De la diabetes mellitus (DM) se habla mucho por diversas fuentes: sobre insulina, pie diabético, Heberprot-P… y todo cuanto tiene que ver con esta peligrosa pandemiasilenciosa.
En un paciente con esa afección, su organismo no puede procesar de forma adecuada la glucosa, considerada una sustancia energética, porque el páncreas se daña y deja de producir o disminuye la producción de insulina, hormona que permite llevar ese elemento hasta las células.
Ser diagnosticado con la patología puede constituir un gran shock personal, pero también llamado de urgencia para cambiar los hábitos alimentarios, pues comer desordenadamente y con abuso de determinados nutrientes agrava la enfermedad metabólica.
Dieta, no es sinónimo de comer poco ni pasar hambre, sino de incorporar al organismo lo necesario, siempre pensando en la salud personal.
La alimentación es pilar fundamental para el manejo exitoso de la DM, ya que ayuda a tener buen peso corporal y nivela los índices de glucosa en sangre, incluso antes de padecer los síntomas, por lo que la forma de nutrirnos puede evitar o condicionar que aparezca la enfermedad.
El doctor Karel Mena Bouza, endocrinólogo del Hospital General Docente Doctor Agostinho Neto, explica que la dieta es el tratamiento no farmacológico fundamental para el diabético, y se traza individualizada de acuerdo con las necesidades de cada persona.
“Las dietas no son camisas de fuerza, cada paciente tiene particulares necesidades metabólicas, por lo que el facultativo debe determinar cuál régimen alimentario le resulta idóneo.
La alimentación saludable es aquella donde se eviten productos con altos índices de carbohidratos y se ingieran alimentos integrales y verduras crudas por su alto contenido de fibra y la sensación de saciedad que generan, además, se debe combinar con una buena actividad física.
En Cuba los cereales para diabéticos, panes y galletas integrales, y otros productos similares se expenden generalmente en tiendas recaudadoras de divisas, a precios que muchos no pueden pagar, sin embargo, no es razón para violar las orientaciones del especialista en nutrición y comer alimentos dañinos.
Para los diabéticos es indispensable la disciplina y responsabilidad en cuanto a la dieta, pero la población no enferma debe estar alerta, evaluar los riesgos y tomar conciencia de que mañana, por hábitos inadecuados de nutrición, pueda llegar a ser un número más en la lista de la pandemia.
Lograr una buena dieta y practicar ejercicios es el secreto para controlar la enfermedad.