La expresión valió el título al reportaje. Surgió espontánea entre quienes este martes se saludaron temprano en la Unidad Quirúrgica del Hospital General Docente Doctor Agostinho Neto, donde se dieron cita para iniciar un nuevo capítulo de la cirugía guantanamera, a casi 12 meses de la paralización del recinto para las primeras reparaciones capitales en 33 años de servicio.
Los atuendos parecen más verdes, armonizan con la pulcritud de tres mil 308 metros cuadrados de paredes, techos y pisos recubiertos de brillante pintura epóxica, esmalte de propiedades antibacterianas, fungicidas y microbianas; de gran durabilidad, resistencia química y mecánica que garantiza la asepsia de la unidad quirúrgica, a la vez que posibilita la descarga a tierra de la corriente electrostática acumulada en el cuerpo humano o los equipos de los quirófanos.
Es la primera novedad que aprecia quien atraviesa los “filtros” de acceso a la unidad quirúrgica, donde sus ocho salones de operaciones fueron completamente remozados y dotados del confortable mobiliario clínico y modernos medios (monitores, carros para paro cardíaco, camillas fowler, aspiradores eléctricos, equipos de climatización) y 900 módulos de ropa (triplica la necesidad) para el trabajo en el especializado recinto.
La apertura ocupó esta vez, en cuatro salones, a urólogos, angiólogos y otorrinolaringólogos, avanzada junto a anestesiólogos, enfermeros, y técnicos de diferentes especialidades de los alrededor de mil trabajadores de la salud que se desempeñan en el área quirúrgica del Agostinho Neto, donde se practica el 90 por ciento de las operaciones de la provincia y nace el 85 por ciento de los guantanameros.
En declaraciones a Venceremos, el Doctor Daniel Alfonso Armenteros, vicedirector quirúrgico del centro asistencial, subrayó la importancia de la reapertura de la Unidad, que permitirá restablecer el ritmo de las intervenciones, reducidas hoy a unas mil 600 mensuales.
Explicó que por el cierre de la unidad, las prestaciones se trasladaron a espacios alternativos que no reunían todas las condiciones para el desempeño de los cirujanos, quienes junto a los anestesiólogos y el resto de los equipos quirúrgicos mantuvieron con entrega y mucho sacrificio el imprescindible y vital servicio a la población durante casi un año.
“Las condiciones actuales permiten elevar el número mensual de las operaciones hasta dos mil, en todas las especialidades, y ello significaría eliminar en breve tiempo la lista de espera quirúrgica, que hoy cuenta con 228 pacientes, entendidos estos como quienes no han sido intervenidos pasados 30 días luego de diagnosticados”, auguró el especialista en Angiología y Cirugía Vascular.
Precisó que la apertura de los modernos salones devuelve a la institución médica su capacidad de encarar cirugías de mayor complejidad como las de esófago, tórax, algunas del neonato, perianal; neoplasias de páncreas, derivaciones biliares, y tumores craneales, entre otras que temporalmente estuvieron detenidas.
La reparación de la Unidad Quirúrgica se inscribe en la estrategia de remozamiento general que se aplica al hospital provincial, principal centro asistencial del territorio, el cual cumple, además, encargos docentes, clínico- quirúrgicos, ginecobstétricos y como centro asistencial terminal.
“En etapas anteriores -acotó el ingeniero Luis Michael Valera, especialista principal de inversiones- fueron remozados los servicios de terapia intensiva, cardiología, quemados, urgencias, emergencias, y se creó el Centro Oftalmológico con nuevas y avanzadas tecnologías e instalaciones quirúrgicas y clínicas”.
Agregó que recientemente fue sometido a reparación capital, sin interrumpir sus prestaciones, el bloque “sur” hospitalario, cuyos pisos acogen, en orden ascendente, los servicios de hemodiálisis, neonatología, y las salas de pacientes hospitalizados por cirugía, y medicina general, a la vez que se remozaban áreas como medicina nuclear, medios diagnósticos; se aplicaba pintura al hospital de manera general y se mejoraba su jardinería.
El programa inversionista continuó con el área quirúrgica que exhibe terminados sus ocho salones de operaciones y dos áreas preoperatorias e igual cantidad postoperatorias, la estación de enfermería, pasillos interiores y seguirá en mayo con la reparación capital de los cuatro salones de parto y dos de cesáreas, para finalmente ejecutar la remodelación de la central de esterilización.
Los trabajos, que incluyeron impermeabilización de cubiertas, sustitución de falso techo, puertas y redes hidrosanitarias; inversiones eléctricas, de iluminación y climatización tuvieron un baluarte en el Comité de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores, responsabilizado con la reparación de las 21 consolas o unidades manejadoras de aire que garantizan la temperatura idónea y “atmósfera limpia” obligatoria de los salones de operaciones.
No faltaron apremios, críticas, atrasos e inconvenientes en el largo camino de la reparación capital hasta la concreción de la vital obra tras la cual, además de los inversionistas de la salud y ejecutores del Ministerio de la Construcción, están Escambray, Muebles Imperio, Valvo, Fondo de Bienes Culturales, la Brigada cuentapropista de Servicio y Construcción de Moa, CEATM, Empresa Cubana de Servicios del Cimex y la Empresa de Automatización Integral, entre otras entidades cohesionadas armónicamente por el Partido y el Gobierno en sus instancias provincial y municipal.
El Hospital General Docente Doctor Agostinho Neto abrió sus puertas en marzo de 1981 y quedó inaugurado, oficialmente, por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, el 26 de julio de 1985.
Con capacidad para 850 pacientes ingresados, dispone de 850 galenos especialistas y residentes, es decir, en la institución existe un médico para cada paciente, sin adicionar los alrededor de dos mil 500 estudiantes de Medicina, tecnólogos y enfermeros que allí se dan cita.
Se calcula que unas seis mil personas transitan diariamente por la instalación, 450 de ellas pacientes atendidos en los servicios de urgencia sin que la mitad requieran realmente atención en el nivel secundario de salud.
El Agostinho Neto es determinante e imprescindible para la población guantanamera, que allí encuentra todos los servicios de hospitalización reconocidos mundialmente -asegura el doctorRogelio Creagh Bandera, su director, quien especifica:
“Solo prescindimos de la cirugía del neonato, practicada en Holguín por estrategia del Ministerio de Salud Pública, de intervenciones quirúrgicas cardiológicas en esos pacientes, ejecutadas en el instituto William Soler, de La Habana, y de la radioterapia, que al igual que la cirugía cardiovascular, se realiza en Santiago de Cuba”.
Para el director es aún titánico el esfuerzo restaurador, y reconoce en la obra el apoyo recibido del Partido, el Gobierno y la prensa, con señalamientos oportunos de problemas que conspiraban contra el ritmo ejecutorio, y aportaron también a las estrellas que innegablemente posee la unidad quirúrgica del Agostinho Neto.
Comentarios
La fecha de apertura fue en Septiembre de 1981?.... Estuve hospitalizada en Septiembre de 1980 cuando me practicaron una cesarean... Revisen la fecha.
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