Hoy, bajo el lema Vidas salvadas durante el embarazo y el parto, se celebra el Día Internacional de la Obstetricia y la Embarazada, en el que, desde 1962, la Organización Mundial de la Salud resalta la labor de los especialistas, quienes desde la preconcepción detectan y previenen alteraciones que influyen en el normal desarrollo del embarazo, humanizan la atención a la gestante, y la acompañan durante la maternidad, el parto y el puerperio.
Este año, la campaña educativa también promueve la importancia del apoyo de la familia a la futura madre, sobre todo, de la pareja, pues esta es la más cercana a ella y puede ayudar a enfrentar los cambios hormonales de la mujer durante la difícil etapa y, con ello, evitar la depresión, el estrés…, y mejorar su estado de ánimo.
La Obstetricia es la especialidad médica que atiende integralmente a la mujer durante la gestación, el parto y el puerperio. Se encarga, además, de los aspectos psicológicos, lidera los controles prenatales, la preparación integral de la maternidad y las acciones de prevención. De modo que la calidad humana de los médicos es tan importante como su experiencia profesional.
En Cuba se prioriza la salud de la embarazada, el descanso pre y pos natal, la lactancia materna y, a ambos padres, el derecho a cuidar al menor, entre otros; la mujer durante la gravidez tiene derecho constitucional a no ser discriminada en el campo laboral por razón de su estado y, por ende, a asistir a los controles y exámenes médicos requeridos (consultas y siempre que lo indique el facultativo) para preservar su vida y la del bebé.
En la provincia, en el Programa Materno-Infantil se trabaja arduamente para enfrentar los retos que genera el embarazo en la adolescencia y así lograr una adecuada salud sexual y reproductiva.
Humberto Velázquez Romero, responsable en funciones del Programa de Salud, explica que “tenemos 368 gestantes menores de 19 años y ocho por debajo de 14; lo que ocasiona problemas de salud a las futuras madres, incrementa el bajo peso al nacer, así como el abandono de la lactancia materna”.
La batalla de los médicos cada vez se hace más fuerte para que la mujer durante esa difícil etapa reciba los mejores tratos, pues constituye una trascendencia vital para la salud materna-infantil y bienestar social, ¡cuidémosla!