Las alergias son muy comunes y, en ellas, influyen tanto los genes como el medio ambiente: es condición hereditaria en la cual el sistema inmunológico reacciona de forma anormal frente a una sustancia extraña (alérgeno) al exponerse a la misma por inhalación, ingestión o contacto cutáneo.
Los síntomas varían desde congestión nasal, picazón en garganta y nariz, tos, conjuntivitis, náuseas, vómitos, dolor abdominal, cólicos, diarreas, erupción cutánea, urticaria, y otros.
Sin embargo, esas manifestaciones no necesariamente significan la presencia de una alergia, por lo que es imprescindible acudir al médico de familia.
María Isabel Martínez Rodríguez, especialista en Alergología y jefa del servicio de Alergia en el Hospital General Docente Doctor Agostinho Neto, conversa con Venceremos al respecto.
¿Cuándo se diagnostica una alergia?
El paciente debe tener antecedentes familiares, y presentar los síntomas, con permanencia y estacionalidad, ya sea a nivel de ojos, nariz, piel o pulmón.
Cuando estamos en presencia de un cuadro alérgico, generalmente hay buena respuesta a antihistamínicos como difenhidramina y loratadina.
Primero hay que asistir al médico de la familia para descartar la gripe común, una intoxicación alimentaria, erupciones o brotes por reacciones medicamentosas, y otros indicios similares a reacciones alérgicas.
Es importante señalar que los niños, hasta los dos años de edad, mantienen los anticuerpos que la madre les transfiere a través de la placenta y, a partir de ahí, pasan por una inmunodeficiencia transitoria mientras levantan sus propias defensas.
Durante ese período pueden sufrir diversos padecimientos, pero no significa que sean alérgicos, por eso los tratamientos de las alergias (vacunas) inician a los cuatro años de edad, excepto en casos específicos, de acuerdo con la apreciación de los especialistas.
¿Y el tratamiento?
Se aplican vacunas para los tratamientos de hiposensibilización o inmunoterapia, los cuales consisten en administración de dosis crecientes de la sustancia a la cual el paciente es sensible, para evitar reacciones alérgicas en presencia de los factores desencadenantes en el medio ambiente.
En todo el país hay vacunas estandarizadas de producción nacional disponibles en las áreas de Salud, se aplican por vía sublingual y es importante la persistencia y disciplina del paciente, pues son tratamientos de más de tres años de evolución.
¿Cuáles son las alergias más frecuentes en Guantánamo?
Las más frecuentes son el asma bronquial, la rinitis alérgica (coriza), urticarias agudas, y la dermatitis y conjuntivitis alérgicas.
Cada año aumentan las personas con esos padecimientos, en lo cual incide de forma directa la cada vez mayor contaminación ambiental.
Aunque la alergia no compromete la vida, puede inducir shock anafiláctico, urgencia médica extrema en la cual el paciente sufre síntomas como taquicardia, falta de aire, baja tensión arterial, y puede causar la muerte.
Es imprescindible tener un stock de medicamentos para tratar esos casos en los cuerpos de guardia, cuando se realizan procederes anestésicos, radiológicos y otros.
¿Qué productos tiene mayor incidencia en ese padecimiento?
Existen alimentos de alto riesgo: chocolates, comidas rápidas; las enlatadas (contienen conservantes), de las cuales no se debe abusar y, para las personas alérgicas, es recomendable evitarlos totalmente.
También resultan muy dañinos los productos químicos empleados en tratamientos adulticidas contra el mosquito Aedes aegypti, lo que no implica dejar de fumigar por la importancia de ese proceder contra vectores.
La actitud en este caso es cumplir lo establecido: esperar los 45 minutos reglamentados antes de ingresar al hogar; en caso de tener niños alérgicos, entrar primero los adultos, limpiar con un paño los muebles y fregar el piso.
Cuando aparece la alergia es indispensable cumplir las orientaciones de los especialistas, pero lo más importante es prevenirla con hábitos de vida saludable: la mejor medicina.
Asistir al médico del área en caso de sospechas es fundamental, como también lo es que el facultativo realice el seguimiento adecuado, y descarte correctamente la ocurrencia de otra enfermedad antes de remitir el paciente al alergólogo.