosa… y la gastronomía y repostería de Baracoa se expandió y enriqueció la culinaria popular.

Datos aportados por el Centro de Información de la Universidad de Ciencias Médicas de Guantánamo, y el Doctor Geovanis Delisle Cobas, especialista de Nutrición Humana y máster en enfermedades infecciosas, indica que el aceite de coco contiene una combinación única de ácidos grasos que lo dotan de propiedades medicinales muy potentes.

Asegura el especialista que, a tenor con los últimos estudios, la presencia de grasas saturadas en la alimentación es inofensiva, y subraya que no existe relación alguna entre su consumo y el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

“El Aceite de Coco –afirma- contiene muchos triglicéridos de cadena media, que se metabolizan de manera distinta a otras grasas y que pueden tener efectos terapéuticos en el cerebro de los pacientes con enfermedades como la epilepsia o el Alzheimer”.

Estudios entre los tokeluanos, población de Nueva Zelanda, en Oceanía, indica que ingieren el 60 por ciento de sus calorías diarias del coco, son los mayores consumidores de grasas saturadas en el planeta y disfrutan de excelente salud, sin evidencias de enfermedades cardiovasculares.

 

El aceite de coco puede acelerar el metabolismo y la pérdida de grasa. Sus triglicéridos incrementan el gasto energético respecto a la misma cantidad de calorías procedentes de los ácidos grasos de cadena larga, y la presencia en él de ácido lúrico elimina bacterias, virus y hongos, e infecciones.

Este producto reduce el apetito, y la transformación de sus ácidos grasos en cuerpos cetónicos puede disminuir las convulsiones en niños aquejados de epilepsia, mientras su capacidad de bajar el colesterol en sangre minimiza el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular, a la vez que es bastante adecuado para reducir la grasa abdominal, que rodea peligrosamente a los órganos vitales.

Muy apreciado por la industria cosmética para la fabricación de jabones y cremas, es parte del folclor del baracoense, que toma el coco, lo abre, le extrae la nuez, la raya en un guayo y le agrega agua hirviendo; la tamiza por un paño que exprime con las manos y extrae la leche, apartadora también del aceite.

Con la primera, sazonada con sal, especias de todo tipo y picante se elaboran exquisitos platos a base de carnes, pescados y mariscos y vegetales (bacán, frijol, tetí, cangrejo, camarón)… con leche de coco… y con el segundo fríe sus viandas y fabrica manjares que han sido y son deleite de la cocina local y si no lo cree, pruebe con esta receta:

Enchilado de cangrejo o jaiba

Ingredientes: Cangrejo, especias, grasa (puede ser aceite o leche de coco)

Modo de elaboración: Se hierve el cangrejo, se extrae la masa de las patas, muelas y pechos más la grasa contenida en el carapacho. Se sofríe toda la masa en aceite de coco y se agrega sal a gusto, ají picante y otras especias (ajo, cebolla, ajíes). Se adiciona opcionalmente leche de coco.

El color de este plato es muy oscuro y tanto el sabor como el olor tienen un tono atractivo y peculiar.

enchila cangrejoJaiba enchilada en su carapacho con salsa de leche de coco.

langostaLangostino de los ríos de Baracoa, procesado con aceite de coco

 

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